El presidente Donald Trump firmó el viernes 24 de abril un nuevo paquete de ayuda por $483.000 millones para apoyar a la economía de Estados Unidos, ante la pandemia de coronavirus.
“Es una buena noticia para las pequeñas empresas y es una buena noticia para los trabajadores”, dijo el mandatario durante la ceremonia de promulgación de la ley, tras su aprobación el jueves 23 por el Congreso.
El Congreso se apresuró así a brindar ayuda a empleadores y hospitales que resienten el peso de una pandemia que ha cobrado casi 50.000 vidas en Estados Unidos y ha provocado la pérdida de casi una sexta parte de los empleos del país.
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La medida fue aprobada de manera casi unánime, pero el abultado margen oculta el camino mucho más turbulento que le espera a futuros proyectos.
El paquete se aprobó luego de que los legisladores se reunieron en Washington por primera vez desde el 27 de marzo, adoptando medidas más estrictas de distanciamiento social con el objetivo de demostrar que pueden realizar su trabajo a pesar de la crisis del COVID-19.
Las mascarillas y caretas que utilizaron los legisladores le dieron un toque lúgubre a su labor de ayudar a un país vapuleado por una crisis de salud y sus devastadores costos económicos.
“Millones de personas están sin trabajo. Es un día muy, muy triste. Llegamos al pleno con casi 50.000 fallecimientos, una enorme cantidad de personas afectadas, y la incertidumbre de todo esto. Esperamos entrar pronto en una fase de recuperación. Pero en este momento, seguimos mitigando daños”, dijo la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi.
Como base del proyecto esta una solicitud por $250.000 millones de parte del gobierno del presidente Donald Trump para reabastecer un fondo de ayuda a pequeñas y medianas empresas para cubrir gastos de nómina y alquiler. El programa de nómina proporciona créditos condonables a fin que los negocios puedan seguir pagándoles a sus trabajadores mientras se les obliga a permanecer fuera de operaciones a causa de las órdenes de confinamiento y distanciamiento social.
También incluye $100.000 millones que exigieron los demócratas para hospitales y un programa de pruebas de diagnóstico a nivel nacional, así como $60.000 millones para pequeños bancos y una red alterna de bancos de desarrollo comunitario que se enfoca en el desarrollo de vecindarios urbanos y zonas rurales ignoradas por muchos prestamistas. También cuenta con $60.000 millones en créditos y subvenciones para pequeñas empresas a través del programa de ayuda contra desastres de la Administración para Pequeñas Empresas.