Adultos de prácticamente todas las edades recibieron los 39.935 títulos de grado y los 4.652 diplomas de posgrado que entregaron las más de 50 universidades públicas y privadas que operan en Costa Rica en 2024: el último registro disponible.
Para poner la variedad etaria en contexto, los títulos de bachillerato y licenciatura fueron a manos de personas desde los 18 hasta los 76 años; mientras que, en el caso de los posgrados, la edad de partida fueron los 22 años y también llegaron hasta los mismos 76 años.
EF revisó en detalle las cifras de graduación de 2024 y le explica a qué edad se gradúan los costarricenses de la universidad y cuándo sacan un posgrado.

Graduación básica
Dos de cada tres títulos de bachillerato y licenciatura que se entregaron en 2024 fueron a personas de 30 años o menos, principalmente a personas de entre 25 y 30 años. Un 34,8% de los títulos emitidos en el país fueron a personas de ese rango etario, mientras que otro 28,6% a menores de 25 años.
Este dato se explica por varios fenómenos; entre ellos, que no todos los estudiantes que salen del colegio con 18 años logran graduarse de la universidad en los seis años posteriores y que hay dobles titulaciones de estudiantes que ya habían cursado una primera carrera.
Por otra parte, uno de cada tres títulos de grado fueron a manos de personas de 31 años o más.
De ese 35% total, un 25% correspondió a personas menores de 40 años; un 8,2% a personas de entre 40 y 50 años; y apenas un 1,9% a personas de 51 años o más.
Ese último grupo es el más pequeño, pero también retrata la amplitud de la graduación universitaria costarricense en términos etarios. Incluso hubo 40 adultos mayores que recibieron diplomas.
Graduación de posgrado
En materia de posgrados, como maestrías o doctorados, más de la mitad de los títulos entregados en 2024 los recibieron personas de entre 31 y 40 años.
Otro 17,6% los recibieron personas de 25 a 30 años, y otro 16,2% fueron emitidos para personas de entre 41 y 50 años.
Solo un 1,7% de las personas que recibieron títulos de posgrado lo hicieron con 24 años o menos (79 graduados), pues se requiere de formación previa universitaria (bachillerato o licenciatura) para llegar a ese punto.
Por otra parte, un 9,8% de los títulos fueron para personas de 51 años o más y, entre ellos, hubo 31 certificaciones para adultos mayores.
Diferencias por sector
La edad promedio de los estudiantes que se gradúan de bachillerato y licenciatura en todo el país fue de 29,8 años en 2024.
Sin embargo, el dato varía entre universidades públicas y privadas. En las ‘u’ públicas el promedio es de 27,8 años mientras que en las privadas es de 30,9 años.
En cuanto a los posgrados, el promedio a nivel nacional es de 38,1 años, pero ocurre el mismo fenómeno al dividir los registros por sector universitario.
La edad promedio de las personas que recibieron las maestrías y los doctorados en 2024 fue de 36,7 años en las ‘u’ públicas y de 38,8 años en el sector privado.
La diferencia entre universidades públicas y privadas se explica por varios motivos.
Por ejemplo, las pruebas de admisión a universidades estatales usualmente son aplicadas por estudiantes que recién salen de secundaria, y entonces ingresar a este tipo de centros por primera vez suele ser menos atractivo para personas que no lo hicieron en ese momento.
Además, estudiar en centros privados implica pagar montos relevantes por concepto de matrícula; lo cual, en algunos casos, puede repercutir en la rapidez del avance académico.
Los investigadores del Programa Estado de la Nación (PEN) también han señalado sistemáticamente una falla a nivel general en el sistema universitario del país. Según han redactado, las universidades carecen de “un énfasis claro en la eficiencia de graduación” con metas concretas o señales de seguimiento.
Asimismo, la entidad ha subrayado en distintas ocasiones que hay bloques de la población que entran tarde al sistema universitario o que lo hacen con bases de secundaria “deficientes”, lo cual “se traduce en problemas de permanencia y afecta los tiempos de graduación”, según comentaron en su último informe del Estado de la Educación, publicado en 2025.

