Por primera vez, desde febrero del año pasado, la confianza de los consumidores costarricenses presentó una caída, según los datos más recientes del Índice de Confianza del Consumidor (ICC) elaborado por la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica (UCR).
La disminución en la confianza es importante estadísticamente, pues en febrero pasado se situaba en 49,9 —en escala de 0 a 100— y en la última medición de mayo anterior, cayó a 45,3. En otras palabras, fue una reducción de 4,8 puntos.
No se presentaba una caída tan grande desde la época más crítica de la pandemia: específicamente fue en agosto de 2020 cuando el ICC se desplomó 8,4 puntos y se ubicó en 28,3 puntos.
“Se encontraron cambios sustanciales en las calificaciones a la economía por nivel educativo, donde las personas con primaria o menos bajaron su ICC en 8,5 puntos y ahora tienen una nota de 35,2 puntos. Por edad, se registró disminución de la confianza en las personas de 50 años y más para quienes el ICC se ubicó en 37,0 puntos, bajando 9,0 puntos desde febrero”, señala el reporte de la UCR.
A nivel general, los niveles del indicador reflejan una percepción creciente de incertidumbre hacia la economía nacional por parte de los encuestados, tras tres mediciones de alzas consecutivas.
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Otro dato que puede ser hasta cierto punto predecible es que aquellos hogares en los que trabajan máximo dos personas tienen menos confianza hacia la economía. En ese grupo específico, la disminución fue de 5,5 puntos.
¿Qué elementos pesaron para que se diera esta disminución? Le explicamos tres de las principales razones.
Situación económica personal está peor
Uno de los temas que mide el ICC es la situación económica actual de las personas y aquí está la primera causa de la caída en la confianza: la percepción de que los encuestados y sus familias están en peores condiciones que hace un año aumentó 11,7 puntos con respecto a febrero pasado, al pasar de 20,7 a 32,4. Por su parte, el grupo que cree que está mejor actualmente solamente creció 0,1 puntos.
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Ahora bien, al preguntarles si en el próximo año estarán mejor que actualmente el pesimismo vuelve a aumentar, aunque el grupo más importante considera que nada cambiará. Inclusive hubo un repunte entre quienes piensan que tendrán menos ingresos en los siguientes doce meses y consecuentemente una disminución de aquellos que esperan ganar más, aunque siguen siendo mayoría.
Políticas económicas del Gobierno alcanzan su peor calificación
La población se mostró especialmente crítica sobre las políticas económicas y sociales del Gobierno en esta reciente encuesta, alcanzando el peor puntaje desde que asumiera la administración del país el presidente Rodrigo Chaves Robles.
Las opiniones de que estas políticas son “pobres” llegaron al 44,1%, con lo que supera a la última peor calificación recibida en lo que va de este cuatrienio (41,9% en mayo del año pasado). De la misma manera, las consideraciones de que el Gobierno hace un trabajo “bueno” (17,4 %) y “lo necesario” (35,3 %) fueron similares con respecto a febrero.
Puntualmente se consultó a las personas su evaluación sobre el accionar del gobierno para combatir la pobreza, la inflación y el desempleo. Con base en estos resultados, cada vez aumenta la percepción de que no se hace lo suficiente para solventar estas situaciones.
En mayo de 2022 fue la última vez que la opinión sobre este indicador había estado tan baja. En aquel momento se dio el cambio de gobierno, por lo que la percepción se atribuye como la última en la gestión de Carlos Alvarado.
Aumenta pesimismo sobre panorama actual y futuro de negocios
Los consultados también se muestran desconfiados sobre el presente y futuro de los negocios: hay un aumento de 7,1 puntos (entre febrero y mayo) de quienes piensan que la situación actual de las empresas es peor ahora que hace un año. Es la tercera medición consecutiva del ICC en la que crece esta percepción.
Al mirar hacia el futuro las proyecciones no son positivas: cada vez son más los que piensan que a los negocios les irá peor que ahora a la vuelta de un año. Las opiniones negativas pasaron de 23,5 a 29,6 puntos en tres meses; las positivas tienen dos trimestres de caídas de al menos seis puntos.
Otros factores que merman la confianza
La población encuestada tiene preocupación por el comportamiento de algunas variables económicas que pueden ser clave para tomar decisiones financieras, entre ellas el precio de los combustibles, del dólar y de la posibilidad de quedarse sin trabajo.
En el caso del comportamiento de la gasolina y el diesel, un 79,3% de los consultados está seguro de que subirá en los siguientes 12 meses. Tres meses atrás, ese porcentaje era del 58,9%. La cantidad de personas que creen que bajarán de precio se redujo casi dos puntos con respecto a la última medición y se ubicó en 3,3% en mayo.
Con respecto al dólar, un 49,5% considera que en los meses venideros subirá de precio. Esta cifra es 8,4 puntos más alta de la que se registró en febrero.
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También se presentó un incremento de cuatro puntos porcentuales entre quienes tienen la percepción de que perderán su trabajo en los 12 meses siguientes. Ahora un 73,9% afirma que tendrá trabajo.
Para este análisis se entrevistaron a 703 personas mayores de 18 años, del 6 al 29 de mayo, en todo el territorio nacional, de manera aleatoria, usuarias de teléfono celular, lo que significa una cobertura proyectada que supera el 97 % de habitantes en el país. La medición se realiza cuatro veces al año.