La economía estadounidense se recupera de la recesión causada por la pandemia más rápido de lo esperado, superando las estimaciones más pesimistas. Pero algunas áreas permanecen en caída y las dudas abundan sobre cómo será la recuperación.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que el Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos aumentará un 5,1% este año tras contraerse un 3,5% en 2020, cuando la pandemia obligó a ceses de actividades. Pero los economistas creen que la tasa de crecimiento podría subir aún más.
Los casi $3 billones en programas de estímulo del gobierno el año pasado, incluida una medida de $900.000 millones en diciembre, fueron claves para ayudar a la recuperación de la economía.
El Congreso avanza hacia la aprobación del paquete de rescate de $1,9 billones del presidente Joe Biden, que brindará más apoyo a empresas y familias, y empleos estatales y locales.
El presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, dijo que el crecimiento podría alcanzar el 6%, mientras que analistas como Gregory Daco, de Oxford Economics, estimaron que podría superar el 7%.
La rápida recuperación ha suscitado preocupaciones por posibles alzas de precios, pero Powell minimizó esos temores, diciendo que es poco probable que duren los picos inflacionarios en los próximos meses.
La Fed se comprometió a mantener bajas las tasas de interés hasta que el empleo se recupere y la inflación supere el 2% durante algún tiempo.
¿Cuándo volverá el empleo?
A medida que las empresas pudieron reabrir y adaptarse a las nuevas restricciones por el Covid-19, el país recuperó aproximadamente la mitad de los 20 millones de empleos perdidos en las primeras semanas de la pandemia.
Muchos de los 10 millones de empleos restantes se encuentran en los sectores de servicios más afectados, como hoteles y restaurantes, y esas pérdidas de trabajos afectaron especialmente a los trabajadores negros e hispanos.
Millones más han visto recortadas sus horas de trabajo o han abandonado por completo la fuerza laboral, incluido un gran número de mujeres que se ocupan de tareas de cuidado de niños.
Es probable que esos trabajos y horas no se recuperen hasta que la vacuna llegue a una masa crítica de estadounidenses.
La tasa oficial de desempleo llegó al 6,3% en enero pasado, desde el 3,5% del año anterior.
Para los trabajadores negros, sin embargo, fue del 9,2%. Pero al incluir a aquellos desalentadas de buscar trabajo, o con trabajos de tiempo parcial aspirando a más horas, la tasa más amplia fue del 11%.
“La ayuda y el estímulo son fundamentales para salvar las aguas contaminadas por el covid, detener las pérdidas de empleo... y preparar la bomba para una recuperación más sólida una vez que se levanten las medidas de distanciamiento social”, dijo la economista Diane Swonk de Grant Thornton.
Para Moody's Analytics, el plan de estímulo de Biden crearía 7,5 millones de empleos este año.
¿Cuáles sectores?
El mercado de viviendas, fuerte antes de la pandemia, se detuvo solo brevemente antes de repuntar a niveles mayores.
Las ventas de casas nuevas y existentes han aumentado alrededor de un 20% por encima del nivel prepandémico, impulsadas por las tasas hipotecarias bajísimas y la posibilidad de que cada vez más personas se muden hacia áreas menos congestionadas gracias al trabajo remoto.
Pero la oferta cayó a medida que los constructores de viviendas luchan por mantenerse al día con la demanda, lo que ha hecho subir los precios.
El sector manufacturero también se recuperó desde el verano boreal pasado, aunque la producción se mantiene por debajo de principios de 2020.
Y aunque la pandemia obligó a los consumidores a reducir sus actividades, éstos gastaron en automóviles, productos electrónicos, muebles y suministros de construcción y jardinería.
Los minoristas en línea han sido los grandes ganadores, con un aumento de ventas en torno al 30% durante el año.
¿Dónde persiste el daño?
El impacto más visible de la recesión se da en la industria de los viajes, el sector hotelero y el entretenimiento, que probablemente se activará rápidamente cuando la gente pueda viajar libremente y disfrutar de conciertos, películas u obras de teatro.
Los economistas han advertido sobre daños perdurables. Miles de tiendas y restaurantes han cerrado de forma permanente y existe el riesgo de una ola de quiebras si la recuperación no llega lo suficientemente pronto para algunas empresas muy endeudadas.
Los gobiernos estatales y locales, que normalmente no pueden obtener préstamos para financiar sus operaciones, se enfrentan a la posibilidad de suprimir puestos de maestros, policías y bomberos de la nómina para compensar el gasto masivo de ayuda.
Los propietarios e inquilinos están protegidos actualmente por moratorias sobre ejecuciones hipotecarias y desalojos, pero su destino dependerá de lo que suceda con sus pagos de renta y hipoteca vencidos una vez que expiren esas moratorias.
“Debemos continuar brindando apoyo económico a nuestros ciudadanos, creando un puente hacia el fin de la pandemia”, dijo esta semana la secretaria del Tesoro, Janet Yellen.