El Partido Liberación Nacional (PLN), la agrupación política más vieja del país y principal cara de la oposición en la Asamblea Legislativa (aunque con solo 19 de 57 diputados posibles), quedó huérfano de altas direcciones. En una jornada muy intensa para ese partido histórico de más de 70 años en el ruedo nacional, este 3 de agosto renunciaron en pleno su Tribunal de Ética y, más tarde, tras el pedido de cientos de personas (incluidas figuras de renombre en el conjunto verdiblanco), también lo hizo el Comité Ejecutivo Nacional.
Los miembros del Directorio Político Nacional –donde cuentan con representación los excandidatos a presidente, expresidentes y otros representantes de las estructuras de la agrupación, incluido el Comité Ejecutivo ahora sin integrantes–, todavía no se han manifestado.
La renuncia del Comité Ejecutivo Nacional ya se aprobó por unanimidad en ese órgano, mientras que la del Tribunal de Ética deberá ser analizada por la Asamblea Nacional de la agrupación.
La hemorragia de salidas se precipitó con la renuncia al PLN de la expresidenta Laura Chinchilla, este 28 de julio. Ella argumentó la necesidad de marcharse de una agrupación que “luego de tres derrotas electorales consecutivas, Liberación Nacional sigue actuando como si nada hubiese ocurrido”, y que “en lugar de proceder a hacer una valoración honesta, rigurosa, crítica y participativa sobre su presente y futuro, entró en una especie de letargo y negación sobre lo ocurrido, insistiendo en ver las pérdidas como victorias y sus debilidades como fortalezas”.
LEA MÁS: El PLN, la principal cara política del ‘establishment’ en Costa Rica, se hunde en la impotencia
Más tarde, en múltiples entrevistas, la exmandataria añadió que no volvería al partido a punta de reuniones y de la puesta de paños tibios sobre sus reclamos. Por el contrario, llamó a las altas jerarquías históricas de la agrupación (como expresidentes y excandidatos presidenciales) a desistir de su protagonismo y abrir espacio real para nuevos liderazgos.
“¿Está tomado de alguna manera el Partido”, le preguntó el director de Noticias Repretel, Randall Rivera, a la expresidenta en una entrevista el 29 de julio pasado. “Sí, sin duda. Tenemos integración de órganos que deberían reaccionar con mayor independencia, independientemente de en qué campaña fueron electos y con menos cálculo, desde el punto de vista de las elecciones que vienen”, respondió.
En el Comité Ejecutivo Nacional, además, fungía como secretario general el exdiputado Gustavo Viales, a quien se le cuestionó por visitar en 2021 –cuando todavía era diputado– un condominio en el que luego se detuvo a un presunto narcotraficante de la Zona Sur. Viales dijo que solo fue a recoger unos documentos remitidos por un regidor del cantón de Corredores, quien es investigado judicialmente por presuntas relaciones con el supuesto narcotraficante.
Chinchilla pidió al Directorio Político de la agrupación convocar a Asamblea Nacional para destituirlo total o al menos temporalmente; sin embargo, dicho encuentro nunca se llevó a cabo y los líderes de la agrupación se retractaron de un apoyo inicial que habían manifestado a las pretensiones de la expresidenta.
LEA MÁS: Expresidenta Laura Chinchilla renuncia al Partido Liberación Nacional
Además de Viales, el Comité Ejecutivo estaba compuesto por la presidenta a.i. Kattia Rivera (quien asumió tras la renuncia de Guillermo Constenla en 2020), la subsecretaria Karen Porras, la tesorera Paulina Ramírez y el subtesorero Marco Cercone. Rivera y Ramírez son actuales diputadas del PLN en el Congreso.
Kattia Rivera, actual jefa de fracción del PLN en el Congreso, aseguró este 3 de agosto por la noche que la decisión tomada se hizo para “facilitar los procesos de renovación total de Liberación Nacional”. “Esta renuncia, en medio de estos días y de las discusiones que se han tenido, permite ejecución de acuerdos que nos llevarán al fortalecimiento del Partido”.
Dijo que antes habló con varios miembros del organismo. Mencionó a todos, excepto a Gustavo Viales.
El PLN ahora está convocado a una Asamblea Nacional el próximo 24 de septiembre. Ahí se habilitaría una nueva elección de Comité Ejecutivo para el 15 de octubre. Hasta entonces, el PLN seguirá descabezado. Ese 15 de octubre también se integraría el nuevo Tribunal de Ética y Disciplina, y se designaría a algunos miembros del Tribunal de Alzada, que actualmente no puede funcionar por vacancias. Otra cuestión que entrará en análisis, dijo la expresidenta Rivera, es la convocatoria para realizar un nuevo Congreso Programático.
Tribunal de Ética abajo
Pocas horas antes de la renuncia del Comité Ejecutivo, renunciaron en pleno también los integrantes del Tribunal de Ética del PLN; criticado por el proceso seguido sobre las actuaciones del hasta entonces todavía secretario general Gustavo Viales. Según informó La Nación, dicho proceso quedó sin sanción ni resolución, y Viales tampoco se apartó de su cargo.
El Tribunal, conformado por Freisier Cerdas (presidente), Kattia Brenes (secretaria), Ricardo Thompson, María Eugenia González y Deyanira Esquivel, aseguró que pone sus puestos a disposición y que será la Asamblea Nacional la que determine su acepta la dimisión o si los ratifica en los cargos.
A pesar de la decisión, los miembros dijeron haber actuado “siempre bajo los principios éticos que dicta la Carta Fundamental, el Estatuto del PLN y el Código de Ética” de la agrupación.
Además de los avisos de la expresidenta Chinchilla y de otros antiguos jerarcas, la Juventud Liberacionista advirtió días atrás en un comunicado de prensa que el PLN podía sufrir una “desbandada” de su militancia si no se “reinventaba”.
La carta de figuras liberacionistas, a su vez, contaba con el respaldo de figuras como el ex vicepresidente Luis Liberman; y exministros y exdiputados como María Luisa Ávila, Roberto Gallardo, Carlos Ricardo Benavides, Eduardo Lizano, Alicia Avendaño, Rosa Climent, Rosemary Karpinsky, Francisco Antonio Pacheco y Janina Del Vecchio, entre muchos otros.
El PLN busca reinventarse, luego de un tercer fracaso electoral que le relegó del Poder ejecutivo por tercera vez consecutiva este 2022. Esta es la primera ocasión en su historia que el liberacionismo pasará más de 8 años en oposición.
Antes de conocer las renuncias, Chinchilla afirmó que a los puestos de dirección del Partido deberían llegar personas que deseen servir al Partido, más allá de ver en los puestos de dirección un trampolín para futuras candidaturas a puestos.
Para Chinchilla, el PLN ya estaba “descabezado” desde antes de las renuncias. En diversas entrevistas señaló que la presidencia ejecutiva la ostentaba una vicepresidenta que no había sido electa en el cargo, que la secretaría general (principal cargo de cualquier organización política) la ostentaba una figura deslegitimada, y que el los tribunales internos no estaban funcionando por falta de conformaciones suficientes.
Su gesto de renuncia ya sacude la estructura del PLN.