En Costa Rica existe esta palabra PEGA para describir una indigestión estomacal. Y existe la costumbre entre las abuelas de frotar el estómago, o las articulaciones para curarla.
Yo veo que estamos con una potencial pega mental de información (o infodemia), ya que no sabemos como lidiar con el exceso de información que nos rodea. No vivimos en la era de la información, sino en la era de la saturación de la información.
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Además, la información que nos llega (a veces ni la buscamos) viene toda revuelta: con distinta calidad, verdadera, falsa, completa, incompleta, etc. Esta semana por citar un ejemplo me llegaron por diferentes medios varios videos y artículos sobre un tema en particular, información contradictoria, afirmaciones contundentes, algunas con ―y otras sin― conocimiento técnico.
Debo confesar que el ciudadano común y corriente, podría ser presa fácil de confusión dependiendo de su situación personal, formación, nivel de estrés, estado emocional, etc.
Estos son ejemplos:
https://www.youtube.com/watch?v=5hz-ZhIMIJA
https://www.youtube.com/watch?v=hnNXGjb3rMQ
El tema hoy es que usted puede encontrar sustento en el Internet para buenas ideas, para malas ideas, y para todo lo que hay en medio. Si usted quiere convencerse de algo, por más descabellado que sea, usted encontrará personas que citan y piensan descabelladamente.
Usted puede convencerse de que hay una conspiración para casi cualquier cosa, por ejemplo, que la tierra es plana: https://www.forbes.com/sites/trevornace/2017/08/22/flat-earthers-declare-solar-eclipse-just-proved-earth-flat/#61326ed26921
Hoy día, para ser competente en nuestros respectivos campos, debemos mantenernos informados y en constante entrenamiento. El dilema es que nuestro cerebro debe determinar, seleccionar y decidir qué conocimiento es digno de ser leído, estudiado, practicado e implementado.
1. Podemos darnos el lujo de no hacer nada, no leer nada, por ejemplo, porque mañana saldrán más artículos que contradecirán este que tengo en mi mano.
2. Podemos, leer como locos y citar artículos de revistas prestigiosas sin integrar en nuestras vidas ningún cambio. Saber la teoría y no implementar nada en la práctica, un profesor nos decía, haga lo que digo, no lo que hago (fatal).
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3. Podemos, prestar atención a la gente que piensa diferente a nosotros. Investigar de buenas fuentes lo que se cuestiona de nuestra forma de pensar o actuar, y eso, es precisamente lo que debemos leer, entender, investigar y aprender. Trabajar en integrarlo: una cosa es leer cómo andar en bici o integrarlo; montarnos a una bici y aprender a dominar el miedo de caernos, a lograr el equilibrio, a pedalear, etc.
Hay una memoria procedural y una memoria declarativa, la memoria procedural, es el ejemplo de la bicicleta cuando aprendemos a montar-andar, la memoria declarativa, es leer y recordar lo que leí al respecto en forma teórica nada más.
Ante la pega mental les recomiendo desconectarse un poco de las pantallas, poner atención a los hábitos de lectura, a su consumo de noticias, a las fuentes de la información que consume habitualmente, mire a su vida con perspectiva, piense qué está bien, qué debe cambiar, qué no está funcionando y entonces, qué necesita aprender.
¿Puede aprenderlo solo? ¿Necesita ayuda para aprenderlo? ¿De quién?
No se deje llevar por el mar de información, sea auto-crítico, no consuma indiscriminadamente lo que le llega y también decida a qué dedicarle su tiempo, sus energías y su capacidad de aprendizaje.
La idea es mantenerse ágil, liviano, flexible y relevante.