¿Le ha pasado que conduce por un mismo camino pero su estado cambia de un cantón a otro? En Costa Rica, el Estado vela por las carreteras nacionales, pero las municipalidades tienen a su cargo la mayor parte de la infraestructura a través de la red vial cantonal.
No obstante, el estado de estas vías cantonales tiene amplias brechas entre municipios, pues hay uno que tiene el 100% de sus calles en buen estado, mientras en otro es el 0%.
Este resultado se desprende del Índice de Competitividad Nacional 2022, realizado por el Consejo de Promoción de la Competitividad (CPC), que utilizó datos de la Contraloría General de la República (CGR) para calificar el estado de la red vial cantonal.
El cantón que se colocó en primer lugar fue San Pablo de Heredia, pues presenta el 100% de su red local en buen o excelente estado. Además, realiza la mayor inversión media por kilómetro en red y seguridad vial entre los 82 cantones del país.
Se considera como “excelente” cuando la superficie de ruedo es lisa, sin baches ni irregularidades notables; mientras que la categoría “buena” es la superficie generalmente lisa, pero con pequeñas corrugaciones u otras irregularidades aisladas, o con baches pequeños superficiales, que no afectan la velocidad promedio de la circulación del tránsito.
El gobierno local de San Pablo decidió redirigir recursos destinados a otros fines hacia el mantenimiento de la red vial. Cada año está invirtiendo ¢350 millones del presupuesto municipal para proyectos desde la subrasante, es decir, no bacheos ni reparaciones, sino la renovación total de las calles incluyendo aceras y cordones.
A ese monto se suma lo que recibe por medio de la ley 8.114 (reformada con la ley 9.329) la cual destina un 22,25% del impuesto único a los combustibles a las municipalidades para la atención de la red vial cantonal. Por esta vía, a San Pablo le corresponden ¢300 millones al año.
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La Municipalidad de San Pablo también tramitó un préstamo con el Banco Nacional de ¢1.000 millones para reparar aceras, pero estos arreglos se cobran a los contribuyentes por medio de una vía de crédito a través de los mismos impuestos, explicó Juan Diego Ramírez, encargado de Relaciones Públicas del ente local.
Para Ramírez, ser un cantón territorialmente pequeño es una ventaja que se convierte en oportunidad, pues el inventario de caminos es menor que en otros. Con 7,5 kilómetros cuadrados, San Pablo es el segundo cantón más pequeño del país, después de Flores, también en Heredia.
Ese municipio y el de Heredia completan el ‘top’ 3 de los que tienen la mejor red. La situación opuesta se encuentra en Guatuso, pues ni un solo kilómetro de su red cantonal está catalogada como buena o excelente.
La alcaldesa de Guatuso, Ilse Gutiérrez, refutó este resultado y mencionó que desconoce cómo la CGR mide este indicador, pues en su criterio el 65% de los caminos cantonales está en buenas condiciones.
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Gutiérrez reconoció que Guatuso carece de un presupuesto propio para infraestructura vial y depende de transferencias estatales y de convenios con otras instituciones como la Dirección Nacional de Desarrollo Comunal (Dinadeco) o la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).
Guatuso tiene una extensión de 758 kilómetros cuadrados, es decir, es 100 veces el territorio de San Pablo. Aunque la alcaldesa no ve como desventaja el tamaño de su cantón, reclamó que suelen estar al final de la visión de desarrollo del país.
En setiembre, Guatuso aprobó su plan quinquenal de inversión vial, con el que se espera impactar en más de 26 caminos locales.
Alvarado y Puntarenas son los siguientes con la peor red cantonal.
Buena infraestructura, poca conectividad
El buen estado de la infraestructura vial cantonal no es sinónimo de buena conectividad.
La conectividad vial refiere a los factores asociados al desplazamiento vial por carretera que inciden en los costos directos de transporte y traslado de personas, mercancías o productos.
En este indicador, los cantones del Gran Área Metropolitana (GAM) presentan menores calificaciones a pesar de contar con mejor infraestructura. El mismo San Pablo muestra bajo desempeño en conectividad vial por un alto nivel de atascos en carretera, según el índice.
El cantón de San Mateo lidera el ranking de conectividad vial, debido a su cercanía y menores tiempos de viaje hacia el aeropuerto Juan Santamaría y el puerto de Caldera. Además presenta indicadores de congestión vial o tránsito vehicular mejores a las de otros cantones.
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Factor de competitividad
La infraestructura vial es un factor clave para fortalecer la competitividad del país y los sistemas de producción locales. La accesibilidad dentro de un territorio es un atractivo de inversiones.
El mal estado de la red vial cantonal es un reto en los cantones menos competitivos. Estos invierten ¢2,6 millones por kilómetro de red vial, mientras que en los cantones más competitivos este monto llega a los ¢3,5 millones.
Los cantones más competitivos también fiscalizan la ejecución de la calidad de las obras en mayor medida.
Desde la óptica internacional, Costa Rica no sale bien parada en estos indicadores. El país es el 117 del mundo en calidad de la infraestructura vial y 103 en conectividad vial, de acuerdo al Índice de Competitividad Global.
El 62% de la red vial cantonal está en mal estado o regular y los puentes son el elemento en la situación más grave.
De acuerdo con el informe, los puentes con el mayor nivel de riesgo se ubican en los cantones de Sarapiquí, Pococí, Pérez Zeledón y Corredores.
“La red vial cantonal representa el 82% de la red total de Costa Rica, por lo que los más de 36.000 kilómetros de la red cantonal son la base para analizar el estado de las carreteras en el país”, comentó Mónica Segnini, presidenta del CPC.
Del 2020 al 2021, 21 municipios tuvieron un mayor deterioro en su red cantonal, siendo Santa Cruz, Limón, Acosta y Upala los casos más graves.
El presupuesto y la gestión tienen casi el mismo peso en esta realidad. Un presupuesto insuficiente sumado a una débil gestión forman el cóctel perfecto para vías en deterioro.