La candidata del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), Lineth Saborío, evita tomar posiciones demasiado contundentes sobre los temas en la campaña electoral y mantiene algunas de sus propuestas en construcción. Sin embargo, la aspirante socialcristiana sigue en la pelea y buscará meterse en segunda ronda.
“Gobernar no siempre puede hacerse en medio de un sí o de un no”, reiteró en entrevista con EF, en relación con las críticas que ha recibido por su discurso de posiciones tenues en debates y entrevistas. Desde su punto de vista, se requerirán caminos de “diálogo político y social constructivo” en muchos temas, durante los próximos años.
El respaldo para la socialcristiana se ha mantenido por encima de dos dígitos desde noviembre pasado. Los resultados de la última encuesta de opinión política del Centro de Investigación y Estudios Políticos de la Universidad Política (CIEP-UCR) determinaron que Saborío suma un 13% en intención de voto, solo superada por su contendiente del PLN, José María Figueres.
Hablamos de una base importante, pero insuficiente; tomando en cuenta los altísimos niveles de indecisión que arroja el mismo estudio.
Hubo una época en la que el PUSC competía de lleno, cada cuatro años, por llegar a la Presidencia. Sin embargo, los escándalos que envolvieron a los expresidentes Miguel Ángel Rodríguez y Rafael Ángel Calderón significaron una especie de ‘condena pública’ que alejó a la Unidad del poder desde 2006.
Ahora, la exdirectora del Organismo de Investigación Judicial (1997-2002) es la carta del PUSC para regresar a Zapote y evitar 20 años sin gobernar.
El último gobierno de la Unidad, del expresidente Abel Pacheco, fue precisamente el último gran escenario político en el que se desenvolvió Saborío. La candidata fue vicepresidenta de la República (2002-2006), ministra de Planificación (2003-2004) y ministra de la Presidencia (2004-2006) en ese período.
Usted ha insistido en “ordenar la casa” como una forma de generar recursos para el Estado. ¿A qué se refiere con esa frase?
— Hay que llevar las acciones gubernamentales en prioridades, que no se están poniendo.
Tenemos que establecer políticas públicas que respondan a las necesidades y requerimientos que se tienen en el país. ¿Cómo hacerlo? Lo queremos hacer por medio de los sectores poblacionales y desde las diferentes regiones del país. Cuando vamos a ordenar, tenemos que hacer un esfuerzo también de incluir, para que todos aquellos con interés en esas agendas –porque repercuten en ellos– tengan una participación.
También tenemos que disminuir no solo el gasto, sino que tenemos que lograr que este sea más eficiente y más efectivo. La inversión debe continuar, pero debemos revisar también qué es lo que vamos a priorizar. Es muy poca la inversión que se puede realizar directamente desde el Estado, porque las últimas administraciones han puesto la situación financiera del país en alta crisis. También se deben tomar alianzas público-privadas, necesariamente.
En una reciente entrevista, mencionó que analizaría la continuidad de todas las instituciones en “situaciones especiales”. ¿Cuáles son esas instituciones?
— Hay ocasiones en que se señala si se cierra o no una institución del Estado, y eso debería pasar a conocimiento de la Asamblea Legislativa. Para eso tendría que haber razones y justificaciones claras y precisas de por qué se tomarían determinaciones de esta naturalidad.
Hemos planteado que durante los primeros 100 días de administración, el Ministerio de Planificación debería dar prioridad a analizar el estado de algunas instituciones. Por ejemplo, la Fábrica Nacional de Licores (Fanal) o el Consejo Nacional de la Producción (CNP), sus programas, su viabilidad y su efectividad. Cuando una institución se crea, nace con objetivos y por una necesidad que existe. Esa necesidad luego puede ser solventada por otra entidad o por la unión de esfuerzos y la eliminación de duplicidades.
Yo creo en la administración eficiente y en una gestión que resulte de la planeación y eso es lo que pretendemos hacer. Doy el ejemplo de esas instituciones, pero podríamos hablar en otro espacio de otras que resultan absolutamente estratégicas para el país y que tienen un peso alto sobre las finanzas del Estado.
A usted se le ha recriminado mucho por sus posiciones o su falta de ellas. Por ejemplo, cuando dijo en una reciente entrevista de Canal 13 que “no era de sí, ni de no” en relación con su apoyo al plan de empleo público. ¿Considera que ese es el tipo de mensajes que debe transmitir alguien que aspira a la Presidencia?
— Yo lo que quise señalar en esa expresión es que hay respuestas que deben ser amplias o explicativas, porque la intención es gobernar un país y gobernar no siempre puede hacerse en medio de un sí o de un no.
Me parece que si nosotros queremos alejarnos de un autoritarismo, tenemos que explicar el por qué de nuestras respuestas y posiciones. También me parece que hay algunos temas en concreto que necesitan análisis y discusión.
