En Costa Rica los pagos en el transporte público representan cerca del 50% de todos los pagos que se realizan en efectivo a nivel nacional, así lo indicó el ex Presidente del Banco Central, Rodrigo Cubero, en el lanzamiento del nuevo sistema de pago electrónico en el servicio público de autobús SINPE-TP, que se realizó el pasado 29 de abril.
Nuestro país da pasos firmes para consolidarse como un caso de referencia internacional. Se trata del primer sistema de pagos abiertos en el transporte público alrededor del mundo que un país diseña y construye para operar a nivel nacional, para todo el sistema de transporte y no solo para una ruta o ciudad en particular. La digitalización de los pagos en el transporte público abre las puertas a un mundo más allá del efectivo. El pago electrónico dejó de ser una idea, es una realidad.
El dato reviste particular relevancia para un ecosistema de pagos maduro como lo es el costarricense, en el cual la alta bancarización y la penetración de la tecnología de pagos sin contacto (EMV) ya permite al 82% de la población realizar pagos digitales en prácticamente el 100% los comercios.
Ante esta realidad, el desplazamiento de cerca de 2 millones de transacciones diarias que se realizan en efectivo en el transporte público no es más que un paso natural en la evolución del ecosistema de pagos, al poner a disposición de los pasajeros en los trenes y en los buses la misma experiencia de pago que ya utilizan de forma segura en el resto del ecosistema.
Inicio en buses. En la primera fase del proyecto de pago electrónico se habilitarán progresivamente 200 buses en 6 rutas del Gran Área Metropolitana, siendo las 2 primeras en salir, las rutas de Sabana Estadio y Sabana Cementerio, seguidas por otras rutas de Grecia, Heredia, Cartago y Moravia.
Una alianza privada entre Mastercard y la Cámara Nacional de Autobuseros (CANABUS) ha sido clave para habilitar la tecnología en los buses. El compromiso de los operadores de transporte ha permitido cristalizar los acuerdos necesarios para lograr este gran paso en la modernización del transporte público. Los procesos internacionales de certificación superados por el Banco Nacional, como banco adquirente en esta etapa, garantizan los más altos estándares de seguridad para este tipo de transacciones financieras.
Avances en Incofer. A poco más de 6 meses de haberse implementado el sistema en los trenes del Incofer, cerca del 30% de los pasajeros han reemplazado el uso de monedas y billetes por el uso de tarjetas bancarias sin contacto (prepago, débito, crédito) y de otros dispositivos con esta tecnología (pulseras, relojes, billeteras digitales).
La adopción ha sido progresiva, impulsada más recientemente por el regreso a las universidades y a la normalidad. La experiencia internacional indica que son procesos graduales de adopción, en los cuales la mejor experiencia que viven los pasajeros se va imponiendo paulatinamente sobre otros medios de pago hasta llegar a un punto en el cual el efectivo deja de ser relevante.
Reactivación económica. La aceptación de pagos digitales en los trenes y en los buses está abriendo nuevas oportunidades para beneficio de la industria del transporte y para los pasajeros, incentivando la reactivación de uno de los sectores económicos más golpeados por la pandemia.
Algunos bancos han empezado a estimular el uso del transporte público ofreciendo viajes gratis a los pasajeros al utilizar las tarjetas de débito o crédito, algo nunca visto en Costa Rica, de forma similar a las campañas de descuentos que se ofrecen en algunos restaurantes o en las plataformas de movilidad. El incentivo no pareciera estar en la tasa de adquisición, la cual está regulada por el Banco Central de forma especial para el transporte público en un máximo de 1.5%. Los beneficios e incentivos a los pasajeros empiezan a surgir como resultado de una tecnología de pagos digital que es interoperable, que permite pagar el tren y el bus de la misma forma en que se paga en los comercios.
Acercar, por medio de tecnología, la red de transporte con la red de comercios posibilita la construcción de nuevos modelos comerciales y de negocios por viajes frecuentes que finalmente redundan en beneficios y descuentos para los consumidores.