Entre el 2001 y el 2018 Costa Rica recibió un total de 50.116 solicitudes de refugio. Casi la mitad se presentaron entre junio y diciembre del 2018. Estas solicitudes vinieron de nicaragüenses que en su mayoría tuvieron que salir de su país, desplazados por un conflicto político y económico que prácticamente suma un año sin pausa.
Las más de 23.000 solicitudes de refugio por parte de nicaragüenses en el último año no son normales. Previo al inicio de la crisis que viven, las autoridades costarricenses de Migración solo había recibido 793 solicitudes de refugio por parte de nicaragüenses en 17 años. Menos de 47 por año.
Aunque los números son disonantes con el promedio de solicitudes que recibe el país, sí se evidencia un punto que se repite y que cambia de nacionalidades según la época y el acontecer histórico. Costa Rica se vuelve destino para refugiados que huyen de sus países por guerras, hambre, desastres y conflictos varios.
Los picos históricos señalan migraciones de personas colombianas, salvadoreñas, cubanas, hondureñas, haitianas o venezolanas. Y aunque la gran mayoría son solicitudes de migrantes americanos, el país también recibe pedidos de África, Asia y hasta Europa. Todas deben evidenciar ante las autoridades nacionales que su vida corre peligro de alguna manera.
¿De dónde vienen?
Distribución mundial de solicitudes de refugio
Colóquese sobre cada país para ver en detalle el número histórico de solicitudes
Países con más solicitudes de refugiados
Nicaragua
23.931
Colombia
9.694
Venezuela
7.890
El Salvador
5.064
Cuba
1.181
Solicitudes de refugiados de otros países
Afganistán
5
En Costa Rica entre el 90% y 95% de las solicitudes de refugio son negadas, así lo aseguró Daguer Hernández, subdirector de la Dirección General de Migración y Extranjería. Esto quiere decir que de las más de 50.000 solicitudes de los últimos 18 años, tal vez unas 5.000 personas tendrán su carné de refugiado.
Todas estas peticiones se enmarcan en medio de una diversidad enorme, no solo de tipos y razones, sino de países.
Desde el 2001, Costa Rica recibió solicitudes de personas de 87 nacionalidades distintas sin contar 13 personas que no indicaron su procedencia. Desde Canadá hasta Argentina, pasando por toda América. Personas de Alemania, Pakistán, España, Sierra Leona, Liberia, Reino Unido, Ucrania, Vietnam o Yemen, son solo algunos ejemplos.
En muchos casos corresponden a peticiones aisladas. En otros tantos evidencian migraciones importantes que marcan picos en las estadísticas. Estos casi siempre responden a algo particular, que hace que las personas tengan que salir en masa de sus países de origen.
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Aunque las solicitudes de refugio responden a situaciones variadas, todas se realizan de la misma manera. En Costa Rica se formalizan solicitudes casi de manera diaria. Todos son casos de personas que ya están en suelo nacional.
La experiencia histórica de los agentes de migración señala que el país recibe muchas solicitudes de países con conflictos. Ejemplos claros fueron las dictaduras militares en Chile y Argentina, según Hernández aunque son datos que hoy no están disponibles.
Sin embargo, los números más actuales sí ejemplifican este comportamiento.
Del 2001 al 2018 los países de los que más personas han solicitado refugio son Nicaragua, Colombia, Venezuela y El Salvador. Entre estas cinco naciones suman el 93% de todas las solicitudes de refugio que el país recibió en los últimos 18 años.
Los datos de la oficina de Migración de Costa Rica sobre las solicitudes de refugio inician en 2001. En ese año hubo 1.974 solicitudes hechas por personas colombianas.
En ese momento Colombia padecía un conflicto armado entre las guerrillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y los paramilitares. El entonces presidente colombiano Andrés Pastrana inició en 1998 un diálogo de paz que fracasaría.
Como parte del plan de paz, el Gobierno colombiano accedió a sacar a la fuerzas armadas de varias partes del país. Las zona desmilitarizada que se conoció como “área de distensión” abarcó más de 42.000 kilómetros cuadrados. Debía estar activa por seis meses pero se extendió por casi cuatro años hasta el 2002. En medio hubo reportes de secuestros, asesinatos y reportes de actividades ilícitas en la zona.
