“Costa Rica ya no parece un caso de éxito latinoamericano”, tituló The Economist en un artículo publicado en su sitio web. El medio de comunicación hizo eco de la disconformidad de los costarricenses ante las políticas públicas en salud y educación, esto en relación a la marcha nacional del pasado 25 de octubre.
“El país se ha destacado durante mucho tiempo entre sus vecinos de América Latina por su atención sanitaria y educación universales, además de sus instituciones democráticas. Las preocupaciones de que estén empeorando se han visto aceleradas por el actual enfoque del presidente en la reducción de costos”, indicó The Economist.
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La marcha nacional en la cual algunos grupos reclamaban el 8% del Producto Interno Bruto (PIB) para fines educativos, el apoyo a la Caja Costarricense de Seguro Social (Caja) y a las pensiones llamaron la atención de la sala de redacción de The Economist, que sacó a colación la diferencia de opiniones en cuanto al estado de “quiebra de la Caja”, en el que el mandatario dice que sí y el expresidente ejecutivo de la institución, Álvaro Ramos asegura que no es cierto.
Chaves atribuye las administraciones pasadas el deterioro que se refleja en las instituciones públicas. Además, el mandatario ha mencionado que el gobierno no tiene margen para invertir más en salud o educación.
La revista británica indicó que “Costa Rica ha luchado durante mucho tiempo sobre cómo pagar su estado de bienestar. La pandemia empeoró las cosas, provocando que la relación deuda - PIB aumentara al 68% en 2021. Chaves ha reducido esa cifra al 60%”.
La ola de criminalidad que golpea al país también es motivo para que Costa Rica ya no sea un caso de éxito entre sus vecinos de América Latina. El 2023 cerrará como el año con más homicidios en la historia del territorio costarricense.
El aumento del narcotráfico es otro punto clave que deteriora la imagen del país en la región y fuera de ella.
“El presidente también ha preocupado a algunos al criticar a otras instituciones liberales, como las universidades públicas y los medios de comunicación independientes. Sin embargo, con un índice de aprobación superior al 60%, es poco probable que cambie de rumbo”, redactó The Economist.