El Sistema Nacional de Colegios Científicos de Costa Rica (SNCCCR) está entrando en una nueva etapa tras la inauguración de cinco nuevas ubicaciones (cuatro sedes y un aula satélite), dos de las cuales abrieron este año y las restantes tres lo harán en el 2025.
El exitoso modelo de educación pública que nació en 1989, y cuyos graduados destacan año tras año en la admisión a las universidades públicas, quiere ahora fortalecer las sedes actuales.
Este año empezó funciones el nuevo colegio científico de Parrita –el primero en el Pacífico central– y también lo hizo un aula desconcentrada en Ciudad Neily, que es parte en realidad de la sede de San Vito. Ambas arrancaron con una primera generación de un grupo de décimo y ya están en gestiones para el proceso de admisión del año venidero.
Mientras tanto, para el 2025 sigue en pie la apertura de las tres nuevas sedes que se anunciaron en diciembre del 2023. Son los colegios de Upala, Puriscal y Tarrazú. Este hito marcará la presencia del sistema en la zona norte-norte y la zona de Los Santos por primera vez.
El convenio de creación de las cinco ubicaciones se firmó con la Universidad Estatal a Distancia (UNED), lo que significa que se albergarán en instalaciones de esa institución.
La adición de estas cinco ubicaciones permitió al sistema agregar 90 cupos. No obstante, aún sigue siendo un esquema educativo con oferta limitada. Tres de los 15 colegios tienen dos grupos de décimos, mientras que el resto tiene solo un grupo de 30 estudiantes aproximadamente.
Johanna Salazar, directora del SNCCCR, comentó a EF que, por ahora, no está en planes la expansión de este sistema educativo con más sedes a futuro. Por el contrario, desean realizar inversiones para fortalecer los actuales colegios. El desafío es que cada colegio está implicado en la realidad de sus comunidades, por lo que tienen necesidades distintas.
No obstante, ese fortalecimiento pasa por dos variables principalmente. La primera de ellas es la infraestructura. Solo dos colegios tienen instalaciones propias, los demás usan aulas de alguna universidad pública.
El reto es que esa infraestructura se queda corta para las aspiraciones de crecimiento de algunas sedes. Las instituciones de Alajuela, San Ramón, Ciudad Quesada, Pérez Zeledón y Limón ya tienen en mente la construcción de sus propios espacios, pero la falta de presupuesto hace que el diseño quede, por lo pronto, en el papel.
“Tenemos el apoyo de las universidades, pero nos gustaría estrenar nuestras propias instalaciones”, afirmó Salazar.
Por otra parte, el fortalecimiento se dirige a aumentar el cupo en las sedes cuya infraestructura lo permita. El colegio de Alajuela, por ejemplo, arrancará el 2025 con cuatro grupos de décimo.
Mientras tanto, el Consejo Nacional de Colegios Científicos, en el que participan entidades como el Ministerio de Educación Pública (MEP), universidades públicas y varias cámaras empresariales, está trabajando en la elaboración de un protocolo para la creación de nuevas sedes.
Este documento, que se hará por primera vez, dictará los pasos a seguir para crear una nueva sede bajo petición de un particular o una entidad. Por ejemplo, se tomarán en cuenta aspectos como distancia de otras sedes o la existencia de alguna universidad pública y si hay espacio para albergar un colegio de este tipo.
¿Cómo funciona la admisión?
Debido a que los colegios científicos ofrecen solo décimo y undécimo años, la admisión debe gestionarse cuando el estudiante está en noveno. El proceso, que está abierto para cualquier colegial del país, arranca en julio y finaliza en setiembre.
Hay una serie de requisitos básicos para optar por un cupo: tener una nota promedio de sétimo, octavo y noveno de 85 o más; un promedio de nota de conducta de 90 o más; y realizar una prueba de admisión que tiene lugar en octubre.
Esta prueba evalúa razonamiento verbal y matemático, de forma similar a un examen de admisión de las universidades públicas.
Tras ese proceso, se calcula la nota de admisión final: un 90% proveniente del examen y un 10% del promedio de notas de los tres años previos. Las sedes seleccionan a sus nuevos estudiantes de mayor a menor nota hasta donde alcancen los cupos disponibles, que son generalmente 30 jóvenes por nivel.
Resultados exitosos
Los resultados de ingreso a las universidades públicas evidencian que el modelo de colegios científicos es el más exitoso de la educación pública en Costa Rica.
Por ejemplo, para la admisión 2024 del Tecnológico de Costa Rica (TEC), la estudiante con la mayor calificación (nota perfecta de 800 puntos) proviene del Científico de Alajuela y, en total, nueve de los 30 estudiantes con los mejores promedios de admisión se graduaron de algún colegio científico.
En el caso de la Universidad de Costa Rica (UCR), el Científico de Alajuela repitió en el primer lugar, también con nota perfecta de 800 puntos. En este caso, siete de los 27 primeros lugares que premió la UCR estudiaron en este sistema educativo.