Joe Biden, el actual presidente de Estados Unidos, tuvo un primer debate presidencial para el olvido.
El mandatario de 81 años, que busca reelegirse en noviembre próximo, se mostró titubeante, algunas veces sin la fuerza necesaria en su voz para expresar sus ideas de manera comprensible y en una ocasión incluso sufrió un lapsus, en el que perdió el hilo de lo que estaba diciendo y terminó asegurando que su gobierno había derrotado al programa Medicare, una política sanitaria de la que más bien se enorgullecen él mismo y su Partido Demócrata.
President Biden froze and then had a verbal blunder, saying he “beat Medicare,” minutes after he kicked off his debate with former President Donald Trump on Thursday pic.twitter.com/enAH0xG13a
— New York Post (@nypost) June 28, 2024
La situación fue caótica y el expresidente Donald Trump la aprovechó para insinuar —como ha hecho cada vez que ha podido— que el actual presidente no está en plena facultad mental para continuar en el cargo. Ante otra intervención de Biden, Trump incluso llegó a responder que no logró descifrar qué había dicho el actual mandatario y remarcó: “creo que él tampoco sabe lo que ha dicho”.
La imagen de Biden se vio tan descompuesta que incluso coincidieron en ello las cadenas Fox News y CNN, a pesar de sus posiciones políticas y culturales diametralmente opuestas. Además, la principal opositora de Trump en la contienda interna republicana, Nikki Haley, llegó a pronosticar a través de su cuenta en X (antes conocida como Twitter) que Biden ni siquiera podrá terminar la campaña como candidato oficialista en las papeletas. “Recuerden mis palabras”, retó.
Mark my words….Biden will not be the Democrat nominee. Republicans, get your guard up!
— Nikki Haley (@NikkiHaley) June 28, 2024
Ante los constantes deslices de Biden, los continuos ataques de Trump y las repercusiones del primer debate presidencial en Estados Unidos. ¿Es factible para los demócratas cambiar a su candidato?
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Estrecha (pero existente) posibilidad
Que el Partido Demócrata pueda cambiar a Joe Biden como su candidato, a solo cuatro meses para las elecciones de noviembre, es una tarea casi imposible; aunque no del todo.
El escenario más accesible para ello sería que el propio Biden abandonara la contienda por su cuenta.
Biden tiene más de 3.900 delegados quienes están obligados a apoyarle en la convención demócrata, programada para efectuarse el 19 de agosto en Chicago, a menos que él voluntariamente se retire. Sin embargo, la campaña del actual mandatario ha descartado en múltiples ocasiones ese escenario, incluido este mismo viernes 28 de junio.
En caso de que Biden cediera, explicó NBC News, nuevos precandidatos tendrían que surgir y obtener el respaldo de la mayoría de los 4.000 delegados del partido o, en caso de una disputa reñida, de la mayoría de los más de 700 superdelegados (legisladores y dignatarios).
La otra vía para apartar a Biden de la contienda presidencial estadounidense sería hacerlo en contra de su voluntad. Esta sería una tarea casi imposible, según explican analistas a medios internacionales.
Para sustituir a Biden en contra de su voluntad, los demócratas tendrían que anular los resultados de las elecciones internas (primarias), en las cuales el actual presidente triunfó prácticamente sin oposición alguna.
De nuevo según explicaciones de NBC News, las normas internas del Partido Demócrata también facultan la sustitución de su candidato presidencial cuando este fallezca, cuando dimita o por incapacidad.
No obstante, cualquier movida para sustituir a Biden en contra de su voluntad podría resultar demasiado arriesgada. Por un lado, podría generar divisiones internas en el partido que decanten la contienda en favor del republicano Trump y, por otro, podría debilitar la candidatura de Biden en caso de que finalmente quede en firme en un duelo de voluntades.
No obstante, la desmejorada imagen de Biden podría ser decisiva en medio de una campaña cuyas encuestas vaticinan reñida. En el primer sondeo de CNN después del debate, un 67% de los televidentes identificó como claro ganador a Trump, en un momento en el que el presidente demócrato urge de convencer votantes indecisos.
Unidad y otras candidaturas
Son pocos los nombres que se mencionan como alternativas presidenciables por parte del Partido Demócrata. En parte, por eso el presidente Joe Biden logró un apoyo tan holgado para buscar su reelección en el cargo, a pesar de su desgaste como mandatario y de las críticas por su estado de salud.
No obstante, hay algunos personajes demócratas que destacan.
Uno de los principales nombres es el del actual gobernador de California, Gavin Newsom. Sin embargo, este ha sido uno de los principales colaboradores de campaña de Biden y recién este jueves calificó como “inútil e innecesario” el debate sobre una sucesión del actual presidente.
Otro de los nombres es el del gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, quien aseguró este viernes a la cadena MSNBC que los demócratas deberían dejar de preocuparse y empezar a trabajar. “Sentarse y preocuparse no es la respuesta”, añadió.
Otros nombres sobre la mesa son los de la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, y el de la actual vicepresidenta Kamala Harris, quien es altamente impopular entre los votantes.
Ésta última, sin embargo, incluso intentó bajarle el tono al fracaso de Biden en el debate de este jueves y afirmó que “hubo un principio débil, pero un final fuerte”, en una frase que el medio español El País se atrevió a calificar como “una mentira piadosa”. Whitmer, a su vez, reafirmó su apoyo a Biden este viernes, al contrastarle con Trump.
Al menos oficialmente, el Partido Demócrata busca proyectar una imagen de unidad; aunque en redes sociales y foros privados asesores, donantes y miembros del Partido Demócrata alimentan el debate.
En esa línea, el gobernador de Massachusetts, Stephen Lynch, aseguró que el Partido Demócrata ciertamente tiene “decisiones que tomar como partido”. “(Biden) Es un hombre muy bueno y decente, pero su actuación de anoche fue terrible”, añadió, en un tono mucho más dubitativo, en declaraciones a The Wall Street Journal.
Los demócratas aún no realizan la nominación definitiva del presidente Biden como su candidato oficial. Sin embargo, este espera formalizar su postulación en agosto. Al menos por el momento.