Ella salta sobre obstáculos. Él obstaculiza.
Ella sabe lo que es entrenar y competir en la calle. Él es diestro en bloquear carreteras y producir caos vial.
Ella une al país. Él divide a los ciudadanos.
Ella escoge sus retos. Él cree que todo es pulso.
Tanto ella como él tienen el mismo apellido: Vargas.
Ella conoce el significado de la palabra sacrificio. Él domina el sentido del vocablo privilegio.
Ella engrandece a Costa Rica. Él ensancha beneficios.
Ella nos da una medalla de oro. Él da lata.
Ella cree en el esfuerzo. Él piensa que es a la fuerza.
Tanto ella como él tienen las mismas iniciales: A. V.
Posible versus imposible
Ella sabe perder, aprende de esas experiencias. Él todo lo quiere ganar, no sabe ceder.
Ella trata de hacer lo mejor posible. Él procura hacer imposible lo mejor.
Ella no pierde tiempo. Él lo derrocha.
Ella lucha contra sí misma. Él contra todos.
Tanto ella como él tienen un nombre compuesto por seis letras.
Ella llora al hablar. Él nos hace llorar (por Costa Rica) cuando habla.
Ella disfruta del juego, prefiere el espíritu deportivo. Él se inclina por el fuego, opta por el espíritu destructivo.
Ella ama a su madre. Él adora el desmadre.
Ella ilumina. Él elimina.
El nombre de ella empieza con A y termina con ea, interjección usada para animar y estimular; en tanto que el de él comienza con A pero finaliza con no, adverbio que expresa negación y del cual él es adicto.