El impuesto solidario, comúnmente referido como el impuesto a casas de lujo, pretende gravar la elevada capacidad económica de quienes tienen propiedades de uso residencial con valores superiores a un valor ajustable cada tres años.
La legislación exige ciertos requisitos que deben cumplirse como requisito previo para la inexistencia de una ganancia gravable. El principal elemento consiste en demostrar la existencia de un “motivo económico válido”, el cual es un concepto incierto y abstracto.
La idea de un impuesto mínimo global tomó fuerza después de la crisis del 2008. Ahora, con el apoyo de la OCDE, el G20 y Estados Unidos, la propuesta parece más cerca de hacerse realidad.
Conviene tener presente algunas reglas concretas que podrían facilitar un resultado positivo para usted y su empresa.
La seguridad jurídica debe ser uno de los pilares fundamentales de nuestro sistema tributario: saber a qué atenerse.
La fiscalidad de este tipo de personas está siendo analizada en diversos países.