Claudia Dobles Camargo no cumplirá el rol tradicional de la primera dama en el gobierno de Carlos Alvarado. Su función será de project manager (gestora de proyectos) y trabajará activamente en iniciativas de movilidad y planeamiento urbano.
Durante la primera ronda de la campaña electoral mantuvo un perfil bajo, no aparecía en anuncios y acompañaba muy poco al entonces candidato del Partido Acción Ciudadana (PAC).
Un día, antes de las elecciones del 4 de febrero, se sentó a conversar de forma franca y transparente con su esposo. Fue entonces cuando decidió sumarse a la carrera política de Alvarado, pero el nuevo camino implicó definir el papel que desempeñaría.
Fue clara. No iba a trabajar en lo que habitualmente hacen las primeras damas, lucha contra la pobreza, programas sociales y proyectos de educación. Dobles asumió el reto, pero quiso convertirse en la project manager del Gobierno.
Ella misma armó su propio portafolio de proyectos con dos grandes temas de la agenda nacional: movilidad y planificación urbana.
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En la carpeta de movilidad asumió la coordinación del Tren Rápido de Pasajeros (TRP), la sectorización del transporte público y el pago electrónico de buses.
Mientras que en planificación urbana impulsará políticas públicas para garantizar que la clase media tenga acceso a vivienda y la intervención de asentamientos humanos informales (precarios).
EF conversó con la Claudia Dobles el pasado lunes 28 de mayo en su despacho. El resultado es una entrevista que redefine la labor de la Primera Dama.
Filosofía out of the box
Pensar fuera de la caja (thinking outside the box), es una metáfora para ejemplificar a aquellas personas que piensan diferente, que se salen de su ritmo habitual para impulsar cambios.
Dobles es arquitecta graduada de la Universidad de Costa Rica (UCR), trabajó en el sector privado en labores de planificación urbana, diseño y gestión de proyectos.
Cuando se le presentó la oportunidad de asumir como Primera Dama, decidió hacerlo para aplicar sus conocimientos en la trabada, burocrática y, a veces, compleja administración pública.
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Quería convertirse en una gerente de proyectos que pudiera coordinar iniciativas importantes para el país en los campos que ella domina, fue así como decidió levantar varias banderas, pero la más importante es la de generar diálogo entre instituciones.
Reconoce que muchas veces las cosas no suceden en el país porque las entidades no se hablan, o lo hacen, pero no logran ponerse de acuerdo. Falta gestión, falta orden, falta una persona que los siente en la mesa, que establezca objetivos y fechas, y lo más importante, que le dé seguimiento a esas iniciativas.
Eso es hará Dobles, la project manager del Gobierno de Alvarado.
Afirma que hay que pensar diferente, salirse de la caja y hacer cambios para obtener mejores resultados.
Una visión optimista
La Primera Dama habla con un inusual optimismo cuando explica los proyectos de movilidad urbana en los que trabaja como coordinadora.
Eso sí, el Tren Rápido de Pasajeros -al que ella misma llama TRP, por sus siglas- es el que, sin duda, le llena de esperanza. Lo explica como el "eje transversal" para modernizar el transporte público y para desarrollar ciudades más modernas.
Ante la inminente pregunta de cómo hacer realidad un proyecto que lleva 25 años en el papel y que no toma forma para convertirse en realidad, nuevamente contesta con optimismo.
Dobles aseguró que la clave es la planeación, el trabajo interinstitucional, el orden y la integración de todos los actores de la sociedad, es decir, Gobierno, municipalidades, empresa privada y ciudadanía.
Quiere tomar el plan que ya adelantó el Instituto Costarricense de Ferrocarriles (Incofer) para impulsarlo con la ayuda de otras instituciones como el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), el Ministerio de Hacienda y las municipalidades.
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El Incofer publicó un documento en 2016, en el cual se desarrolla un perfil del proyecto. Se trata de un tren que uniría San José, Alajuela, Cartago y Heredia mediante una línea de 79 kilómetros con un costo de $1.600 millones.
El pasado 12 de abril, Alvarado aseguró que "vigilará de cerca" este proyecto para que se construya y se convierta en realidad.
