Las personas contagiadas de COVID-19 ahora deberán realizar un aislamiento obligatorio de solo siete días, tres menos que antes, a partir del inicio de los síntomas de la infección o diagnóstico asintomático a través de prueba de laboratorio.
El Ministerio de Salud actualizó sus lineamientos de vigilancia de la enfermedad, en consonancia con las acciones que se han tomado a nivel internacional, tras la explosión de casos ocasionada por la variante ómicron del virus.
Los trabajadores de la salud tendrán su propio esquema. Ellos deberán realizar un aislamiento de 10 días. Este período es más largo que el de la población general, pero cuatro días más corto del que realizaban hasta ahora.
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El mismo esquema aplica para colaboradores o residentes de hogares de larga estancia, funcionarios y privados de libertad en centros penitenciarios, cuidadores de personas adultas mayores, y personas inmunosuprimidas o con discapacidad.
Las decisiones, indicó Salud, se realizan “tomando en cuenta la situación epidemiológica”.
La cartera también amplió la posibilidad de confirmar contagios por nexo epidemiológico. Anteriormente, se podía confirmar el caso de una personas con síntomas por nexo con otra persona contagiada, únicamente cuando las personas conviviesen en el mismo domicilio. Ahora, también se podrán confirmar casos por nexo epidemiológico de personas que presenten síntomas y hayan estado en contacto cercano con otro caso confirmado, 48 horas antes o hasta 14 días después de que esta mostró sus primeros síntomas.
La reducción de días de aislamiento ya se ha aplicado en otras partes del mundo, como Estados Unidos y diversos países europeos. España, por ejemplo, acordó la reducción de 10 a siete días desde finales de diciembre pasado y, antes, Estados Unidos había hecho lo propio, aunque de 10 a cinco días.
Expertos en epidemiología señalan que la reducción en los días de aislamiento supone asumir “un riesgo” científicamente detectado. Si bien es posible que muchas personas reduzcan considerablemente su capacidad de infectar a otras en menos de siete días, el fenómeno puede ser persistente por más tiempo, principalmente en personas no vacunadas o con problemas inmunitarios.