La Administración Nacional de la Seguridad en el Tráfico en las Carreteras de Estados Unidos (NHTSA, por sus siglas en inglés) informó este viernes 3 de julio que investiga el incendio de un prototipo del constructor eléctrico Tesla, que atrapó temporalmente al conductor y requirió que los bomberos estuvieran más de dos horas para extinguir las llamas.
La causa del incendio del Model S Plaid, ocurrido el pasado 29 de junio, sigue sin determinarse y un abogado, que representa al propietario del automóvil, pidió que el vehículo fuera retirado de circulación.
“Esta es una situación angustiosa y aterradora y un problema grave obviamente”, declaró el abogado Mark Geragos. “Nuestra investigación preliminar está en curso, pero le pedimos a Tesla que deje de lado estos coches hasta que se lleve a cabo una investigación completa”.
Geragos replicó una publicación en la red Twitter que decía que el auto “se quemó espontáneamente” y sostuvo que el conductor “estaba atrapado y pudo haber muerto”. Su bufete publicó una foto que muestra al sedán, que tiene un precio de venta de $129.990, envuelto en llamas.
Tesla, fabricante estadounidense de vehículos eléctricos propiedad del magnate Elon Musk, no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios de la AFP. Los bomberos dijeron que el automóvil estaba en llamas cuando los socorristas llegaron al lugar en un municipio cerca de Filadelfia.
La pesquisa de la NHTSA se produce en momentos en que los reguladores de seguridad en el transporte se centran en accidentes que involucran a vehículos de Tesla y de otros fabricantes de automóviles con sistemas de asistencia al conductor.
El incendio se produjo tras un accidente fatal de un Tesla en el estado de Texas (sur) a principios de este año en el que la policía informó que no había nadie detrás del volante.
Tesla describe al Autopilot como un sistema de mejora de la conducción que, a pesar de su nombre, requiere un operador humano.