Los días de Rodrigo Arias y del Partido Liberación Nacional (PLN) en la Presidencia de la Asamblea Legislativa podrían estar cerca de llegar a su fin.
Contrario a la tendencia que impulsa a los partidos de oposición a alejarse de la fracción del gobierno conforme madura cada cuatrienio, los partidos Unidad Social Cristiana (PUSC), Nueva República (PNR) y Liberal Progresista (PLP) analizan aliarse con los diputados afines al presidente Rodrigo Chaves, con el fin de desplazar al liberacionismo de la dirección del Congreso y asumirla por su cuenta.
De concretarse la alianza, las tres agrupaciones de oposición —junto al oficialismo— sumarían más de los 29 votos que necesitan para dejarse los principales puestos de dirección en Cuesta de Moras. Hasta el momento, el socialcristiano Horacio Alvarado se perfila como principal candidato al cargo de presidente para la tercera de las cuatro legislaturas del período 2022-2026; sin embargo, faltan tres semanas para la votación final y todo puede cambiar.
Este es el escenario de cara al próximo 1.° de mayo, fecha en la cual se renovarán las posiciones de poder en el Congreso, como ocurre todos los años.
Arias sin garantías
El actual presidente de la Asamblea Legislativa, Rodrigo Arias, aspira a un tercer mandato consecutivo en Cuesta de Moras.
Sin embargo, a diferencia de lo ocurrido en años anteriores, el liberacionista no tiene garantía de contar con los votos suficientes para sostenerse en el cargo.
“Voy a hacer un esfuerzo esta semana”, declaró a la prensa este 9 de abril. “Yo lo tomo con mucha calma; se requieren 29 votos para ganar. Hoy no los tengo, pero todavía faltan tres semanas para el 1.° de mayo y tengo optimismo”, subrayó.
Arias actualmente ni siquiera tiene asegurados los 19 votos de la bancada de Liberación Nacional. El legislador afirma que solo tiene certeza de que recibirá 17 votos, en el aire está el respaldo del josefino Gilbert Jiménez y de la alajuelense Montserrat Ruiz
Jiménez dejó claras sus dudas de que Arias pudiera conseguir el respaldo suficiente para hacerse con la Presidencia del Congreso desde marzo pasado. Por eso, planteó una candidatura suya, pero no obtuvo el respaldo del resto de su fracción. El congresista, además, dijo que plantearía su candidatura de nuevo si Arias no lograba los 29 votos necesarios.
Otro bloque con el gobierno
El PUSC, el PNR y el PLP parecen más cerca de concretar una alianza para alcanzar los 29 votos necesarios para colocar a un nuevo presidente legislativo.
Entre estas tres fracciones acumulan 22 escaños en el Congreso; y actualmente buscan el apoyo de los diputados afines al presidente Rodrigo Chaves para concretar los 29 votos necesarios.
Este diálogo lo confirmó la jefa del bloque oficialista, Pilar Cisneros, quien indicó este 9 de abril que el bloque opositor pidió una reunión con el Presidente de la República para tantear las aguas. La reunión se realizaría este 12 de abril.
Hasta el momento, la única candidatura reconocida de este bloque es la del socialcristiano Horacio Alvarado, quien fue elegido por su fracción como aspirante al puesto por delante de su compañera Vanessa Castro.
Ella afirmó que la decisión habría obedecido a un veto por parte de la Presidencia de la República sus aspiraciones. “El gobierno, a través de doña Pilar Cisneros, manifestó que estaba vetada y así me lo ha hecho ver mi fracción”, indicó el 7 de marzo pasado, día en que se celebró una sesión solemne en el cantón de San Carlos.
Horacio Alvarado, por otra parte, es un perfil que parece más potable para unir las voluntades de las tres fracciones con el Gobierno.
Incluso aseguró estar dispuesto a discutir el proyecto de venta del Banco de Costa Rica (BCR): un plan que el Gobierno de la República define como clave para aumentar la inversión social y atacar los problemas de endeudamiento público al mismo tiempo.
Hasta el momento, el Ejecutivo ha enviado varias versiones del texto a la Asamblea para su análisis, sin éxito todavía.
La oficialista Cisneros indicó que el gobierno incluso podría ceder su puesto actual en el Directorio legislativo para apoyar una candidatura si eso beneficiara el avance de proyectos como las jornadas laborales 4-3 y la ya citada venta del BCR, según reportó el periódico La Nación.
No obstante, reconoció que podrían aparecer más candidaturas en las próximas semanas y que igualmente tendrían que ser analizadas.
Por su parte, la fracción del Frente Amplio (FA) —el único partido de izquierdas en el Congreso— presentó sus propias candidaturas en las elecciones internas del Congreso de 2022 y 2023, tras ser excluido de los acuerdos entre las demás fracciones. No brindaron sus votos al liberacionista Arias en sus dos anteriores elecciones y tampoco lo harían ahora.
¿Renuncia a curul?
Este escenario no solo deja latente la posibilidad de que Rodrigo Arias tenga que salir de la Presidencia de la Asamblea Legislativa. También queda abierta la opción de que renuncia a su curul en Cuesta de Moras.
Meses atrás, el medio CRHoy.com publicó declaraciones suyas en las cuales indicó que “no se vería” como diputado de oposición y entonces podría plantearse dar un paso al costado si no fuera reelecto en el cargo de dirección.
“No va con mi ADN ser diputado de oposición. Además, tengo muchas cosas buenas que hacer desde mi vida privada”, afirmó a ese medio.
Arias descartó este 11 de abril que vaya a renunciar a su candidatura por la reelección y anunció que, al igual que el bloque compuesto por diputados del PUSC, el PLP y el PNR, tendrá una reunión con el presidente Chaves, pero dentro de una semana.
El actual jerarca legislativo afirmó a La Nación que en su vida política “ha ganado y ha perdido” y reconoció que “los votos de la fracción oficialista son importantes” para que la balanza se decante de un lado o del otro.
El jefe de fracción del PLP, Eliécer Feinzaig, dijo considerar que “se necesita un cambio de ritmo”, en declaraciones recogidas por el diario La Nación. “El debate se ha desarrollado muy lentamente, con muchas pérdidas de tiempo”, afirmó.
Además, mencionó que desde el bloque del que es parte existen críticas sobre la actual administración del Congreso en temas como la forma en que se asignan recursos, plazas y nombramientos; factores sobre los que también incide el Directorio legislativo (incluida la Presidencia y sus dos secretarías), además de la dirección del debate en las sesiones del Plenario.