Ciudad Gobierno es la construcción de palacios para la clase burocrática-parasitaria cuyo trabajo consiste en entorpecer al sector productivo, obstaculizar el crecimiento económico y destruir la creación de empleos. Ciudad Gobierno es otro privilegio, otro despilfarro.
Lo correcto es cerrar entidades públicas y recortar la planilla de las entidades públicas que permanezcan operando con el fin de reducir significativamente el gasto público como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB). Costa Rica es un país muy pequeño para tener más de 333 entidades públicas. Por cada entidad pública que se cierre, nos ahorramos la construcción de edificios, el gasto de alquiler, la planilla, la compra de mobiliario, de vehículos, los viáticos, y los posibles chorizos.
No seamos ingenuos creyendo la demagogia del Gobierno de que la construcción de Ciudad Gobierno vendrá a reducir gastos de alquiler. Todas las entidades públicas a las que se les construyó edificio en el pasado para “ahorrar alquiler”, ahora están alquilando de nuevo en otros lugares porque su personal ya no cabe en los edificios que les construyeron. Entendamos que nada detiene la voracidad fiscal.
El mejor ejemplo es la Asamblea Legislativa. Costa Rica cuenta con 57 diputados. Esta es la misma cantidad que teníamos en la década de 1950. Todo el personal de la Asamblea Legislativa de aquel entonces cabía en un edificio propio de dos plantas que abarcaba tan solo media cuadra, ubicado en Cuesta de Moras. 70 años después, los mismos 57 diputados han expandido sus instalaciones y ocupan las cuadras adyacentes. Recientemente construyeron un edificio de 21 pisos, pero sin abandonar las instalaciones que ya habían ido abarcando en estos 70 años. ¡Y siguen creciendo innecesariamente en instalaciones a pesar de que la cantidad de diputados sigue siendo la misma! Reitero, no seamos ingenuos creyendo que el Gobierno busca reducir costos de operación con Ciudad Gobierno.
Nos decía James Buchanan, galardonado con el premio Nobel en Economía, que los gobernantes no son ángeles buscando el bien común; sino seres humanos, como cualquier otro, cuya prioridad es su propio bienestar. En este sentido, la Economía nos pronostica que el objetivo más probable de Ciudad Gobierno tiene que ver más con hacer negocio, con los amigos y grupos afines al gobernante de turno, con las jugosas comisiones, honorarios y licitaciones de construcción y las compras multimillonarias en mobiliario y equipo. ¡Donde hay permiso, siempre hay chorizo!
Por tanto, creo que solo los vividores de la gran piñata fiscal pueden apoyar Ciudad Gobierno. Por el contrario, quienes busquen el bienestar de la señora de Purral promoverán el cierre de las entidades púbicas y la reducción del gasto público.