Hacer un intercambio estudiantil y conocer Estados Unidos, Europa o incluso un país de Asia es uno de los sueños de muchos colegiales, pero pocos tienen la posibilidad de acceder a una oportunidad de este tipo.
Los programas de intercambio van más allá de aspectos académicos, pues incluyen también experiencias culturales, asesorías y de formación en otros aspectos de la vida.
En Costa Rica hay varias entidades que se dedican a organizar intercambios, algunas sin fines de lucro y otras como un nicho de negocio. EF consultó a cuatro de ellas para conocer detalles de sus programas.
Experiencia internacional
La organización internacional sin fines de lucro AFS es una de las que tiene sede en Costa Rica. Cada año traslada a unos 60 colegiales costarricenses al extranjero a través de sus programas enfocados en educación.
Al ser una red internacional, ofrece una amplia cantidad de destinos: un total de 60 países.
My Exchange, por su parte, se enfoca en intercambios culturales y tiene un catálogo de 14 países. Cada año está llevando hasta 10 estudiantes ticos al extranjero; aunque apuntan a duplicar esa cantidad, desean priorizar la atención personalizada.
En estas dos primeras instituciones, la duración de los programas y los costos tienen similitudes.
La tercera organización es ECA, que trabaja con hasta 200 colegiales por trimestre. La entidad busca darle un giro al concepto tradicional de intercambio por lo que apuestan por experiencias de aprendizaje experiencial y con duraciones más cortas, lo que se traduce en costos menores.
El cuarto organismo es CISV, una organización no gubernamental (ONG) global, enfocada en educación no formal y conformada por voluntarios. Tiene presencia en 75 países y está en Costa Rica desde hace 65 años.
A continuación explicamos algunos aspectos que debe tomar en cuenta para optar por un intercambio con alguna de estas tres organizaciones.
¿De qué depende el costo?
Los precios incluidos en la tabla que acompaña esta nota son los rangos aproximados del costo de los programas, desde los más cortos y hasta los más extensos.
No obstante, el precio final dependerá no solo de la duración del intercambio, sino también del país o países incluidos en el paquete. Estos son detalles que debe consultar en cada organización.
“Va a ser una inversión más interesante y una experiencia más enriquecedora un programa semestral o anual, porque la inversión se diluye más en el tiempo”, acotó Manfred Pereira, director del Programa de Intercambio Cultural de My Exchange.
La cuota a pagar usualmente contempla un seguro internacional, el hospedaje, el boleto de avión ida y vuelta y el acompañamiento antes, durante y después de la experiencia.
En el caso de CISV, las familias deben sumarle al costo del programa el boleto aéreo del participante, pero también abonar la cuarta parte del tiquete del líder, quien es el adulto a cargo de la delegación.
Hospedaje en familias
AFS y My Exchange hospedan al estudiante con una familia receptora en el país destino, la cual se identifica con anterioridad y debe cumplir ciertos requisitos.
Tome en cuenta que, en el caso de AFS, la organización pide que las familias que envían a un joven al extranjero reciban también de forma voluntaria a un estudiante que viene del exterior a tener la misma experiencia en Costa Rica.
Este alojamiento puede ser antes, durante o después de que el estudiante tico esté de intercambio. Si la familia no puede, debe identificar a un familiar, vecino o amigo que hospede al extranjero.
Por su parte, ECA no recurre a familias, sino que ubica a sus participantes en hospedajes exclusivos para grupos o en residencias universitarias.
Requisitos
Cumplir con el rango de edad y cancelar la cuota de participación no le dará el derecho automático al joven de participar en un intercambio. Las tres organizaciones revisan otros elementos que son parte del proceso de selección y que, en ocasiones, responden a regulaciones de los países de destino.
Es usual que se solicite que el estudiante apruebe todas sus materias en el colegio donde estudia: My Exchange pide al menos 7 o 70 de nota mínima en promedio, que aumenta a 8 o 80 en AFS.
