El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) dio a conocer los resultados del censo poblacional realizado en 2022 con un faltante de 39% de las viviendas sin censar. Esta situación genera un perjuicio importante en la políticas públicas, según la ministra de Planificación (Mideplán) Laura Fernández.
“Consideramos, técnicamente y metodológicamente, que el censo fracasó”, aseveró Fernández en conferencia de prensa tras publicarse los datos.
El INEC considera que el censo fue parcial, ya que casi cuatro de cada diez viviendas no fueron censadas. Por otra parte el Ejecutivo asegura que el resultado es una estimación y no un censo.
Algunas de las repercusiones de ese faltante de 39% podría perjudicar la formulación de políticas públicas y productos como el Índice de Desarrollo Social del Mideplán.
Para la realización del censo se invirteron cerca de $24 millones. Rodrigo Chaves solicitó a las personas que representan al Consejo de Gobierno y Banco Central en la Junta Directiva del INEC a iniciar una investigación sobre lo que consideran fracaso del censo y el uso del monto invertido.
“A raíz de esta cobertura limitada que se tuvo, el INEC procedió a hacer cruces de estimaciones metodológicas de forma tal que pudieran arrojarnos datos con margenes de confianza producto de estimaciones”, indicó Fernández.
El INEC informó que algunas de las razones por las que no lograron amplia cobertura fueron: temor a suministrar información y ser víctima de una estafa; o bien dudas sobre la seguridad de los datos debido al hackeo padecido por varias entidades públicas.
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