A la hora de invertir y poner en ejecución un plan financiero que responda a los objetivos planteados, es importante estar consciente y valorar las siguientes claves: conocer nuestro perfil de riesgo, diversificar las inversiones y tener disciplina a lo largo del tiempo. Seguir estas líneas le ahorrarán malas experiencias y, aún más importante, lo guiarán a mantener en todo momento sus “pies en la tierra”.
Auto conocerse como inversionista
Esto implica conocer cuál es su perfil de riesgo. Este proceso va más allá de poder decir si se es conservador o agresivo. Acá es importante ser consciente del conocimiento de la estrategia y los productos; de la volatilidad que estoy dispuesto aceptar, o bien saber qué hacer con la versatilidad que se recibirá en la información a lo largo del tiempo. En los mercados es seguro que se enfrentarán momentos de calma, pero también habrá periodos volátiles motivados por el entorno. Lo importante es estar claro del nivel con el cual se puede “dormir tranquilo”. Los desfases entre una inversión de mayor riesgo a su perfil lo llevarán a tomar decisiones que a largo plazo son caras o poco gratificantes; y que ponen en riesgo su objetivo de inversión.
Definir una estrategia de inversión diversificada
Una frase que puede sonar trillada o lógica, pero es una expresión que en materia de inversiones se cumple: “No ponga todos los huevos en una misma canasta”. No definir esta estrategia conduce a asumir riesgos que en un momento dado puede acarrear pérdidas significativas en el patrimonio. Es indispensable tener una estrategia central donde descansa la mayor parte del patrimonio y sobre la cual se busca una diversificación adecuada; y luego se pueden construir satélites que serán inversiones con una mayor promesa de rentabilidad, pero con un mayor riesgo. Los estudios en el mercado financiero han demostrado que más del 90% del resultado de una inversión reside en la estrategia de inversión; lo que demuestra la importancia de esta decisión.
Disciplina
Una de las lecciones que Warren Buffet ha mencionado a lo largo del tiempo es que “La paciencia paga”, seguir con disciplina un plan de inversión tendrá su recompensa en el resultado del portafolio. En el camino siempre se encontrarán distractores, se presentan inversiones que parecen muy rentables y tentadoras; o existirán crisis económicas, financieras o de salud (tal como se ha vivido este año), por lo que volver a este plan y evaluar el portafolio apoyarán de manera objetiva las decisiones. Incluso, es pertinente que este plan sea escrito y claro en los objetivos y las acciones; ya que de esta manera las conversaciones con sus asesores serán de mayor contenido, enfocadas en su realidad y no sesgadas por emociones o información que en el plazo de sus objetivos no sea relevante.
Recuerde que estas tres claves, son el punto de partida para iniciar un camino de inversión donde el centro sea usted y sus objetivos de vida.