Apuntar a universidades en el extranjero es la meta de muchos estudiantes de secundaria que optan por el bachillerato internacional (BI). Esa certificación agiliza el proceso de admisión en casas de estudios superiores alrededor del mundo.
En el 2023 un total de 1.356 alumnos de colegios privados se inscribieron para hacer la prueba que está calendarizada en el 12.° año escolar. Esa cantidad de jóvenes equivale al 21,94% de todos los alumnos que cursan la secundaria en este tipo de institución que tiene BI.
Un total de 33 centros privados cuentan con el programa internacional. Entre ellos, Lincoln School, La Paz Community y Blue Valley aseguraron a EF que la mayoría de sus egresados logran colocarse en universidades estadounidenses.
Por ejemplo, Purdue University y Florida International University son dos de las instituciones a las que aplican los estudiantes que se graduaron este año de esos colegios. CEU San Pablo, en España, es otro de los destinos que capta la atención.
Aunque no existen registros centralizados sobre la cantidad de personas que salen a obtener sus diplomas de grado universitario fuera del país, el interés por formarse en el extranjero se evidencia en la brecha entre la matrícula de los centros con BI y la cantidad de estos estudiantes que hicieron la prueba de ingreso a las universidades estatales.
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EF analizó la lista de estudiantes matriculados en 2023 en 11.° y 12.° en Lincoln School, Blue Valley, Pan American, Saint Jude y La Paz Community, y la comparó con el total de jóvenes de cada institución que aplicó a la Prueba de Aptitud Académica (PAA) de la Universidad de Costa Rica (UCR).
Dicho análisis demuestra que solamente el 21,1% y 45,3% de los estudiantes de quinto año en el Lincoln y Saint Jude, respectivamente, hicieron la PAA en el 2023.
¿A dónde van y por qué?
La tendencia de jóvenes costarricenses que logran colocarse en universidades fuera del país no sorprende a los centros educativos, aunque aclaran que “no les decimos que estudien en el extranjero” y lo que brindan es acompañamiento en ese proceso.
De acuerdo con Diego López-Calleja, coordinador de College Counseling de Lincoln School, los egresados del colegio donde labora suelen acudir a universidades en Estados Unidos (EE. UU.) porque estados como Florida y Texas ofrecen condiciones especiales para personas de origen costarricense. Asimismo, la certificación de BI les facilita cumplir con la lista de requisitos del proceso de admisión.
“La Universidad de Kansas mantiene un programa de residencia para costarricenses. Disponen de un aproximado de 50 espacios donde cualquier chico de Costa Rica puede aplicar y pagar las tasas que rigen para las personas locales. Con eso pasan de pagar $45.000 al año a $27.000, por ejemplo”, explicó López sobre la opción que más ha llamado la atención de sus estudiantes en los últimos años.
Otros factores que pueden explicar la popularidad de las universidades estadounidenses es su nivel académico y el idioma. Los egresados de la educación privada son al menos bilingües, y el inglés es una de las lenguas extranjeras que dominan.
Países como España y México se mantienen como las opciones más populares después de EE. UU. Pero también hay destinos más particulares como Polonia, Corea del Sur y Países Bajos entre las aplicaciones realizadas por los estudiantes de los colegios mencionados en este reportaje.
Entre el 2023 y 2024, la mayor cantidad de instituciones a las que ingresaron los alumnos de 11.° y 12.° del Blue Valley se encontraba fuera del país. La institución colocó un 51,9% de su estudiantado en el extranjero.
Lincoln School colocó al 66% de sus estudiantes de 11.° y 12.° ien instituciones fuera del territorio nacional. Mientras que en el caso de La Paz Community la repartición está equilibrada: un 50% en Costa Rica y el restante fuera del país.
“No se orienta a los estudiantes a irse del país. Nosotros ayudamos en la formación para el examen del Ministerio de Educación Pública (MEP) y la Universidad de Costa Rica”, aclaró Blue Valley.
La misma postura mantiene López, quien puntualizó que si bien la mayoría de los estudiantes migran para formarse profesionalmente, “no es parte de la visión del colegio. Le damos el mismo apoyo en asesoría, tanto al chico que quiere estudiar en Costa Rica como el que quiere ir fuera del país. Simplemente que al tener tantas oportunidades exploran en el extranjero”.
Bajo interés en universidades estatales
El número de estudiantes de colegios con bachillerato internacional —analizados en este reportaje— que participan en las convocatorias de las universidades del país tiende a ser modesto.
En el Saint Jude School solamente un 45% de los alumnos de quinto año aplicó para el examen de admisión de la UCR para el periodo 2024. La cantidad se reduce si nos fijamos en el registro de la Universidad Nacional (UNA) y el Tecnológico de Costa Rica (TEC): 12,5% y 20,3%, respectivamente.
El poder de convocatoria de la UNA en los alumnos del Lincoln no tuvo mayor fuerza: 4,2% del estudiantado de undécimo y 3,8% de quienes cursaban duodécimo. Para el TEC los datos suben: 11,6% de las personas matriculadas en 11.° y un 10,5% de la población de 12.°.
El caso de Pan American es similar: solo un 18,6% de los jóvenes matriculados en quinto año realizó la prueba en la UCR; el 7% hizo el examen de admisión del TEC y un 9,3% el de la UNA. Las cantidades aumentan si se hace el mismo cálculo en la población estudiantil de sexto año: 29,6% UCR y menos de un 15% las otras dos universidades.
La excepción se da en Anglo American School, donde el 96,9% de los estudiantes aplicó a la PAA en la UCR.
Los datos toman en cuenta la cantidad de aplicantes egresados de las secundarias mencionadas. Es posible que dentro de las estadísticas se encuentren aplicantes que no están recién graduados del colegio, pero sí concluyeron sus estudios en dicho centro de enseñanza.