Hay momentos en que uno debe decidir; y sé distinguir también cuando aquella decisión se puede tomar con un poco más de espacio para hacer algo que a mí me resulta 100% necesario si queremos tener un país que nuevamente busque tener confianza. Habrá muchos temas que tendrán el espacio para ejercer el gobierno de esa manera.
En esa entrevista la pregunta puntual fue si apoyaba o no la reforma de empleo público. Yo no le voy a preguntar en general, pero entonces le preguntaré qué cuestiones de ese proyecto considera que están bien y cuáles no.
— Nosotros hemos sido claros en nuestra posición. Pensamos que es importante la aprobación del proyecto de ley de empleo público y que debemos mandar mensajes claros y precisos de que estamos avanzando en la dirección correcta. Nos parece que este no es el mejor proyecto de empleo público y por eso también buscamos establecer líneas de mejora para el momento en el que este sea aprobado, ya con los nuevos diputados.
¿Qué papel debe jugar Recope en el país? Algunos candidatos hablan de abrir su monopolio, otros de cerrar la institución y otros de transformarla. ¿Cuál es su postura?
— La labor que se desarrolla ahí es estratégica y resulta de gran importancia. Sea Recope o cualquier nombre que se le ajuste, su labor es fundamental y resulta esencial. Cuando una labor tiene estas condiciones, lo que necesitamos es que se realice de manera eficiente y lo de que esto resulte para fortalecerlo y para que vaya en beneficio de la población se realizará. Por ejemplo, ¿es necesario pensar en nuevas inversiones para que ese servicio sea más eficiente o pensar en alianzas público-privadas?, yo no tendría problemas en hacerlo para un mejor trabajo.
¿Costa Rica debe descarbonizar su economía?
— Hay esfuerzos que se han venido realizando y me parece que debemos privilegiar las energías que nos permitan avanzar en ese compromiso, que es mundial. Hay algunas cosas que deben hacerse de manera gradual en esa dirección.
Algunos candidatos han hablado de la posibilidad de impulsar impuestos verdes, ¿usted le cierra la puerta a esa idea?
— Yo no quisiera tener que hablar de impuestos en un país que se encuentra en medio de una situación de crisis. Todo lo que nos separe de hablar de impuestos es importante.
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¿Qué papel debe jugar el ICE?, ¿se debe abrir el mercado eléctrico?
— El ICE es una institución de importancia muy marcada para el desarrollo de este país y es estratégica. Debemos tomar medidas muy concretas en el momento en que tengamos acceso a su situación financiera real. Es una institución que en un momento determinado y con una robustez diferente tomó endeudamientos fuertes que en este momento repercuten en las finanzas públicas, y eso hace que el ICE sea una de esas entidades en la lista de instituciones que estaríamos revisando en los primeros 100 días para tomar determinaciones. Tampoco debemos olvidar que es autónoma y necesariamente deberemos tener un trabajo importante, desde la designación de sus jerarcas y las conversaciones con su junta directiva.
¿Costa Rica debe tener un tren eléctrico?
— Me parece que sería importante, pero amplío mi respuesta señalando que no creemos en el proyecto que se ha estado tratando en los últimos años.
¿Y qué piensan sobre el financiamiento que se plantea actualmente?
— Un financiamiento ya fue aprobado (en comisión) y tiene unos intereses que son efectivamente blandos, pero hablamos de contar con una tercera parte de la inversión. Esto no quiere decir que sea una buena oferta, porque los $1.000 millones restantes serían igualmente necesarios.
Eso es como llegar a una tienda y que la segunda prenda salga en un 20% de descuento. Cuando usted compra las dos, resulta que no hizo ningún ahorro y eso es lo que sucede con el tren.
¿Cómo analiza el manejo que ha hecho el Gobierno de la pandemia?, ¿qué haría igual y que haría distinto?
— Se tomaron medidas sin evidencia suficiente y me parece que la ciencia es necesaria sumarla. Hubo decisiones y se tomaron medidas restrictivas que, lastimosamente, no consideraron otras áreas y dejaron todo únicamente en manos del sector salud.
Cuando se está en una situación crítica como esta es necesario que los acuerdos consideren los diferentes criterios. Hablamos no solo del sector económico de gobierno y social, sino un esfuerzo mayúsculo, por su impacto. Como hemos visto, se ampliaron las brechas de desigualdad existentes.
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También se dejó por fuera al sector privado por demasiado tiempo. Se dejó de observar la curva de experiencia que ya tenían algunos otros países. Esas experiencias tenían que traerse al país, y no se hizo. La vacunación tenía que extenderse desde el principio.
A pesar de que era tan complejo, también se fue ampliamente omiso en tener medidas para paliar la situación de la educación.
En el tema soy bastante crítica, porque me parece que acá no era solo el impacto de salud, sino también los efectos económicos que se van a alargar en el tiempo. Para cerrar brechas se tienen que tomar muchas decisiones, y sigo sin observarlas.
Si uno revisa las decisiones de la fracción del PUSC sobre la agenda del FMI, habría que pensar que el Partido está en contra. ¿Cuál es su posición?
