Cada año los salarios mínimos del sector privado experimentan un incremento porcentual que varía de acuerdo a componentes como el costo de la vida y el crecimiento del Producto Interno Bruto real per cápita (PIB per capita).
El Consejo Nacional de Salarios (CNS) fijó un aumento de 6,62% para los salarios del actual periodo. El rubro mínimo mensual del trabajo formal, conocido como ocupación no calificada, pasó de ¢330.299,11 en el 2022 a ¢352.164,91 en el 2023.
En seis años el monto menor mensual para esa descripción de trabajador incrementó un 20,14%, es decir, ¢59.032,24. El 2017 tuvo un mínimo de ¢293.132,67.
Los aumentos se establecieron por el CNS de la siguiente manera:
- 2017 anual 1,14%
- 2018 anual 2,43%
- 2019 anual 2,96%
- 2020 anual 2,53%
- 2021 anual 0,30%
El 2022 tuvo dos aumentos correspondientes al primer y segundo semestre: 2,09% y 1,24%, respectivamente.
Salarios en la dinámica económica
Mientras el salario mínimo en el sector formal privado se mantenía en ¢293.132 en el 2017, la inflación llegó a una variación interanual de 2,57% en el mes de diciembre de ese entonces. En abril tuvo lugar la variación interanual más alta de actividad económica (IMAE) para ese año con 3,96%.
Si lo contrastamos con el salario real que proyectaba en Banco Central de Costa Rica (BCCR), en enero experimentó una variación de 0,57% en relación al mismo mes del año anterior.
En el 2018 la inflación más alta se vivió en marzo con 2,61%. En ese mismo mes se presentó el dato más alto del actividad productiva con 3,1%.
Para el 2018 el salario real tuvo un mejor resultado interanual en mayo con 2,02%, es decir, el monto iba creciendo.
En el 2019 la inflación más elevada se registró en 2,88% en julio. Los resultados más altos del IMAE se dieron en octubre con 2,35%. El salario real tuvo un crecimiento de 1,53% en marzo.
Pero estos son los últimos resultados positivos, ya sea de inflación, crecimiento de la actividad económica o salarios reales, que se registran debido a que la pandemia cambió el ritmo.
En el 2020 la inflación interanual llegó a diciembre a 0,89%. Sin embargo, los efectos más fuertes llegarían en el 2021 con una variación de 3,34% en noviembre y de 12,12% en agosto del 2022.
Sí, la inflación se incrementó y la actividad económica descendió o al menos se estabilizó. El IMAE registró que la producción bajó un -7,20% en junio del primer año de pandemia. Pero el salario real creció en un 2,74% en julio, en relación al mismo periodo del 2019.
Del 2021 al cierre del 2022 los salarios reales se mantuvieron en negativo siendo de -2,82% en noviembre y 7,72% en agosto, respectivamente. Es decir, el monto que reciben los asalariados no da abasto para cubrir sus necesidades de acuerdo al costo que implica la inflación.