El tipo de cambio ha variado sustancialmente con el paso del tiempo en Costa Rica. Si bien el precio de referencia de venta del dólar no ha caído por debajo de los ¢500 desde hace 16 años, el monto de hoy es unas 97 veces mayor que el de hace 78 años.
El precio venta del dólar era de ¢5,6 por unidad de la divisa estadounidense en 1945. Este es el dato más viejo del que se tiene registro. Sin embargo, aquella era otra época, en la cual apenas concluía la Segunda Guerra Mundial y en Costa Rica todavía ni siquiera llegaba la televisión.
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Los cambios en el precio del dólar desde entonces han sido importantes y el colón usualmente se ha devaluado. Hasta 1980 la estabilidad fue la tónica, pero la crisis de aquella época dejó en evidencia un colón que se había mantenido artificialmente sobrevaluado.
La historia también ha tenido espacio para momentos de recuperación de la moneda tica. Tal fue el caso del año pasado, en el cual el precio promedio del dólar experimentó una recuperación sin precedentes, cercana al 15%.
¿Cómo se ve la evolución del tipo de cambio en Costa Rica?, ¿cuánto más barato era hace 50, 40, 30 o 20 años? EF revisó la información disponible en publicaciones académicas y le explica cuáles eran precios oficiales de cada época.
De los ¢5 a los casi ¢700
El tipo de cambio promedio en el Mercado de Monedas Extranjeras (Monex) cerró la segunda semana de febrero en ¢520 por dólar. Este dato nos sirve como punto de partida para comprender la magnitud de las variaciones históricas del precio de la moneda estadounidense.
Si bien es cierto que el valor actual es unos ¢130 más bajo que el promedio de venta de todo el 2022; es decir, casi un 20% más bajo; la realidad es que la tendencia histórica de la moneda costarricense ha sido hacia la devaluación.
Esto se evidencia cuando comparamos el dato actual con tiempos más lejanos. La comparación más extrema es con el dato antes señalado de 1945; el cual era unas 97 veces menor.
Pero la cifra actual también es unas 10 veces más alta que en 1985, cuando apenas se empezaba a quedar atrás la peor crisis económica de la historia costarricense; o hasta unas cinco veces más alto que en 1990, cuando el país apenas celebraba su primer gol mundialista del pie izquierdo de Juan Cayasso, en Italia 90.
La escalada del precio del dólar en Costa Rica se acentuó a partir de la crisis de los 1980.
El tipo de cambio costarricense superó por primera vez la barrera de los ¢50 por dólar en junio de 1985; sobrepasó los ¢100 en noviembre de 1990; los ¢150 en noviembre de 1993; y los ¢200 en marzo de 1996.
Luego, superó los ¢300 en febrero del 2000; los ¢400 en julio de 2003; y los ¢500 en enero de 2006.
La depreciación más grande en la historia costarricense fue la que devino inmediatamente con la crisis de los años 1980. Ella aceleró un proceso que luego continuó hasta mediados de los años 2000, con la política cambiaria conocida como las minidevaluaciones.
A partir de ese punto, la moneda de Costa Rica encontró un período de mayor estabilidad en el decenio que comprendió desde el año 2005 hasta el 2014, cuando se aplicó el esquema conocido como “banda cambiaria”. Este modelo establecía un monto mínimo y uno máximo para la cotización; al tiempo que servía como un mecanismo de transición hacia el actual sistema de flotación administrada. Teóricamente, el sistema actual permite que el precio del dólar se ajuste libremente por motivos de oferta y demanda, aunque permitiendo que el Banco Central (BCCR) participe en el mercado para evitar fluctuaciones muy bruscas.
El precio de referencia del dólar también llegó a sobrepasar la barrera de los ¢600 en varios momentos de 2018 hasta la fecha. Incluso se mantuvo por encima de ella en una buena parte del período que comprendió desde ese año hasta el 2022, cuando incluso rozó la barrera de los ¢700 en junio. Sin embargo, la tendencia se ha revertido considerablemente en los últimos meses.
La disrupción con la crisis
Se podría decir que Costa Rica vivió un período de relativa estabilidad y de poco desarrollo del mercado cambiario hasta la década de los 1980.
Hasta ese año, el dólar era raramente utilizado por el público general para fines como el ahorro o el crédito. Sin embargo, incidía en la estabilidad económica del país, pues se relacionaba con el comercio internacional (exportaciones e importaciones), la inflación y las finanzas del Estado.
En términos generales, se empleaba un tipo de cambio fijo que rara vez se ajustaba, aunque cuando lo hacía era un momento “traumático” para los pocos sectores interesados, según recordó el economista Eduardo Lizano para una reciente publicación de EF. Él presidió el Banco Central en dos ocasiones, incluido el período posterior a la peor crisis financiera del país, entre 1984 y 1990.
La relativa calma estalló al inicio de la década de los 1980, cuando la deuda externa adquirida por el país para sostener artificialmente sus servicios (y también en gran medida el tipo de cambio) resultó impagable para el Estado. Esto se tradujo en una subida de los precios nunca antes vista (llegó hasta el 100% interanual en algún momento) y una subida en el tipo de cambio que también fue inédita.
Costa Rica recibía dólares por actividades exportadoras agrícolas, pero no fueron suficientes para detener el deterioro.
El gobierno de Rodrigo Carazo anunció entonces que se abandonaría el tipo de cambio fijo y anunció que la cotización del dólar ahora se regiría por oferta y demanda, a través de un mercado que componían la Bolsa Nacional de Valores y algunas casas de cambio. No obstante, esa soltura fue imperfecta, y el Banco Central tuvo que intervenir y establecer precios para actividades específicas. En el mercado libre, las devaluaciones fueron las más fuertes de la historia costarricense.
Después de la salida de Carazo, el presidente Luis Alberto Monge y las nuevas autoridades de entonces se dedicaron a estabilizar el mercado cambiario. Finalmente lograron establecer un tipo de cambio unificado a finales de 1983 y se empezó a idear un nuevo esquema cambiario.
Ese modelo fue un sistema de minidevaluaciones, el cual consistía en dejar que el tipo de cambio se fuera ajustando “en forma gradual y en cantidades relativamente pequeñas, en lugar de las devaluaciones discretas y aisladas” de antes. Así lo explicó el exgerente del Banco Central, Felix Delgado, dentro de un libro que editaron Eduardo Lizano y Grettel López para la Academia de Centroamérica en el año 2006, justo cuando el país dejaba atrás ese viejo método.
Así fue como el precio del dólar fue subiendo paulatinamente hasta los ¢500 en las siguientes dos décadas.
Ya para inicios de este siglo XXI la economía costarricense mostraba una cara completamente distinta y estaba más expuesta al mercado internacional. La ampliación de los sectores exportadores, la intensificación del turismo y la atracción de inversión extranjera impulsaron una llegada de divisas mucho más amplia que en el pasado. Además, el desarrollo del sector financiero y la globalización se tradujeron en un uso cada vez más extendido de la moneda estadounidense por parte de la población.