A la par del TRP, Dobles pone otras dos iniciativas que han estado en la agenda nacional desde hace varios años y que, pese a los esfuerzos, todavía no se implementan. Se trata de la sectorización del transporte público y el pago electrónico de buses.
En agosto del 2017, el gobierno de Luis Guillermo Solís puso en marcha el primer plan piloto de la sectorización del transporte público. El incipiente esfuerzo se aplicó entre Santo Domingo de Heredia y Tibás, con la habilitación de un carril exclusivo para buses y el cambio de vías en el cantón josefino.
La "Política Pública Sectorial de la Modernización del Transporte Público Modalidad Autobuses del Área Metropolitana de San José" fue declarada de interés público en 1999, pero se ahogó en análisis técnicos, planes y propuestas, en manos de los últimos gobiernos.
La Primera Dama explicó que la nueva administración va a tomarse el primer año para concluir el análisis de la propuesta y hacer ajustes, el objetivo es implementarla en el segundo año de gobierno.
Mientras que el pago electrónico de buses, una propuesta que tiene dos décadas de rodar por los escritorios de los funcionarios públicos, sin importar el gobierno de turno, tendrá cambios con respecto al último anuncio que había recibido la prensa.
El pasado 17 de enero, antes del cambio de Gobierno, la División de Sistemas de Pago del Banco Central de Costa Rica (BCCR) -ente rector del proyecto- anunció que el mecanismo de cobro electrónico se implementaría con tarjetas bancarias y con un mecanismo único para las 600 rutas de buses que operan en el país.
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Sin embargo, Dobles aclaró que la iniciativa todavía está en la fase de diseño y se evalúan diferentes dispositivos de pago electrónico como aplicaciones para teléfonos celulares, tarjetas prepago y bancarias.
Para la Primera Dama existe una posibilidad de que coexistan varios dispositivos de pago con el fin de que toda la población pueda elegir la que se ajuste mejor a sus necesidades.
El uso exclusivo de tarjetas de débito podría ser una limitación para quienes no tienen cuentas bancarias, por lo que el actual Gobierno contempla otras opciones.
La promesa de la vivienda
Permitir que las familias de clase media tengan mayor acceso a vivienda y que el desarrollo urbano se ubique en zonas cercanas al transporte público y a los parques empresariales, es otro de los proyectos de Dobles.
Aunque la Primera Dama reconoce que en el pasado existieron diferentes iniciativas, estudios, análisis y diagnósticos que buscaban mejorar las condiciones para que la clase media pudiera optar por vivienda, cree que se deben desarrollar nuevos esfuerzos.
En 2013, el Gobierno empezó a otorgar los bonos diferidos, para ayudar a las familias de clase media a comprar vivienda.
Se trata de un bono, en el cual el Estado aporta dinero mensual para ayudar a cada familia, con el pago de las cuotas de su crédito.
Este tipo de ayuda registra poco éxito. En el 2013 se otorgaron 63 bonos, la cifra creció a 103 en el 2014 y luego se redujo a 13 en el 2016.
Los bonos diferidos se pueden aplicar a créditos bancarios o con entidades financieras, pero solo Grupo Mutual y Mutual Cartago (Mucap) ofrecen préstamos que incluyen esta posibilidad para sus clientes.
Pese al poco éxito de las últimas iniciativas que nacieron en el Ejecutivo, Dobles espera diseñar instrumentos que permitan mejorar las condiciones de acceso a la vivienda.
El último proyecto de la Primera Dama es la intervención de asentamientos humanos informales, mejor conocidos como precarios.
Aunque esta propuesta está en construcción y requiere del diseño de una metodología de trabajo, la arquitecta aseguró que se buscarán comunidades en zonas de alta inseguridad, con problemas para conectarse al transporte público, en condición de pobreza y con ubicaciones estratégicas.
Sabe que no podrán intervenir a todos los asentamientos con estas condiciones, pero elegirán los que tengan mayor impacto para el ecosistema urbano.
Dobles no baja la guardia y es consciente de que los proyectos en este país, muchas veces, requieren más de cuatro años, pero defiende que si se trabaja por proyectos y de forma organizada, se podrían conseguir cambios importantes.
Entonces, los resultados reescribirán el papel de la Primera Dama y abrirán la puerta para que más mujeres asuman retos en la política del país.