Algunos años después Costa Rica vuelve a registrar un aumento en la cantidad de solicitudes de refugio por parte de colombianos, justo cuando ese país del sur vivía otro proceso de paz. Esta vez fue liderado por el presidente Juan Manuel Santos y terminó con el cese del conflicto armado en el país.
En el 2015, cuando se inicia el segundo periodo de solicitudes de refugio de colombianos a Costa Rica, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, cerró la frontera con Colombia y ordenó la deportación masiva de indocumentados.
Venezuela es justamente otro de los países con grandes flujos de solicitudes de refugio a Costa Rica. Exactamente en el 2015 se empieza a evidenciar el pico.
En ese año, tuvo lugar el juicio en el que se declaró culpable al opositor Leopoldo López y posteriormente se realizaron las elecciones parlamentarias del país. Las primeras después de la muerte del presidente Hugo Chavez.
Ambos hechos marcaron una escalada en la crisis. La oposición venezolana se hizo con la mayoría en la Asamblea Nacional. A partir de entonces el gobierno de Maduro enfrentó por primera vez una oposición con poder de acción. Esto en lugar de significar diálogo entre las partes, desencadenó en un camino de desacuerdos políticos, una crisis económica grave y escasez de productos cada vez más marcada.
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Las solicitudes de refugio por parte de venezolanos no ha mermado desde entonces.
Otros de los países con un pico importante en las solicitudes de refugio es El Salvador. Las migraciones en este caso están más relacionadas con la violencia del crimen organizado.
El incremento en las solicitudes inicia igualmente en 2015. Al menos 6.657 personas fueron asesinadas ese año en El Salvador, lo que significó un aumento del 70% de las muertes violentas, según datos publicados por las autoridades salvadoreñas.
Esa cantidad de víctimas mortales hizo que El Salvador llegara a una tasa de 101 personas muertas de manera violenta por cada 100.000 habitantes. En comparación, Costa Rica cerró el 2018 con una tasa de 11,72. Después de 10 muertes el número es considerado epidemia.
Desde entonces las solicitudes de refugio por parte de Salvadoreños no han disminuido.
El caso más llamativo es –sin dudas– el de Nicaragua. A pesar de que los nicaragüenses representan desde hace años los principales migrantes a Costa Rica, esos números no se habían reflejado en las solicitudes de refugio hasta el 2018.
El detonante fueron las protestas contra el gobierno del presidente Daniel Ortega, iniciadas en abril del 2018. Tras más de un año de manifestaciones, se registran más de 300 personas fallecidas y 2.500 heridos.
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Como consecuencia de la crisis política, Nicaragua entró en una caída económica abrupta. Previo al 2018, las solicitudes de refugio por parte de nicaragüenses solo superaron la centena en 2001 y 2002. Después de ahí los números fueron bajos, en muchos años, incluso nulos.
Sin embargo, que un país esté en conflicto no da una respuesta positiva a la solicitud de refugio de una persona. El peso en el resultado es la participación particular de la persona en esos conflictos, de acuerdo con Hernández.
¿Quién es refugiado?
Para ser un refugiado, debe ser demasiado peligroso retornar al país de origen. Entonces, la condición de asilo en otro lugar se vuelve necesaria. “Son personas a quienes negarles el asilo, puede traerles consecuencias mortales,” según detalla el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
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Hay una diferencia tenue que tiende a ser artificial entre refugiado y migrante. Mientras el refugiado corre peligro como consecuencia de conflictos políticos, el migrante deja su país por razones económicas. Es una diferencia debatible hoy en día, de acuerdo con Carlos Sandoval investigador de la Universidad de Costa Rica.
El proceso no es expedito. Tarda entre 11 meses y dos años. Depende de la complejidad del caso y los recursos disponibles. Como contexto, Migración todavía no ha procesado las solicitudes consecuencia del conflicto actual de Nicaragua. Acnur trabaja actualmente en conjunto con el país en estos procesos.