También puede incluirse en el proceso previo un periodo de preparación de cara al viaje, el cual puede variar de unas semanas o hasta los tres meses en el caso de ECA.
Tener un buen nivel de inglés es preferible, pero algunos programas requieren incluso que el estudiante tenga cierto conocimiento del idioma del país destino, por ejemplo alemán o francés.
Además, se suele realizar una entrevista en la que se profundiza en las características e intereses del joven y de la familia.
En My Exchange también revisan el historial médico para estar preparados ante cualquier eventualidad o necesidad especial.
Becas
AFS tiene vigente oportunidades de becas, especialmente dirigidas a estudiantes de colegios públicos, de zonas costeras o rurales.
La organización tiene presencia en 32 comunidades del país y cada año elige a cinco para seleccionar a los becarios. Este año ha enviado a 12 jóvenes totalmente becados a Italia.
ECA aplica otro sistema. La entidad tiene alianzas con colegios y los estudiantes elegidos que provengan de estos centros educativos pueden optar por una reducción de costos que varía entre los $500 y $900, según cada caso.
Por su parte, My Exchange no tiene un programa de becas pero su representante afirmó que esperan ofrecer este tipo de oportunidades más adelante.
Actividades extra
Como parte de los programas de intercambio las organizaciones agregan otras actividades, además del viaje internacional.
Las tres instituciones ejecutan una etapa previa de preparación. Por ejemplo, AFS tiene campamentos antes, durante y después del viaje.
ECA incluye un curso previo virtual de tres meses en el que se estudian temáticas que luego se profundizarán en el extranjero. La entidad incluye temas como deporte, cultura, autoconfianza o manejo de dinero. Además, trabaja directamente con algunos colegios.
“Los estudiantes aprenden participando en experiencias interactivas (...). Es como una gira de lo que ya se estudió en clase. Hablamos sobre la Segunda Guerra Mundial y en el programa visitamos un campo de concentración, por ejemplo”, explicó Alliso Aguilar, coordinadora de Programas de ECA.
My Exchange realiza también actividades de preparación y orientación, y elaboran un reporte mensual para los padres.
Estatus
Si su preocupación es el estatus legal de su hijo o hija durante el intercambio, tome en cuenta que estas organizaciones se encargan de ello.
En AFS, por ejemplo, tramitan para cada joven una visa de residencia de estudiante en cada país.
“Tienen un estatus más protegido que las que viajan con estatus de turista”, mencionó Floria Arias, directora ejecutiva de AFS.
Experiencia multicultural
El enfoque de CISV tiene en la mira las experiencias multinacionales. Tiene cinco programas disponibles con distintos enfoques: debate de temas, conciencia global, liderazgo, convivencia, entre otros.
El participante no va a una centro educativo formal, sino que, a través de estas experiencias, comparte con delegaciones de otros países en actividades tipo reuniones o campamentos.
“En CISV facilitamos ambientes de educación no formal donde los participantes desarrollan destrezas y las aplican en proyectos educacionales para jóvenes que están filosóficamente alineados con los objetivos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco)”, comentó la entidad mediante correo electrónico.
Al tener programas para adolescentes más jóvenes, los grupos de estudiantes suelen ser liderados por una persona adulta, además de que se suma personal de apoyo.
¿Y los mayores de edad?
La edad de los programas colegiales depende de cada país al que se viaje. Lo usual es que la edad límite sea inferior a los 18 años, pero hay algunas excepciones.
Las tres organizaciones poseen también programas para universitarios, especialmente para personas entre 18 y 25 años.
Por ejemplo, AFS ofrece una oportunidad para este grupo etario que es patrocinada por el gobierno de Alemania. Este aplica para personas entre 18 y 27 años.
Los jóvenes deben tener como mínimo un nivel A2 de alemán y el costo es de $2.000 por un año con todo incluido. La inversión es menor justamente porque está auspiciado por el gobierno del país europeo.
Nota actualizada el 5 de setiembre.