El Gobierno convocó para sesiones extraordinarias el proyecto de Ley para Eliminar el Impuesto sobre la Venta de Cerveza Importada (23.275), presentado por diputados del Partido Liberal Progresista (PLP), apenas en agosto pasado.
El plan ya fue dispensado de trámite por los diputados en el Plenario legislativo, lo cual les permitiría discutirlo más rápidamente, sin pasar por comisiones legislativas.
El tributo que se pretende eliminar es una carga impuesta en la Ley Sobre la Venta de Licores, de octubre de 1936. Se trata de una carga del 10% que sobre el costo total de la importación que se cobra a los patentados para la venta de licores en el país.
No se relaciona con el Impuesto al Valor Agregado (IVA): la tasa del 13% que siempre se cobra a los consumidores de las bebidas alcohólicas en su factura final.
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Según Eliécer Feinzaig, jefe del PLP y uno de los proponentes del proyecto, eliminar el impuesto permitiría dejar atrás una distorsión tributaria que afecta solo a unas cervezas y no a todas. Actualmente el tributo no se paga por la venta de cervezas nacionales, estadounidenses o mexicanas, por exclusión directa de la ley o por acuerdos comerciales; pero sí por algunas bebidas de otras zonas como Asia o Europa, según mencionó.
“Actualmente estamos dándole un trato discriminatorio a estas otras cervezas importadas y el riesgo de esto es que eventualmente alguno de estos países presente alguna denuncia en la Organización Mundial del Comercio (OMC), como sucedió con el aguacate”, esgrimió el congresista, como una de sus principales justificaciones para impulsar el proyecto.
El trámite
El proyecto de ley ya fue dispensado de trámite por los diputados de la Asamblea Legislativa.
Esto quiere decir que el plan se podrá tramitar en el Plenario legislativo de forma expedita, sin pasar por ninguna comisión específica para su estudio.
La dispensa la apoyaron 47 diputados de todas las fracciones, con excepción de los seis legisladores del Frente Amplio (FA). Dicha votación hace previsible su aprobación.
El proyecto tendría que recibir el respaldo de al menos 38 congresistas en su discusión final, por tratarse de una modificación en materia de impuestos.
El dinero recaudado por el tributo, dice la ley, se debe girar al Instituto de Fomento y Asesoría Municipal (IFAM).
Por el impuesto a la importación de cerveza se recaudaron unos ¢359,31 millones en 2021 y menos de ¢1.000 millones, en general, durante los últimos cuatro años.
Según el diputado Feinzaig, dichos montos son pequeños y la aplicación del gravamen más bien podría implicar algún perjuicio peor para el Estado costarricense si algún actor interesado decide emprender algún proceso contra Costa Rica.
“Es una recaudación anual realmente baja”, afirmó el congresista. “(Para este trámite) se le plantearon consultas a Hacienda, al Ministerio de Comercio Exterior y al Ministerio de la Presidencia, que dieron respuestas positivas y muy a favor del proyecto, porque el Gobierno sabe que este incumplimiento podría eventualmente resultar en un litigio internacional que le costaría a Costa Rica bastante más caro”, dijo este 18 de octubre, en el Plenario legislativo.