Desde un gran acuerdo nacional para reformar Colombia hasta dialogar con Estados Unidos sobre la crisis climática, pasando por la defensa del capitalismo. Gustavo Petro se apartó de las ideas radicales en su primer discurso como primer presidente electo de izquierda en el país sudamericano.
El senador y exguerrillero de 62 años asumirá el poder el 7 de agosto por un período de cuatro años, quebrando una larga tradición de gobiernos conservadores y liberales. El hecho da inicio a una nueva era política sobrecargada de expectativas y no pocos temores.
La situación de Colombia no es ajena para Costa Rica. El país tiene una larga historia de relaciones bilaterales con esa nación, con lazos principalmente comerciales y de cooperación ambiental y en seguridad.
A continuación algunos de los apartes de su primer mensaje al país y a la región.
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Máximos consensos
Ante las heridas y división que dejaron los comicios en Colombia, como ha sido usual en los últimos procesos electorales de Latinoamérica y el mundo, al nuevo presidente colombiano llamó a buscar “un gran acuerdo nacional para construir los máximos consensos” en favor de las familias colombianas.
“No es un cambio para profundizar el sectarismo en Colombia (...) el cambio consiste precisamente en dejar el odio atrás, en dejar los sectarismos atrás”, afirmó en su primer discurso como mandatario electo. “Nosotros queremos que Colombia en medio de su diversidad sea una Colombia (...) necesitamos del amor, entendida la política del amor, como una política del entendimiento, del diálogo, de comprendernos los unos a los otros”, añadió.
El mensaje de unión es positivo para un país que en los últimos años se vio inmerso en altos niveles de conflictividad social. Sin embargo, todavía es apenas una promesa que deberá plasmarse en el ruedo político colombiano, acostumbrado a un poder totalmente distinto.
Diplomacia ambiental
Un punto de peso para Costa Rica en el primer discurso del presidente electo Petro es la promesa de desarrollar aún más la diplomacia ambiental de ese país. Por un lado, Colombia puede representar un acompañante de peso para la conservación ambiental en el mundo; pero, también, un competidor en esta materia, que representa también réditos turísticos y de financiamiento internacional.
”Queremos que Colombia, y será la prioridad de la política diplomática, se coloque al frente en el mundo de la lucha contra el cambio climático”, apuntó el mandatario. “Llegó el momento de sentarnos con el gobierno de los Estados Unidos y dialogar sobre lo que significa el hecho de que allá se emita como casi en ningún otro país gases efecto invernadero que aquí asumimos con nuestra selva amazónica”, afirmó en su primer discurso.
La diplomacia ambiental no es nueva para Colombia y la región. Por ejemplo, Costa Rica, Estados Unidos, Ecuador, Panamá y ese país recién firmaron un memorando de apoyo para el Corredor Marino del Pacífico Este Tropical (CMAR), en el marco de la Cumbre de las Américas, en territorio norteamericano. Ese es un territorio de interés para estos países, que comparte las isla Cocos, Coiba, Galápagos, Gorgona y Malpelo.
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Capitalismo
Como primer presidente de izquierda en Colombia, Petro también buscó calmar los ánimos sobre “mentiras y miedo” que, desde su punto de vista, se instalaron en medio de la campaña electoral. “(Se dijo) que íbamos a expropiar a los colombianos, que íbamos a destruir la propiedad privada”, anotó.
Petro afirmó que su mandato “desarrollará el capitalismo en Colombia”. Según dijo, lo hará “no porque lo adoremos, sino porque tenemos primero que superar la premodernidad, el feudalismo, los nuevos esclavismos” para buscar “una nueva economía productiva”.
“Solo sobre la base de crecer económicamente, de producir, es que podremos entonces también redistribuir (...) para que la sociedad sea más igualitaria”, indicó.
La promesa de la redistribución, sin embargo, no libra a Petro de ganar detractores y generar tensiones. Un nuevo orden de prioridades de inversión o de distribución de cargas impositivas implica cambios de peso para sectores que pueden ser importantes en la economía de su país.
Costa Rica tiene una amplia relación comercial con Colombia. De hecho, el país suscribió desde 2013 un tratado de libre comercio (TLC) con ese país, el cual entró en vigencia desde 2016.
Las exportaciones a Colombia alcanzaron un punto récord en 2021 y principalmente corresponden a plomo en bruto, prótesis de uso médico, productos laminados de hierro o acero, envases de vidrio y llantas.
En cuanto a importaciones, el país también registró cifras máximas el año pasado y trajo de territorio colombiano mayoritariamente textiles, medicamentos, insecticidas y fungicidas, láminas y placas de plástico, y perfumes.
Oposición
Petro también afirmó que no utilizará el poder “en función de destruir al oponente”. ”Habrá oposición indudablemente y quizá férrea y quizá tenaz y quizá no la entenderemos, pero en este gobierno nunca habrá persecución política, solo habrá respeto y dialogo. Es así como podemos construir el gran acuerdo nacional”, subrayó.
El gobernante apunta a una política de consensos, en un escenario político en el que sabe que podrá avanzar poco o nada sin ellos.
Tras las últimas elecciones legislativas de su país, el 13 de marzo pasado, su partido Pacto Histórico se dejó apenas 28 casillas de 188 en la Cámara de Representantes, en donde conviven 21 fuerzas políticas; mientras que en el Senado alcanzó 20 de las 108 curules, ocupadas por 12 agrupaciones distintas.
Paz y amor
Por último, el colombiano prometió que “paz en Colombia” a partir del 7 de agosto. Llamó a ”lograr que las armas dejen de disparar, que las armas dejen de usarse y de existir por fuera del Estado”, entre otros de sus planteamientos de inicio de mandato.
Colombia atravesó fuertes protestas durante el gobierno del presidente saliente Iván Duque.
Él impulsó reformas tributarias al inicio y hacia el cierre de su gestión, las cuales provocaron enormes revueltas sociales en 2021, en pleno impacto de la pandemia de COVID-19. El descontento con la política impositiva del gobierno de Duque explicó, en parte, la elección de Petro.
Ahora, Petro intentará aplicar el cambio que promete sin revolver más las aguas en las que nadará.