El gobierno de Estados Unidos condenó el sábado 4 de setiembre una resolución de la Corte Suprema de Justicia de El Salvador que el viernes avaló la reelección presidencial, algo que considera contrario a la Constitución de este país centroamericano.
"Estados Unidos condena la decisión tomada el 3 de septiembre por la Sala de lo Constitucional salvadoreña", dijo en una breve rueda de prensa la encargada de negocios de la nación norteamericana en San Salvador, Jean Manes.
La Sala de lo Constitucional, máxima instancia de la Corte Suprema de Justicia salvadoreña, anunció el viernes que dio luz verde para que el presidente Nayib Bukele pueda postularse a la reelección si lo estima conveniente.
El fallo de la Corte dirigido al Tribunal Supremo Electoral (TSE) permite que "una persona que ejerza la presidencia de la República y no haya sido presidente en el período inmediato anterior participe en la contienda electoral por una segunda ocasión".
El mismo sábado, la primera institución que se pronunció sobre el fallo fue el TSE, que en un comunicado consignó que “dará cumplimiento” a la resolución de la Corte.
Debido a que las resoluciones de la Corte son "inapelables y de obligatorio cumplimiento", el TSE subraya que "acatará las disposiciones" que establece la "opción de inscripción" del presidente para "un segundo término, si éste así lo desea y si un partido político legalmente inscrito lo postula para dicho cargo".
La decisión de la Corte, según Manes, "es claramente contraria a la constitución salvadoreña que establece que la reelección inmediata no está permitida".
Además, el fallo "es el resultado directo de la decisión del 1 de mayo de la Asamblea Legislativa salvadoreña (dominada por el oficialismo) de remover inconstitucionalmente a los magistrados en funciones de la Sala de lo Constitucional e instalar reemplazos leales al Órgano Ejecutivo", subraya la diplomática.
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Esa destitución y reemplazo de magistrados constitucionalistas, según Manes, "demuestra una estrategia clara para socavar la independencia judicial y eliminar un contrapeso clave al poder ejecutivo".
Un principio fundamental de la democracia son los tres poderes del gobierno, por lo que "un debilitamiento de la independencia del poder judicial es muestra de una democracia en declive en El Salvador", enfatizó.
“Este declive de la democracia daña la relación bilateral que Estados Unidos se esfuerza por tener con el gobierno de El Salvador”, explicó.