Una cuarta parte de los colegios en Costa Rica son privados o subvencionados. Hablamos de 250 centros educativos que se financian total o parcialmente por fondos privados y que no dependen, al menos exclusivamente, de las debilitadas finanzas del Ministerio de Educación Pública (MEP).
A pesar de esa proporción relativamente alta, la educación privada o subvencionada es la realidad de una muy pequeña minoría de los estudiantes del país. Según los datos oficiales de matrícula, los centros privados y subvencionados reciben solo a un 11,1% de los alumnos totales del sistema.
Esto ocurre porque se trata de centros educativos con matrículas que en promedio son más pequeñas. Mientras que varias decenas de colegios públicos reciben a más de mil alumnos, el centro privado que acoge a una mayor cantidad de estudiantes no supera los 650 registros.
La situación de los ‘coles’ privados, además, es diversa. Cuatro instituciones tienen más de 500 estudiantes; pero 13 ni siquiera superan la veintena. ¿Cuáles son los colegios privados más grandes del país en la actualidad? EF revisó las listas completas de matrícula inicial de 2024 y le muestra la magnitud de cada una de las entidades.
El modelo privado
Los colegios privados de Costa Rica están lejos de alcanzar las cifras de matrícula del sector público, en donde instituciones como el Colegio San Luis Gonzaga de Cartago llegan a recibir a más de 2.000 jóvenes.
El centro educativo privado que más estudiantes acoge es el Colegio Técnico Profesional (CTP) CIT de Belén, el cual cuenta con una matrícula de 631 estudiantes.
Esta es una cifra que superan otros 211 colegios públicos y nueve subvencionados, para ponerla en contexto.
Los demás 227 colegios privados tienen menos de 550 alumnos, según los registros oficiales del MEP.
El CTP CIT ha venido creciendo en los últimos años y su matrícula actual supera la de colegios como el Bilingüe Nueva Esperanza (Santa Bárbara), el Lincoln School (Santo Domingo), el Saint Clare (La Unión), el La Salle (San José), el Agropecuario de San Carlos y el Marista (Alajuela), entre otros. Estos son los únicos siete ‘coles’ privados con más de 400 alumnos.
Otros colegios privados capitalinos de renombre como el Humboldt, el Británico, el Calasanz, el Adventista, el Angloamericano, el Don Bosco o el Sek tienen registros todavía menores.
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Los colegios subvencionados, por otra parte, son apenas 22 en todo el país; pero algunos tienen matrículas altas.
El Colegio Santa María de Guadalupe, conocido popularmente como Samagú, es el noveno instituto más grande del país y recibe a 1.667 estudiantes en el cantón de Santo Domingo.
En total, hay nueve colegios subvencionados cuyas matrículas son más grandes que las de cualquier centro privado del país.
Además del Samagú, también tienen matrículas más grandes de 650 registros los colegios CTP Don Bosco (Alajuelita), Sagrado Corazón (Cartago), Cristiano (Heredia), Covao (Cartago), Nuestra Señora (Desamparados), Seráfico San Francisco (Cartago), Divino Pastor (Goicoechea) y Experimental Bilingüe José Figueres Ferrer (Cartago).
Este últimos era de financiamiento público hasta hace unos años, pero cambió su estatus según los registros oficiales del MEP.
Baja proporción
A pesar de que los colegios privados y subvencionados representan una cuarta parte del total de centros de secundaria del país, tienen una participación relativamente baja dentro del entorno educativo de Costa Rica.
Los centros privados apenas reciben a un 7,7% de los alumnos del país; mientras que los subvencionados a un 3,3%.
Esto implica que la gran mayoría del estudiantado de secundaria costarricense está expuesta a las debilidades del sector público, que en los últimos años ha sufrido un deterioro en el alcance de sus aprendizajes y en su financiamiento, tal como ha quedado patente en múltiples publicaciones de la prensa y de organismos especializados como el Programa Estado de la Nación (PEN).
El sistema público ha retrocedido a los niveles de inversión de hace 10 años y con esa decisión podría estar “hipotecando ruinosamente el futuro de Costa Rica en las próximas décadas”, según redactó el PEN en su último Informe del Estado de la Educación, publicado a finales de agosto del año pasado.
Esto se refleja en múltiples mediciones. Por ejemplo, en las notas de admisión a la Universidad de Costa Rica de los estudiantes.
Un análisis hecho por EF determinó que solo un 57% de los 658 colegios públicos en donde más de cinco alumnos aplicaron la prueba obtuvieron una calificación promedio superior a 450 (de 800 puntos posibles); mientras que ese porcentaje sube hasta un 98% en el caso de los 194 centros privados y subvencionados.
Los colegios privados, sin embargo, tienen una capacidad menor para atender grupos más amplios de la población. Sus matrículas, en promedio, son de unos 132 estudiantes; mientras que en los centros públicos el promedio es de más de 460 y en los subvencionados de más de 580.
Por otra parte, los colegios públicos con mejores resultados académicos a nivel nacional, como los científicos o los experimentales bilingües, son pocos (menos de 30) y reciben a pocos estudiantes a nivel nacional. Sus matrículas, en conjunto, apenas superan una tercera parte del ya de por sí bajo registro de los centros privados.