En cuanto a los jóvenes que permanecen en el país, la opción más fuerte entre los egresados del Lincoln es la UCR, seguida de la Universidad de Ciencias Médicas (Ucimed). El panorama cambia si hablamos del Blue Valley, ya que el primer lugar es de Texas Tech y hay que desplazarse hasta el tercer y cuarto sitio de interés para ver a la UCR y el TEC.
“Texas Tech es una opción que le gusta mucho a los chicos que aún no están preparados para dar el salto. Es una universidad estadounidense que la consideramos dentro de la lista de instituciones en el país pues tiene sede aquí, y que permite hacer uno o dos años en Costa Rica y después transferirse al campus de Estados Unidos con facilidad”, recalcó López.
Esa universidad causa interés entre los colegiales ya que las tasas de la sede en Costa Rica son menos costosas que las que maneja el campus principal. Además, los padres de familia no incurren en gastos de alojamiento.
Poco interés, pero buenos resultados
La formación en colegios privados se caracteriza por ampliar su malla curricular y contar con talleres o cursos que fomentan el análisis, la interpretación, desarrollo de destrezas científicas, matemáticas o artísticas, por ejemplo. Esto hace que, aunque no todos realizan la PAA en las universidades públicas, los resultados los posicionan entre las instituciones con las mejores notas promedio de ingreso.
El análisis de EF sitúa al Anglo American, Lincoln, Blue Valley y Saint Jude en los puestos seis, 13, 21 y 35, respectivamente, de los mejores promedios institucionales obtenidos en la prueba de admisión 2023 de la UCR.
El promedio obtenido por el Anglo fue de 626,44. Por su parte, el Saint Jude obtuvo un promedio de 587,63.
De hecho, el Anglo es el único colegio, de estos cuatro, que aparece en el ‘top 50′ de mejores promedios en las tres universidades que aplican la prueba y es el único en el que más del 90% de sus estudiantes de quinto año se inscribieron para hacer el examen de admisión en el 2023. En el TEC alcanzó un promedio de 619,22 y en la UNA el resultado fue de 653,42.
“Aquí tienen la oportunidad de llevar una materia con una exigencia similar a la que se van a enfrentar en la universidad. Tenemos programas preuniversitarios que valen por créditos de la universidad”, detalló el Anglo.
Pausa activa
El proceso de ingreso a una universidad pública en el país se ralentiza si los colegiales se gradúan de una institución con calendario diferenciado. Estos jóvenes se gradúan entre mayo y junio, razón por la que pueden hacer el examen de admisión hasta ser egresados e iniciar la formación universitaria hasta nueve o diez meses después.
Aplicar al examen antes de concluir el undécimo o duodécimo año no es posible porque se encuentran a medio año escolar, es decir, no se sabe con certeza si aprobarán o no el grado.
“La institución, consciente de esta situación, extiende sin costo el acompañamiento de los orientadores vocacionales durante este periodo, por lo que es común que los graduados regresen para continuar con su asesoramiento vocacional”, informó La Paz Community.
En el caso de Lincoln, López comentó que los egresados aprovechan las carreras de la Universidad Estatal a Distancia (UNED) para adelantar materias afines a la profesión de interés y así convalidar programas cuando ingresen a la UCR, UNA o el TEC. Asimismo, los cursos preuniversitarios aprobados en el colegio cumplen la función de que el estudiante vaya adelantado, por lo tanto, la pausa obligada no los perjudica profesionalmente.
Ese ‘parón’ en los estudios es aprovechado por algunos jóvenes para aprender un nuevo idioma o adquirir nuevas destrezas, según mencionaron los colegios.
Guía para los alumnos
En la mayoría de las instituciones de educación privada, al igual que en los colegios científicos, cuentan con personal enfocado en la orientación vocacional de los estudiantes. Asimismo, la formación enfocada en la universidad empieza a presentarse con fuerza en los últimos años de colegio.
Los orientadores son los motores de búsqueda de las oportunidades que mejor se adecúan al perfil de cada estudiante y la posibilidad económica que tiene la familia.
“La atención individualizada permite asesorar a los estudiantes en cada etapa de su proceso de aplicación. Los estudiantes asisten a ferias de universidades internacionales y reciben visitas de manera continua por parte de instituciones del extranjero que vienen a presentar su oferta académica”, explicó el departamento de Orientación Vocacional y Universitaria de La Paz Community.
Las ferias vocacionales con invitados internacionales son el mejor aliado de los profesores para dar una pequeña muestra de lo que existe en el mercado, más allá de la oferta local. Lincoln School invitó a 80 universidades extranjeras para que dieran a conocer, tanto a alumnos de la institución como de otros centros educativos, el portafolio de carreras académicas.
El año clave en Lincoln para enfocar a los estudiantes, y sus familias, en la preparación profesional es en el onceavo año. Al iniciar el calendario escolar mantienen reuniones personalizadas con el estudiante y sus padres para trabajar como equipo en establecer y cumplir metas.
Las oficinas de orientación universitaria es una de las características que comparten los colegios que exportan gran cantidad de graduados. Quienes laboran en esta oficinas también hacen la revisión de ensayos universitarios y aplicaciones que efectúan los estudiantes a universidades en el exterior.
“Además de la Oficina de Orientación Universitaria y un orientador especializado en postulaciones internacionales, tenemos clases de Career GPS de 2 horas por semana para cada estudiante del segundo semestre de 10.º grado. En estas clases, los estudiantes aprenden sobre universidades y colegios de todo el mundo y lo que se necesita para postularse a ellos”, indicó Blue Valley.