La tasa de desempleo marcó un 17,7% para el trimestre móvil de marzo, abril y mayo de 2021; es decir, el quinto trimestre desde que se detectó el primer caso del nuevo coronavirus en el país y se establecieron las primeras medidas de restricción para contener los contagios.
La Encuesta Continua de Empleo (ECE) estima que unas 430.500 personas componen el conjunto de quienes buscan empleo y no lo consiguen.
Esta es una cifra similar a la del último trimestre móvil y no varía significativamente en términos estadísticos (17,3%); sin embargo, sigue 4,5 puntos porcentuales por encima del nivel ya de por sí elevado que se registraba antes de la entrada del COVID-19 al país, en el primer trimestre de 2020.
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La tasa de desempleo cayó 2,4 puntos porcentuales en comparación con el mismo período de 2020; pero eso se explica porque aquel fue el primer trimestre en que se registraron efectos más gruesos de la pandemia en el país.
Así lo recordó la coordinadora de la encuesta del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), María Luz Sanarrusia, “ya ahí había iniciado la pandemia, entonces ahí se debe tener presente que ya en ese trimestre hubo medidas, restricciones y contenciones que iban contra el acceso al mercado laboral”, detalló.
El desempleo también incluye a aquellas personas con negocios propios en pausa; y llegó a alcanzar un 24,4% de la fuerza de trabajo entre mayo y julio de 2020 (557.000 personas).
La tasa de ocupación –que representa a la cantidad de personas empleadas en edad de trabajar– se ubicó en un 49,6% y alcanzó los 2 millones de personas en puestos de trabajo.
En el mismo período de 2019, antes de la pandemia, el porcentaje de personas en edad de trabajar ocupadas era de 55,4%.
Los sectores más golpeados por la pandemia, en los que más puestos de trabajo se han perdido, son aquellos menos calificados.
Sin embargo, Sanarrusia explicó que la flexibilización de medidas ha permitido que sectores que dan empleo a estas personas como el comercio, el turismo y contrataciones en hogares recuperen se vigoricen.
“Muchos de estos empleos están en ocupaciones elementales o bajas y esto es importante porque estas fueron las personas que más sufrieron en la pandemia, dado que no tenían la especialización para desempeñar otras funciones o participar en otras actividades”, detalló.
Género y subempleo
Siguiendo la tendencia histórica, tanto el desempleo como la desocupación, golpearon más a las mujeres. El desempleo fue de 24,2 % y 13,3 % respectivamente; y los porcentajes de ocupación fueron de 62,1 % y 37%.
La población en la fuerza de trabajo se estimó en 2,43 millones de personas, de las cuales 2 millones tiene trabajo. La cifra restante son las 430.500 personas sin empleo.
En el primer trimestre de 2020, antes de la pandemia del COVID-19, se contabilizaban 314.000 personas sin trabajo.
1,6 millones de personas están fuera de la fuerza de trabajo; es decir, podrían acceder a empleo (son mayores de 15 años) pero no lo hacen por distintos motivos. El número se mantiene en cifras similares en comparación con el mismo trimestre de 2020.
Entre enero y marzo de 2020, antes de más fuerte impacto del COVID-19 en el país, las personas fuera de la fuerza eran 1,45 millones.
El subempleo alcanzó un 15,7% y no varió significativamente en comparación con el mismo período de 2020. El subempleo estima al porcentaje de personas ocupadas que trabajan menos de 40 horas por semana y que desean una jornada más extensa.
Por sexo, un 13,5% fue el indicador para los hombres y un 19,4% para las mujeres.
La tasa de presión laboral –que ejerce la población desempleada más la que está empleada pero busca cambiar de trabajo– se estimó en un 25,7%. Para hombres fue un 22,2% y para mujeres de un 29,9%.