En un mercado asegurador, el seguro más dinámico, más sensible a la población y que tiene mayor frecuencia en ser utilizado es el seguro de automóviles.
Hablar del seguro de automóviles hoy, es oportuno. Con ocasión a la EXPOMÓVIL 2019 resulta afín al interés de aquellas personas que han considerado cambiar de vehículo o comprar uno por primera vez.
En primer lugar, el seguro no tiene por qué verse como un requisito necesario para la obtención del crédito sino como el instrumento que permite a una sociedad reponerse patrimonialmente de cualquier desgracia, sea por menoscabo en su patrimonio (alguien lo chocó o choqué a alguien y mi carro se dañó) o por causar daños a otros con el uso del vehículo.
En segundo lugar, nuestro país tiene un problema de infraestructura vial versus el exceso de vehículos en las calles y, desafortunadamente, carece de un sistema de seguro obligatorio que cubra también daños a la propiedad de terceros. Esto es algo tan necesario y tan indispensable para mantener estabilidad económica de las personas y de las empresas que le evitan al Estado costos indirectos como la atención de casos “no asegurados” en los hospitales de la CCSS.
Experiencias que hacen la diferencia. Créanme, por experiencia en este mercado, nos ha tocado observar cómo una empresa o una persona que es responsable de causar daños a otro, debe reponerlo y, al no tener un seguro que responda por ese daño, les corresponde realizar arreglos de pago o se ven en la desesperación de ver embargados sus bienes o su salario por no cumplir con el compromiso de resarcir al afectado.
Cuantías inesperadas por un accidente de tránsito bastan para echar al traste la economía de un hogar o de una empresa. Hemos observado, de otra manera, situaciones en las que el responsable simplemente dice: “de acuerdo, salí responsable, pero tengo una póliza de seguro que responderá por los daños, ruego se contacten con mi aseguradora”, este tipo de frases no tienen precio.
Datos fríos sobre accidentes. El primer error es creer que uno es el mejor conductor y nunca chocará. O chocas o te chocan por múltiples factores, resumidos en la negligencia. Según datos generales del COSEVI:
Categoría de accidente | 2012 | 2013 | 2014 | 2015 | 2016 |
---|---|---|---|---|---|
Solo heridos leves | 7.723 | 10.406 | 10.910 | 11.787 | 13.524 |
Con al menos un muerto y/o grave | 1.940 | 2.170 | 2.115 | 2.263 | 2.513 |
Accidentes daños materiales | 45.950 | 49.398 | 51.932 | 63.558 | 68.049 |
Total de accidentes | 55.613 | 61.974 | 64.957 | 77.608 | 84.086 |
Fuente: http://datosabiertos.csv.go.cr/dataviews/234875/ACCID-DEL-ANO-2015/
Técnicamente, en 5 años han crecido en un 51% los accidentes de tránsito al 2016 en sus distintas categorías y esto no parece detenerse en el tanto la combinación cantidad de vehículos versus infraestructura vial es uno de los principales factores que aumentan la frecuencia de accidentes.
Por eso, no tienen idea de lo barato que es, al menos, tener un seguro de responsabilidad civil que cubra por heridos, fallecidos (por encima del Seguro Obligatorio de Automóviles) y daños materiales.
Presupuesto básico. Tiene un vehículo, entonces debe contemplar en su presupuesto el costo del seguro de responsabilidad civil. Lo más sorprendente es que, un seguro de responsabilidad civil automotor es sumamente barato en comparación con la incertidumbre que genera andar por las vías todos los días sin saber el destino de su suerte: atropellar a una persona; chocar otro u otros vehículos, sean de valor estándar o de alta gama.
El costo de un seguro de este tipo puede rondar aproximadamente entre seis mil (₵6.000) y diez mil colones (₵10.000) mensuales. Esto varía según montos asegurados y modalidades. Por esta módica suma nace la seguridad de cubrir millones de colones ante lesiones, fallecimientos y daños a propiedades. Es inconcebible no tener educación financiera tan básica como ésta porque quien pudo costear el pago de un vehículo, debe tener la capacidad de pagar un seguro.
¿Por qué la “subrogación” juega en su contra si es responsable?
Sí, si esos vehículos a los que usted colisionó tuviesen su propia póliza para cubrirse de los daños sufridos, esa aseguradora los termina reparando: ¿Qué ocurre si la sentencia se dicta en contra suya? Pues es muy sencillo, usted siempre responderá (con o sin pólizas de seguro). Aunque dichos vehículos tengan póliza de seguro, usted sigue siendo responsable de pagar según sentencia; lo que ocurre es que la aseguradora del vehículo -que no sea responsable- indemniza para repararlo por el costo de mano de obra y repuestos pero termina trasladando ese costo a usted como responsable. Si usted no tiene póliza de seguro, usted paga de su bolsillo; si usted tiene póliza de seguro de responsabilidad civil, su aseguradora paga por usted.
Quien tenga un vehículo, valore el presupuesto económico para incluir este tipo de cobertura de seguro, siempre se está expuesto a ser responsable. Ni qué hablar de los casos en los que alguien que lo colisiona no tiene seguro y no tiene con qué pagar, para eso existen las coberturas de daño directo a su vehículo, luego la aseguradora se encarga de lo demás.