Cuando repartieron los genes de coquetura, yo no estaba en la fila.
Soy el opuesto de mi madre, quien no sale del cuarto sin ponerse, al menos, pintalabios (no se maquilla los ojos porque ya los tiene tatuados). Por supuesto, es de las que se baña, peina y maquilla para ir al gym.
Así como ella, he visto varias personas en el gimnasio que parecen listas para una sesión de fotos: peinado impecable, ropa que hace juego y, por su puesto, una cara cuyo maquillaje oculta cualquier imperfección que esa persona pudiera tener.
Siempre he pensado que es una pérdida de tiempo, porque uno suda, se despeina y ese maquillaje obstruye todos los poros.
Pues, en esa parte, tenía razón: investigadores de la Universidad Texas A&M-San Antonio vieron que, al hacer ejercicio, los poros en las zonas sin maquillaje se expandieron notablemente después del entrenamiento, como respuesta natural para ayudar a enfriar el cuerpo.
Sin embargo, en las zonas maquilladas, la base cosmética “parecía limitar esta expansión, insinuando la posibilidad de que los poros se obstruyan”.
¿Y qué con eso?
Pues, a menos de que el acné sea el look que busca post-workout, obstruir los poros no es una buena idea.
Los investigadores notaron “un marcado contraste en los niveles de sebo después del ejercicio” entre los participantes que tenían maquillaje puesto y los que no.
Las áreas cubiertas de base experimentaron un aumento significativo, lo que sugiere que el maquillaje podría obstaculizar el proceso natural de la piel para gestionar y expulsar el sebo de manera efectiva.
El estudio también encontró que las áreas que usaban base experimentaron una disminución en los niveles de grasa de la piel después del entrenamiento, lo que posiblemente indica que los cosméticos podrían contribuir a la sequedad de la piel.
“Para la salud de la piel, es mejor hacer ejercicio sin maquillaje”, concluye el autor correspondiente Dongsun Park, PhD, de la Universidad Nacional de Educación de Corea.
Arma de doble filo
Pese a eso, también notaron algo beneficioso del uso del maquillaje durante el entrenamiento.
Tanto las zonas en las que se aplicó la base como las que no estaban maquilladas experimentaron un aumento en la hidratación y la flexibilidad y la elasticidad de la piel. De hecho, el maquillaje ayudó a que la piel permaneciera humectada, pues quienes tenían base tenían un mayor nivel de humedad en su piel después del ejercicio .
La conclusión: si su rostro tiene piel seca o propensa al acné, mejor no se maquille durante los entrenamientos. Esto permitirá que su piel respire, regule la temperatura y mantenga un equilibrio natural de humedad y grasa.