No entiendo la alharaca por la mejora de la calificación que diera Fitch Ratings a la deuda del gobierno de Costa Rica que pasa de B a BB-.
Aún la deuda de Costa Rica no alcanza la calificación de “grado de inversión” (inversión segura) y seguimos siendo “inversión especulativa”.
¿Cómo creen Uds. que reaccionaría la comunidad financiera y los economistas de un país del primer mundo si la calificación de Fitch Ratings para su país fuera de BB-?
Con todo respeto, pero cualquier alegría por motivo de la mejora en la calificación me parece de mediocres.
Una mejora en la calificación permite colocar deuda del gobierno a una mejor tasa de interés, pero siempre relativamente alta porque aún no alcanzamos grado de inversión.
Es decir, la mejora en la calificación solo beneficia a un gobierno glotón, insaciable en el gasto público y con aspiraciones a seguir la ruta del endeudamiento público.
Una mejora en la calificación no reduce el desempleo, ni acelera el crecimiento económico, ni reduce la pobreza, ni baja la informalidad, ni incentiva la inversión, ni mejora la educación, ni promueve la innovación, ni reduce la inflación, ni nada.
La mejora en la calificación solo ayuda al gobernante que desea seguir la ruta del endeudamiento porque se niega a reducir el gasto público y a recortar la planilla del sector público.