Costa Rica lleva más de 200 años de sembrar café. Fue el primer país centroamericano donde se estableció esta industria.
La historia le ha asignado al Padre Félix Velarde ser el primer sembrador, quien en 1816 hace referencia a que posee un solar con plantas de café. El primer cafetal estuvo 100 metros al norte de la Catedral Metropolitana, en San José.
A pesar de esa larga historia, la cultura de consumo del café aún está en construcción y otros países donde ni siquiera se produce nos superan en este tema.
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Con la ayuda de dos baristas, EF le brinda siete consejos para tomar un mejor café.
1. Estudiar el café
El primer consejo es estudiar el café que usted compra en casa, o bien, atreverse a probar otros. Lea sus características y el método de preparación, el cual se indica en ocasiones en el mismo empaque.
Puede, además, experimentar en el proceso. Agregar menos o más agua, por ejemplo, puede resultar en un matiz diferente que tal vez no ha descubierto.
2. Moler en casa
Aunque puede llevar más tiempo y dificultar un poco el proceso, tener el café en grano y contar con un molino en casa es lo ideal. Así, usted puede moler el café en el momento que lo va a consumir, de forma que conserva más sus características.
3. Sin azúcar, por favor
“Un buen café no necesita azúcar y un mal café no se lo merece”, pronunció David Mata, barista de la Asociación de Cafés Finos de Costa Rica y propietario de la cafetería Encafeinados, en referencia a un dicho popular.
Es una costumbre del costarricense agregar una, dos o hasta tres cucharadas de azúcar al café, bien endulzado. Sin embargo, lo ideal es beberlo sin azúcar, con el fin de que su paladar perciba las notas de sabor naturales del café.
Manzana verde, vainilla, caramelo, cáscara de naranja… los sabores que se pueden sentir son múltiples. Las notas ácidas y amargas son propias de esta bebida.
“No estamos muy acostumbrados a tener el paladar para poder degustar un café. Un café debería ser ácido, amargo, dulce y todo esto al mismo tiempo”, mencionó Adrey Salazar, secretario de la Asociación de Baristas de Costa Rica y barista de las cafeterías Franco y Simple.
Un café ligero, más dulce y claro está bien. Se debe borrar la idea de que el café bueno es solo oscuro y pesado.
No obstante, los baristas coincidieron en que el café endulzado es un gusto adquirido, por lo que puede empezar a eliminar el azúcar gradualmente.
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4. El chorreador está bien, pero puede ir más allá
Las cosas que se tienen en casa pueden servir, no es necesario hacer grandes inversiones y contar con mil artefactos.
El chorreador es la forma tradicional de hacer café en Costa Rica y es válido. Pero Salazar acotó que incluso con este método se debe conocer cuál es el tiempo, la temperatura y la molienda adecuados. Este último término se refiere al tamaño del grano que se usa, si es muy fino o más grueso.
Mata contó uno de sus tips cuando usa el chorreador. “Yo recomiendo hacerlo ‘apagado’. Sumergir primero el café en agua caliente para que se infusione. Después de unos tres o cuatro minutos pasarlo por la media. Vendría a funcionar como un método de inmersión”, dijo.
En otras palabras, puede vertir el café en el fondo de un recipiente y agregar agua caliente, de forma que ambos estén en contacto por tres o cuatro minutos. Luego, pasarlo por el chorreador.
No obstante, existen otros métodos como la prensa francesa, que es de fácil manejo e ideal para tener en casa.
Si quiere ir más allá, puede aventurarse con métodos como el V60 o la vandola, pero aprenda cómo usarlos correctamente antes de llevarlos a casa.
5. ¿Y el coffee maker?
El coffee maker, aunque no es la mejor opción, se suele utilizar por rapidez y facilidad.
Si usa este dispositivo, sepa que el agua chorrea en un mismo punto y no moja todo el café que se coloca, lo que hace que se extraigan menos sabores.
Por eso, al usar este método, una recomendación útil es la siguiente: cuando el agua empieza a filtrar, levante la tapa y con una cuchara mezcle todo el café para que se moje por completo.
Además, cuando se termina de filtrar lo aconsejable es quitarlo y no dejarlo sobre el disco que trae el coffee maker, pues este calor provoca que se pierdan componentes del agua.
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6. ¿Cómo lo guardo?
Al abrir el empaque de café, este absorbe oxígeno y humedad que hacen que se pierdan cualidades.
Para evitar eso, un primer consejo es comprar empaques pequeños, de 250 gramos por ejemplo, pues este se gastará más rápido.
El empaque ideal tiene dos características: un método de cerrado y una válvula que permite que salga el dióxido de carbono y evita la entrada de oxígeno que oxida el café. Un café oxidado reseca la boca. Algunos cafés ya vienen en un empaque así; si no, puede conseguir uno.
Si lo va a pasar a un recipiente, este no debe ser translúcido porque la luz afecta el grano. Debe ser un envase opaco.
Lo mejor es mantenerlo a temperatura ambiente. Evite colocarlo en muebles que guarden humedad y mucho menos meter el café a la refrigeradora porque se humedece más.
7. Pregunte y aprenda
Si tiene dudas y quiere empaparse más de este tema, acérquese a su cafetería de confianza o consulte a los baristas. Estos profesionales están más que dispuestos a enseñar sobre la cultura de esta bebida tan costarricense.
“Nosotros estamos buscando compartir ese conocimiento y darles la experiencia bonita de todo lo que hay detrás de un buen café”, expresó Mata.