China decidió este lunes 17 de octubre aplazar sine die la publicación de las cifras de crecimiento del tercer trimestre, así como de otros indicadores económicos, al día siguiente de iniciarse el Congreso del Partido Comunista en el que el presidente Xi Jinping aspira a un tercer mandato.
La Oficina Nacional de Estadísticas debía presentar este martes una serie de indicadores, entre ellos el dato del PIB para el tercer trimestre, que muchos analistas pronosticaron que será el más débil desde 2020, con la economía lastrada por las restricciones anticovid y una crisis inmobiliaria.
El organismo anunció de manera sorpresiva que la publicación de los indicadores se ha visto "aplazada", pero no ofreció ninguna explicación acerca de este inusual cambio de última hora.
Zhao Chenxin, un alto cargo de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reformas, dijo a los periodistas el lunes que "la economía repuntó significativamente en el tercer trimestre", y que "desde una perspectiva global, el desempeño de China sigue siendo sobresaliente".
Pero muchos analistas creen que la segunda economía mundial tendrá serios problemas para alcanzar su objetivo de crecimiento para este año, en torno al 5,5%.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó recientemente su previsión de crecimiento para China al 3,2% para 2022 y al 4,4% para 2023.
Un grupo de expertos consultados por la AFP la semana pasada proyectaron que la economía crecerá un 3% en 2022, lejos de la expansión de un 8,1% de 2021.
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La semana pasada, las autoridades aduaneras habían retrasado la publicación de las cifras comerciales de septiembre, sin dar explicaciones.
La Oficina Nacional de Estadísticas indicó este lunes que también se aplazará la difusión de indicadores inmobiliarios y el de las ventas minoristas.
El impacto del covid
Nick Marro, del Economist Intelligence Unit, dijo a AFP que las informaciones disponibles apuntan a un "dato realmente malo" del PIB en el tercer trimestre, "justo cuando el Partido está concentrado en destacar sus logros".
Alicia García Herrero, economista jefa de Natixis, abundó afirmando que "nada, ni siquiera la publicación de los datos del PIB, puede perturbar la coronación de Xi Jinping".
El retraso además “pone a China en una encrucijada“, porque si la oficina de estadísticas acaba publicando “un dato mejor de lo esperado, tendrá inevitablemente que afrontar preguntas sobre la veracidad” de esos datos, incidió Nick Marro.
La economía china se ha visto golpeada por la estricta política de cero covid aplicada por el gobierno.
Este país es la última de las grandes economías que sigue esta estrategia, que implica restricciones de viaje, pruebas masivas a la población y cuarentenas obligatorias.
También implica confinamientos abruptos y estrictos que afectan también a negocios y a la industria, lo que ha provocado interrupciones en la producción y ha afectado con fuerza el consumo.
China afronta además una crisis sin precedentes del sector inmobiliario, que históricamente ha sido uno de los motores del crecimiento económico y que junto con la construcción representa un cuarto del PIB del país.
Tras años de un crecimiento robusto gracias al acceso a créditos fáciles, China lanzó una campaña para controlar el excesivo endeudamiento en 2020.
Ahora los precios inmobiliarios caen en todo el país, lo que dejó a muchos constructores en dificultades en la medida que muchos propietarios se niegan a seguir pagando hipotecas por viviendas sin terminar.