Por la libre

Juzgar a un gobernante por sus primeros 100 días resulta por lo general prematuro. Sin embargo, ante la urgencia que imprime la coyuntura tan delicada que enfrenta el país, es oportuno examinar la incipiente gestión de Carlos Alvarado por las señales que ha enviado hasta ahora.



Debo confesarlo: así como me desconcierta ver los candidatos que encabezan la intención de voto, igualmente me perturba que tanta gente educada, leída y entendida de la actualidad nacional salga a apoyar entusiastamente al oficialismo después de todo lo que hemos visto en este gobierno. Por eso, quiero presentar aquí mi caso contra el PAC.