¿Eso se puede? Es una pregunta que con frecuencia las ejecutivas mujeres se hacen. Hay una incomodidad que inhibe de negociar mayormente a las mujeres que a los hombres.
En los Estados Unidos, las mujeres que trabajan a tiempo completo ganan un 83%, en promedio, de lo que ganan que los hombres. Los expertos consideran que en los Estados Unidos no habrá paridad hasta tal vez, el año 2111.
Una de las razones para explicar la disparidad es la falta de negociación por parte de las mujeres a lo largo de esa carrera, comportamiento que se observa desde que inician la vida laboral. El efecto acumulativo de ese patrón de conducta impacta fuertemente la diferenciación en salarios entre hombres y mujeres conforme se va avanzando en la carrera. No es el único factor, pero si es uno sobre el que la mujer puede incidir y tomar control.
¿Eso se puede? Es una pregunta que me han hecho varias clientes mujeres ejecutivas que disfrutan muchísimo de su vida corporativa. Y yo con frecuencia contesto, si, si se puede. Cito algunos ejemplos comunes de ejecutivas:
-Si se puede solicitar un día o dos más para dar una respuesta a una oferta de trabajo porque no estamos listas o seguras de dar el día de “la fecha límite que nos han dado”. Aunque sea difícil hacerlo porque si aceptamos una oferta con inseguridad, puede que nos arrepintamos y es un compromiso al que nos comprometeremos por años.
-Si se puede volver de un permiso de maternidad y luego de tener una carrera corporativa de más de 10 años, dedicándole más de 10 horas al día y algunos fines de semana, volver al trabajo y renegociar que se trabajarán 8 o 9 horas mientras ese bebé es pequeño. Es complejo, porque tal vez en la organización que trabajamos hemos mostrado la cara de ser súper mujeres, pero no hacerlo, para muchas mujeres equivale a truncar sus carreras, o, a vivir con infinita culpa, falta de autenticidad, o enorme tristeza, que las debilita en su proyección y seguridad general.
-Si se puede y se debe antes de aceptar moverse de país averiguar si las condiciones que nos ofrecen en ese ascenso son adecuadas de acuerdo no solo a la paridad poder de compra, sino de acuerdo con el puesto con respecto a otras personas del mismo nivel. No hacerlo, puede significar que cuando ya se movió de país con su familia, se da cuenta que usted gana realmente mucho menos y tiene la misma o más responsabilidad que sus pares.
Negociar para las mujeres no solo no es fácil porque hay una forma de crianza, implícita, en donde complacer a otros, es una forma de ser deseable y que se relaciona con frecuencia con el ser femenina y servicial, pero a la larga puede ser un comportamiento que sabotee a quien lo repite inconscientemente como se ha demostrado en muchos estudios. Gender Bias in Leader Selection? Evidence from a Hiring Simulation Study, Sabine Sczesny,Universität Bern o, Why is John More Likely to Become Department Chair than Jennifer? Molly Carnes, MD, MS, (by invitation) Christie M. Bartels, MD, MS, CAROL ISAAC, PhD, Anna Kaatz, MPH, PhD, and Christine Kolehmainen, MD, MS.
Tal vez eso explique por qué tantas mujeres no negocian porque no es cómodo, porque social y culturalmente no es enseñado y porque también, aquellas que negocian y que no saben hacerlo de forma adecuada, pueden no solo no tener los resultados deseados, sino incluso hacerse mala imagen.
Lo que he aprendido a lo largo de los años negociando, acompañando mujeres a negociar, coacheando o enseñando sobre cómo negociar es que, las mujeres en el mundo ejecutivo no sabemos negociar por nosotras.
Algunas ideas para negociar mejor:
- No sea amenazante. Sea asertiva y firme, pero sea cordial y amable.
- Sea una jugadora de equipo. Cuando negocie no solo negocie pensando en usted sino en el impacto que tendrá en el sistema organizacional.
- Preparación cuidadosa detallada objetiva exhaustiva. Información objetiva, datos, investigación, que respalde su argumento es realmente importante.
A las organizaciones, a la sociedad, a las familias y a las líderes femeninas, a todos, nos conviene un mundo más equitativo, nada malo pasa cuando hay más recursos económicos en manos de mujeres.