Durante el 2019 las ventas al exterior de dispositivos médicos dejaron divisas al país por $3.422 millones y en la última década el sector se consolidó como el principal motor de las exportaciones costarricenses. Ahora esta industria instalada en el Régimen de Zona Franca podría abastecer al sistema de salud para poder hacerle frente a la pandemia de COVID-19.
El pasado 19 de marzo el Ministerio de Hacienda emitió una directriz para controlar la exportación de productos de uso quirúrgico y que podrían ser necesarios para atender el brote. Con este llamado el objetivo es garantizarle al país el adecuado abastecimiento de implementos médicos.
La lista inicial, que podría ampliarse según las necesidades de las autoridades de salud, pretende un mayor control en las exportaciones de gorros desechables, lentes de seguridad, botas descartables, respirador N95 o FFP2 (mascarillas de protección respiratoria), mascarillas quirúrgicas descartables, batas impermeables, guantes, sistemas de pruebas para detectar virus respiratorios e hisopos de dacrón.
El país cuenta con 74 empresas dedicadas al sector de ciencias de la vida, de acuerdo a la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde). Aunque no es claro cuántas producen dispositivos que vayan acorde a la demanda actual.
De lo que sí se tiene claridad es que los principales productos de exportación son agujas, catéteres, cánulas, prótesis mamarias, equipos de infusión y transfusión, aparatos de electrodiagnóstico, equipos para venoclisis, agujas tubulares, lentes de contacto entre otros, según la Promotora de Comercio Exterior (Procomer).
Las empresas en régimen de zona franca podrían no estar produciendo los insumos que demanda el sector salud para combatir la pandemia. Sin embargo, esta crisis podría ser una ventana de oportunidad para diversificar su cartera de productos.
Con luz verde
Las autoridades de salud tienen luz verde para comprar dispositivos médicos a las empresas transnacionales y nacionales que se encuentran bajo el régimen de zona franca, ya sea para abastecer a los trabajadores de la salud o para vender mascarillas para la población tal y como lo hizo con la venta de alcohol que produjo la Fábrica Nacional de Licores (Fanal).
Esta competencia está contemplada en el artículo 3 de la Ley de Régimen de Zona Franca (N° 7.210), y en caso de que las autoridades echen mano de esta posibilidad los productos primero deberán de pasar por un proceso de nacionalización, explicó Pedro Beirute, gerente general de Procomer.
Esto consiste en el pago de impuestos de consumo (como por ejemplo el Impuesto de Valor Agregado IVA) a fin de evitar una competencia desleal dentro del mercado local. Es decir, deberán pagar tributos como si fueran productos del régimen definitivo.
EF consultó sobre este tema a las autoridades de gobierno durante las conferencias diarias que se realizan al mediodía. Sin embargo, ni el presidente de la República, ni el presidente ejecutivo de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), Román Macaya, indicaron si aprovecharán (o si ya aprovechan) esta posibilidad.
Lo que sí dijo el titular de la Caja es que todos los días el país realiza compras de equipos de protección para abastecer a los trabajadores de la salud.
“Ya se han adquirido 1,5 millones de unidades de equipo de protección personal como batas, gafas, guantes y mascarillas que van a estar ingresando en las próximas dos semanas. Unas en pocos días, otras más tarde porque se compran a diferentes proveedores para administrar el tiempo de entrega”, aseguró Macaya.
Este lunes 23 de marzo la Caja adquirió 81 ventiladores, de los cuales uno llegará de manera inmediata y los restantes 80 lo harán en un lapso de 55 días. Con estos insumos la institución tendrá cerca de 700 unidades para atender la emergencia.
Adquirir dispositivos médicos con las empresas del régimen de zona franca podría traer importantes ahorros al país, además de fortalecer las Alianzas Público Privadas (APP).
“No tiene sentido de si se necesita algo a nivel local se exporte para luego importarlo de nuevo, se pueden hacer las compras (al régimen de zona franca) respetando el marco jurídico, la legalidad y los precios”, comentó Beirute.
Sobre la directriz que emitió el Ministerio de Hacienda para controlar las exportaciones de dispositivos médicos, la Cámara de Exportadores de Costa Rica (Cadexco) comprende la necesidad pero señala que este mandato podría implicar el incumplimiento de contratos con clientes finales, aseguró Laura Bonilla, presidenta del grupo.
A febrero del 2020 el país contabilizaba un monto total exportado de $1.874 millones y de esa cifra $632 millones, es decir, el 34% eran equipo de precisión y médico. Dicho monto representó un incremento del 23% con respecto al primer bimestre del 2019.
El dinamismo se dio principalmente por una mayor demanda de América del Norte, según Procomer.
Oportunidad para innovar
En Costa Rica no necesariamente se producen los insumos que requiere el mercado global para hacerle frente a la pandemia. China, por ejemplo, no demandó más dispositivos médicos desde Costa Rica cuando le hizo frente a la crisis sanitaria durante los primeros meses del año.
Las ventas acumuladas a febrero del 2020 hacia China cayeron 53% en relación con el mismo periodo del año anterior, y solo el clúster de dispositivos médicos tuvo una contracción del 87%, es decir, $19 millones menos. La potencia asiática importa desde Costa Rica agujas, catéteres, cánulas e instrumentos similares.
Estos insumos lideran las ventas a China en segundo lugar, detrás de la carne bovina.
En medio de la crisis sanitaria internacional el presidente Carlos Alvarado anunció un importante aporte de parte de la República Popular China que consistió en 100.000 mascarillas quirúrgicas, 10.000 kits de prueba y cinco máquinas de presión positiva continua de las vías respiratorias (CPAP por sus siglas en inglés). La donación proviene de la Fundación Jack Ma y la Fundación Alibaba.
El Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa), cuenta con 2.000 pruebas y se sumará una donación de 4.000 kits adicionales, de acuerdo a informaciones que dieron a conocer las autoridades de gobierno el martes 24 de marzo.
De las 74 empresas del sector de ciencias de salud que están instaladas en el país, Royal Phillips es una de las que fabrica máscaras para atender problemas respiratorios y padecimientos del sueño. La empresa se encuentra en Coyol de Alajuela y amplió las operaciones de la planta en octubre de 2017.
Actualmente el mercado global demanda una gran cantidad de guantes, mascarillas y respiradores, por lo que empresas como GE Healthcare y la sueca Getinge (que están instaladas fuera de Costa Rica) aumentaron su producción para dar a basto con la demanda de productos.
Esta es una ventana de oportunidad para que las empresas instaladas en el país diversifiquen la cartera y puedan continuar con las exportaciones en momentos de una crisis económica mundial que empieza a asomarse. Aunque esto podría llevar su tiempo.
“Si bien, siempre hay oportunidad de diversificación, dependerá de cada empresa, pues requerirá de nuevas aprobaciones por parte de las autoridades regulatorias al tratarse de salud humana”, manifestó Karin Lachner, Directora de Comunicación y Mercadeo de Cinde.