El Fondo Especial para la Educación Superior (FEES) es un subsidio que paga el pueblo de Costa Rica para beneficiar a los estudiantes ricos que asisten a las universidades estatales. El FEES significará ¢564.000 millones durante el 2023.
Para darnos una idea de la magnitud del FEES, la recaudación para el 2023 por concepto de impuesto a los combustibles será de unos ¢571.000 millones. Lo que se presupuestó recaudar por marchamo es de ¢205.000 millones.
Para el año 2011, el monto del FEES fue ¢252.800 millones de colones y los estudiantes matriculados sumaron 95.930. Para el año 2021, el monto del FEES fue ¢524.214 millones y la matrícula fue de 125.141 estudiantes. Para el 2023, el FEES es de ¢564.000 millones. Sin lugar a duda existe un crecimiento desproporcionado del FEES con relación al crecimiento de la población estudiantil.
Si las universidades estatales son verdaderos centros de enseñanza de calidad, entonces no necesitan del FEES. Si un producto o servicio es bueno, no necesita subsidio. Si es malo, tampoco. Si las universidades estatales son centros de enseñanza de calidad, no tendrán ningún problema en financiarse 100% con el cobro de matrícula.
Es demagógico afirmar que con el recorte del FEES se van a reducir las becas. ¿Acaso las universidades privadas del mundo requieren de un subsidio del Estado para becar a los estudiantes que se lo merecen? Las becas que ofrecen las universidades privadas provienen del pago de la matrícula que realizan los estudiantes sin beca. De igual manera deben hacer las universidades estatales y no depender del FEES.
Según un estudio de la Academia de Centroamérica del 2017, más del 57% de los estudiantes de las universidades estatales provienen del 40% de la población más rica del país. Menos del 8% de los estudiantes de las universidades estatales pertenecen al quintil de menores ingresos. Es decir, el FEES es una injusticia social porque se trata de impuestos que paga el pueblo costarricense con el fin de subsidiar la educación superior de estudiantes ricos. En otras palabras, el FEES contribuye al deterioro de la distribución del ingreso.
La educación superior es una inversión en capital humano. Así como no es correcto que el Estado destine recursos a subsidiar la inversión en capital físico, de igual manera no es correcto subsidiar la inversión en capital humano.
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Sin embargo, el FEES ni siquiera se destina a la inversión en capital humano. Según el mismo estudio de la Academia de Centroamérica, más del 80% del FEES se destina a pagar astronómicos salarios de las universidades estatales entre sueldos para cargos fijos, retribución por años servidos, otros incentivos salariales. No es posible que el FEES se destine a pagar salarios fuera de toda proporción con el resto de los salarios en el país mientras que cientos de centros educativos de escuelas y colegios tienen orden sanitaria de cerrar por las condiciones insalubres en que operan.
El FEES se ha traducido en el bienestar del burócrata y no en el bienestar del estudiante. La única manera para incentivar el uso eficiente de los recursos en las universidades estatales es someterlas a la competencia y para ello es indispensable eliminar el FEES y que ajusten el costo de la matrícula.
Rompamos el mito de que la defensa del FEES es la lucha por la educación. No existe tal cosa como educación estatal. Lo que existe es adoctrinamiento. Por eso en el Manifiesto Comunista de Marx la educación estatal es uno de sus pilares.
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Las universidades son empresas y no hay nada en la Economía que justifique la existencia de empresas públicas. En el informe “Bureaucrats in Business” (Burócratas en las empresas) del Banco Mundial, concluye que “el Estado se desempeña por debajo del sector privado”. La situación ideal es privatizar las universidades públicas de la manera como lo expongo en mi artículo “Democraticemos las empresas públicas”. Sé que muchos países desarrollados tienen universidades públicas, pero eso no lo justifica. De igual manera muchos países ricos tienen prácticas proteccionistas a pesar de que se sabe que lo mejor es tener arancel cero y el más absoluto libre comercio.
El artículo 78 de la Constitución Política establece que el gasto en educación, incluida la superior, no puede ser inferior al 8% del PIB. Urge modificar dicho artículo para eliminar donde dice: “incluida la superior”. El artículo 85 habla del FEES pero no establece ningún monto específico ni lo que las universidades pidan. También establece que el monto puede bajarse si se plantean sustitutos. ¿Aplicaría como sustituto un aumento del costo de la matrícula?
Para honrar la justicia social, el FEES debe eliminarse cuanto antes y sustituirse con aumentos en pago de la matrícula.