Cada pandemia tiene sus etapas, según acotó Juan José Romero, epidemiólogo de la Universidad Nacional (UNA), sin embargo rescata que desde su perspectiva la pandemia de la COVID-19 posee seis fases: preparación, contención, transmisión comunitaria, transmisión sostenida, mitigación y recuperación.
La aparición de las variantes de SARS-CoV-2 (virus causante de la COVID-19) forma parte de las fases de transmisión comunitaria y sostenida, indicó Romero.
La evolución natural de los virus hace que las primeras variantes sean más virulentas y transmisibles, pero luego se generan variantes de transición endémica, las cuales resultan ser más contagiosas que la variante original pero menos letales; de acuerdo con Ronald Evans, epidemiólogo e investigador de la Universidad Hispanoamericana.
Las variantes del virus
“Ya tenemos varias variantes (del coronavirus). La variante alfa que sustituyó a la variante original nacida en China, luego vino la variante beta nacida en Sudáfrica y gamma fue en Brasil y después llegó la variante delta que es la que prácticamente ha sustituido a todas las variantes y se ha convertido, prácticamente, en la variante universal”, comentó el epidemiólogo de la Universidad Hispanoamericana.
La evolución natural de los virus hace que en un principio las variantes sean más virulentas y muy transmisibles, no obstante, poco a poco se van generando otras variantes denominadas “de transición endémica”, que resultan ser más contagiosas que la variante original.
Además, con el tiempo se van haciendo menos letales, pues a los virus tampoco les conviene eliminar a toda una población susceptible porque se quedan sin organismos donde multiplicarse.
Ambos epidemiólogos coincidieron en que todavía es prematuro determinar si la variante ómicron va a ser más contagiosa, más letal o si va a tener la capacidad para evadir los anticuerpos producidos naturalmente o por medio de la vacuna contra la COVID-19.
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“Lo peor que sucedería es que la variable ómicron sustituya en todo el mundo, en cuestión de dos meses o tres meses, a la variante delta. Pero aún así los inmunólogos, los epidemiólogos y los virólogos creen que las vacunas seguirán sirviendo especialmente para evitar los casos más graves de la enfermedad y para evitar un buen número de muertes”, comentó Evans.
¿Qué deben hacer los Gobiernos para proteger a la población ante la aparición de nuevas variantes? Instar a los ciudadanos a seguir utilizando las medidas sanitarias que se han instaurado hasta ahora: vacunación, uso de mascarilla, distanciamiento físico, lavado de manos, etc. Así lo expusieron ambos epidemiólogos, mencionando además que el cierre de fronteras, por ejemplo, es una medida que no frena al virus, solo sirve para dar un poco más de tiempo y hacer que no se disemine tan rápido la nueva variante en el territorio.
A pesar de que se acabe la pandemia, siempre van a existir variantes del coronavirus. Sin embargo, según Romero, si van a ser “variantes muy malas o no tan malas” va a depender de cuán rápido se controle la pandemia, y eso se hace esencialmente con vacunación.
“Tenemos hoy la vacuna que sabemos que va a tener efecto positivo (...) Pero todavía, desgraciadamente, hay una población mundial enorme sin recibir vacuna y para estar protegidos todos, tenemos que vacunarnos todos”, comentó Evans.
Fases de la pandemia de la COVID-19
La primera fase de atención de pandemia es la de preparación, cuando apenas se empieza a conocer y estudiar al agente infeccioso y la Organización Mundial de la Salud (OMS) declara la pandemia y urge a los países para que se preparen ante la llegada del virus.
Luego está la fase de contención, en la que se debe hacer lo necesario para que el agente infeccioso no ingrese al país o que una vez que ingrese al territorio, se reduzca “al mínimo posible” la probabilidad de extensión de la epidemia; expresó el epidemiólogo de la Universidad Nacional.
Una vez que ya no se puede contener más, porque el esparcimiento de casos se hizo muy grande, se habla de transmisión comunitaria. Además, en esta fase se pierde el rastro de contagios, pues hay pacientes con el virus que no tuvieron contacto con una persona infectada ni poseen antecedentes de viaje.
Después está la transmisión sostenida, etapa en la que se producen grandes brotes de transmisión que afectan a muchas ciudades y la enfermedad se contagia “exponencialmente”.
Según Romero, cuando un país ya se encuentra en los procesos de transmisión comunitaria y sostenida, se debe intentar controlar la situación para que no haya una tasa de reproducción más alta. También, en estas etapas, el virus evoluciona y genera nuevas variantes.
Luego continúa la fase de mitigación, en la cual se trabaja en la implementación de medidas de control para paliar los efectos negativos de la pandemia.
“Hay que entrar en la mitigación de los efectos negativos porque esto produce una serie de cosas adicionales como el desgaste en los servicios de salud, el desempleo, el efecto sobre las cadenas de producción y todas esas cosas que están asociados al efecto sanitario”, mencionó el epidemiólogo de la UNA.
La última fase es la de recuperación. Este ciclo arranca cuando ya se controlaron las epidemias a lo interno de cada país para recuperar los sistemas de salud, la economía, etc.
Pero, ¿cuándo termina una pandemia? Cuando los países comienzan a controlar sus propias epidemias, reduciendo la cantidad de casos, la circulación del agente infeccioso y los efectos negativos de la epidemia; así el virus deja de ser epidémico y se convierte en endémico.
“Esto quiere decir que lo tenemos, (el virus) es parte de nuestra vida, vamos a tener picos de casos igual que ocurre con la gripe y cosas por el estilo, pero ya no sería una epidemia sino que serían casos endémicos. Cuando esto sucede en todos los países, entonces se acaba la pandemia”, dijo Romero.
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