— El partido tiene diferentes órganos. Un espacio importante lo ocupa la fracción legislativa y algunos de ellos se han referido a sus posiciones sobre proyectos en concreto. Nosotros consideramos, como fórmula presidencial, que es importante que se continúe avanzando en estos proyectos, los cuales se encuentran –en su mayoría– aún en comisión y soportan una serie de mociones. Debemos mantenerlos en el radar para ver su desarrollo.
En el caso, por ejemplo, del impuesto a las casas de lujo, al momento en que se suma la propiedad misma, eso hace que se encarezca el inmueble y ahí hablamos de casas que no son de lujo, sino que podría ser un golpe a la clase media. Por eso, miembros de la fracción están impulsando cambios en esos proyectos, que estamos viendo y revisando.
Si usted me pregunta sobre la importancia que reviste avanzar con el FMI, le debo decir que estamos muy claros de eso.
El proyecto de impuesto a casas de lujo ya no incluye el costo del terreno para definir cuáles casas son de lujo. ¿Lo apoya en esas condiciones?
— Es básicamente eso. Cada proyecto tendrá su tiempo. Si el valor del terreno ya no cuenta y eso facilita las cosas, estaremos de acuerdo, en el tanto y en el cuando sea un impuesto que realmente se dirija a casas de lujo.
Usted ha dicho que planea reformar el modo en que se cobran las cuotas obrero-patronales y para trabajadores independientes. ¿Cómo lo haría?
— Nosotros hemos remozado algunas de nuestras posiciones, pasadas las elecciones internas del Partido, por inquietudes que han surgido. Inicialmente pensamos que en la misma Asamblea Legislativa se pudiera plantear algún tipo de proyecto para que esa decisión no fuera tomada sin tener un bagaje más grande para esa decisión, pero es un tema que se está remozando y revisando con sectores.
Si eso está en revisión, ¿qué medidas siguen vigentes para reformar esta materia?
— Cuando lo tengamos, inmediatamente se lo hacemos llegar. Se está en conversaciones con sectores y se está avanzando, con un trabajo en manos de la candidata a la vicepresidencia, Gabriela de San Román.
Para formalizar, han hablado de disminuir cargas sociales. ¿Eso sigue en pie?
— Para formalizar hay muchas cosas que necesariamente se deben realizar. Dar espacio para que haya algún tipo de amnistía. Todo esto pasa por los acuerdos que se logren tomar con la CCSS, porque esas no son decisiones que pueda tomar el Gobierno en solitario, porque están las propuestas del Gobierno y la regulación legal que opera para las instituciones autónomas del Estado.
Tenemos en construcción las propuestas que se harían llegar.
¿Cuál es su posición sobre la explotación petrolera y de gas natural?
— Yo privilegiaría las energías limpias y verdes. Esa es la ruta por la que Costa Rica debe marchar.
Ante una situación de escogencia, yo prefiero la exploración de gas natural. Sé que cuando uno explora por gas puede surgir el hallazgo de petróleo, pero valoro que el gas natural es menos contaminante. Además, eliminar el uso de combustibles fósiles es una tarea que requerirá muchísimo tiempo, y en ese tanto pensar en gas natural es una alternativa, aunque no hablo de que yo vaya a impulsarla.
¿Se deben extraer minerales, como el oro, en el país?
— Una de mis prioridades es ver el tema Crucitas y cómo ingresar en un lugar en el que está pasando de todo, sin tener ningún tipo de control. Ahí se extraen recursos minerales y se sacan del país.
La extracción minera no es un tema que yo impulsaría. Es un tema que debe revisarse y que debe analizarse, especialmente considerando que puede traer recursos importantes, pero no está dentro de mis prioridades.
¿Se deben regular las plataformas de transporte o distribución de alimentos?
— Sí, totalmente.
¿Los trabajadores de Uber deberían tener sus contratos laborales o una figura distinta?
— Puede ser una relación diferente. Una cosa es un contrato laboral, en cuyo caso las plataformas deberían estar inscritas como patronos; y otra que las plataformas sean el medio para que las personas trabajen a través de ella. En tal caso, lo que estamos es no incrementando empleo, sino la posibilidad de fuentes de trabajo independiente.
¿Se debe legalizar el uso recreativo de la marihuana?
— El cannabis recreativo no.
El PUSC no llega a la Presidencia desde las elecciones de 2002, tras los escándalos que involucraron a expresidentes elegidos con esa bandera. ¿Considera que el Partido ya superó el golpe de esos casos?
— Yo siento que el PUSC marcó un punto de partida el 25 de junio último, en el que se eligió mayoritariamente y nos llevó a un planteamiento muy claro de retomar los derechos humanos, buscar la igualdad, el trabajo fuerte en temas sociales y económicos. Un planteamiento de trabajo con sectores y una visión regional. Eso es lo que estamos haciendo, y en eso me ubico. Ese 25 de junio pusimos un punto de partida y en ese punto es donde tengo fijada mi propuesta.