Según cifras oficiales del Ministerio de Hacienda, el gasto público a octubre del 2023 muestra un crecimiento alarmante con relación a octubre del 2022. Así se desprende del boletín del Ministerio de Hacienda: “Al día con Hacienda: Cifras fiscales a octubre 2023″; publicado en su portal de Internet
El gasto público, a octubre de este año, alcanzó el monto de ¢6.565.227 millones. Para el mismo periodo del 2022, el gasto fue de ¢6.372.608 millones. Esto refleja un crecimiento de ¢192.619 millones (3,0%) a pesar de que a octubre del 2023 la inflación acumulada es -1,55%. Es decir, el crecimiento del gasto público en términos reales es mucho mayor. Esto es evidencia irrefutable de que la voracidad fiscal no se contiene en este Gobierno.
El gasto público sigue creciendo porque este gobierno, al igual que todos los anteriores, no se “compra la bronca” de acabar con los regímenes de pensiones con cargo al presupuesto, ni se enfrenta a la casta burocrática de las universidades públicas para poner fin al FEES, ni mueve un solo dedo para cerrar entidades públicas llenas de expertos en obstaculizar al sector productivo.
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Tenemos un sector público lleno de corrupción, de ineficiencia en la administración de recursos, de privilegios y una planilla excesiva de burócratas. Por tanto, uno esperaría que las acciones de un presidente de la República, que se comprometió a ordenar las finanzas públicas, se traduzcan en una reducción significativa del gasto público en términos absolutos. Sin embargo, el gasto público sigue creciendo en perjuicio del desarrollo económico y social.
El gasto público crece, pero no porque se le haya girado más recursos al Conavi para reparar carreteras, ni porque se invirtió en escuelas y colegios para atender las 1.403 órdenes sanitarias que existían al 26 de mayo de este año, ni porque se está invirtiendo en nuevos hospitales para aliviar la saturación y listas de espera que existe en ellos, etc.
Obviamente el gasto público sigue creciendo porque la austeridad no existe en la agenda del presidente Chaves ni del ministro de Hacienda. El gasto público crece como prueba de que el presidente Chaves tiene como prioridad continuar disfrutando, al igual que sus antecesores, de la piñata fiscal a costa del sector productivo.