Inteligentes. Creativas. Ingeniosas. Entusiastas. Perspicaces. Osadas. Valientes. Comprometidas. Proactivas. Analíticas. Responsables. Rigurosas. Constructivas. Esforzadas. Sacrificadas. Solidarias. Generosas. Honestas. Éticas. Trabajadoras. Organizadas. Retadoras. Positivas. Talentosas...
Así son las mujeres que trabajan en EF, un equipo periodístico que se distingue por su alta calidad humana, elevados estándares profesionales y, por qué no decirlo, su fino sentido del humor.
Siempre apasionadas con los objetivos, proyectos y retos que enfrentan a diario, y dispuestas a caminar aún más allá de la milla extra con tal de brindarle a los lectores de este periódico un producto editorial útil para comprender el entorno, conocer tendencias, aplicar nuevas herramientas y tomar decisiones.
¿Cómo no sentirme orgulloso y agradecido de trabajar diariamente con nueve personas que reúnen esas y otras virtudes, y de quienes además aprendo a ver el mundo y leer los hechos desde otras perspectivas que me enriquecen como ser humano y periodista?
Sí, porque ellas me enseñan a tomar en cuenta otros elementos, considerar otras facetas, sopesar otros ángulos, analizar otros escenarios, sumar otros enfoques, repensar mis "conclusiones", ponderar mis decisiones, revisar mis actitudes, respetar otros puntos de vista, otear un horizonte que va más allá de la limitada visión masculina.
¿Quiénes son?
Me refiero a la editora Eugenia Soto Morales, las redactoras Krisia Chacón Jiménez, Laura Ávila Ramírez, María Luisa Madrigal Torres, Cristina Fallas Villalobos, Jéssica Montero Soto, María Fernanda Cisneros Sánchez, María Esther Abissi Pineda, y la diseñadora Jeannette Marroquín Sánchez.
Ellas nueve, junto con cuatro hombres —quienes aquí somos minoría— elaboran cada día notas informativas, análisis, crónicas, historias, reportajes, entrevistas, columnas, gráficos, tablas, vídeos y otras producciones que demandan reporteo, rastreo, investigación. exploración, estudio, cálculo, metodología, perseverancia, olfato periodístico, flexibilidad, apuros, presiones, trabajo en equipo.
Yo las admiro, a cada una de ellas, por el alto valor agregado que le dan al contenido editorial de EF —tanto en el papel como en Internet— teniendo en mente la misión de contribuir con la continua construcción de un país mejor para todos. Ellas suman, no restan; multiplican, no dividen.
Mi agradecimiento, reconocimiento y felicitación a este grupo de nueve mujeres ejemplares en el Día Internacional de la Mujer. Sus huellas son imborrables.
Nueve damas que ponen en jaque —con inteligencia y coraje— los retos, obstáculos, prejuicios, problemas, estereotipos e imprevistos que enfrentan cada día.
Soy un privilegiado al trabajar con estos seres humanos que aportan, contribuyen y edifican en un país inmerso hoy día en un proceso electoral abundante en odios, incomprensiones y arrogancias.