Los ochos meses que acumula la guerra entre Rusia y Ucrania ha repercutido de distintas maneras en el comercio internacional, como es en el caso de las exportaciones. Los principales productos que envía Costa Rica a esos destinos son la piña y el banano, y por esta razón el sector agrícola empezó a buscar soluciones.
En el primer trimestre del 2022 (periodo en el que se dio la invasión rusa) el monto registrado por los envíos de piña a Rusia descendió casi $2 millones de manera interanual. Ese destino forma parte de los primeros 10 países a los que se exporta dicha fruta.
El motivo que provocó esa baja fue el cierre de puertos que habitualmente recibían los pedidos. La tensa situación hizo que las restricciones aduaneras dieran prioridad a los productos de primera necesidad, por lo que la piña y el banano salían de la lista.
Recurrir a distintos puertos para llegar al destino final, ingresar a nuevos mercados y fortalecer otros fue parte de la fórmula a la que apelaron los exportadores de piña y banano, productos que lideran los envíos costarricenses del sector agrícola a Rusia y Ucrania, respectivamente.
Los representantes del sector piñero y bananero aseguran que lo peor se presentó al inicio del conflicto y actualmente ya empiezan a retomar la normalidad. Pero para llegar a esa aparente tranquilidad pusieron en marcha soluciones para contrarrestar la incertidumbre.
“No se han frenado los envíos de piña a Rusia, pero durante el proceso del conflicto intentamos explorar nuevos mercados como el australiano. La gestión en Australia al final no fue una alternativa porque ellos mismos abastecen el mercado local”, comentó Abel Chaves, presidente de la Cámara de Productores y Exportadores de Piña (Canapep).
Sin embargo, los números del 2022 evidencian la baja en los envíos de piña hacia Rusia que a setiembre contabilizaban $7,7 millones. Este dato no contempla las estadísticas del periodo comprendido entre abril y junio debido al hackeo a la plataforma Tecnología de Información para el Control Aduanero (TICA).
El banano experimentó una situación similar: pasó de $2,5 millones en los primeros tres meses del 2021 a $425.000 en el mismo periodo en 2022. Esta fruta es el producto mayormente exportado a Ucrania, donde pasó de generar $5,9 millones en el primer trimestre del año anterior a $2 millones en el mismo lapso del 2022.
Analizar y adaptarse
“Dentro de las alternativas que tuvieron quienes exportan piña a Rusia fue llevar la fruta a otros puertos en los que luego se pudieran trasladar a ese país”, comentó Chaves. Así el sector optó por llevar las cajas de piña a puertos en Países Bajos y el norte de Europa para que desde ese punto continuaran el trayecto.
Chaves comentó que una acción que pensaron realizar fue darle seguimiento al envío de piña a Israel, pero ese mercado presenta limitantes que los frenó como lo es la necesidad de hacer las exportaciones vía aérea y restricciones fitosanitarias.
“La única alternativa (de nuevo destino) que prosperó fue enviar piña por aéreo a Israel, pero para enviar piña a ese país las empresas deben cumplir con un protocolo que debe tener el visto bueno de Israel. Además, las empresas en la zona del Atlántico no pueden exportar a ese destino”, aseguró Chaves.
Conforme el conflicto bélico se alarga, las ventas de piña a Rusia retoman el rumbo, según el portal estadístico de Procomer. Al tercer trimestre del 2022 la exportación de ese producto reportó un valor de $3,4 millones, mientras que en el mismo periodo del 2021 la cifra fue de $3 millones.
Aunque la piña y el banano son los productos más exportados a los países que se encuentran en conflicto, no son un mercado fuerte para Costa Rica. Por su parte Estados Unidos y otros países europeos sí importan cantidades grandes de esas frutas de producción costarricense.
Estados Unidos importó el equivalente a $380 millones por concepto de banano y $507 millones por piña, ambos en el 2021.
Fortalecer el enlace comercial con esos clientes fue la clave para continuar con la dinámica comercial. No obstante, mientras la piña parece que dejó atrás los embates de la guerra, el banano muestra resultados menos alentadores ya que las exportaciones totales acumuladas decrecieron en $54 millones a setiembre.
“Principalmente, los menores registros de banano se deben a menos envíos a Europa, mercado en el cual se está presentando mayor competencia debido a la participación de fruta de otros competidores (Ecuador) que no ha podido ser colocada en Ucrania y Rusia”, indicó Procomer en mayo anterior.
Jorge Sauma, gerente general de la Corporación Bananera Nacional (Corbana), aseguró que los embarques a Rusia por parte de Ecuador ya se recuperaron. El país sudaméricano es el principal exportador de banano en el mundo y, ante la crisis que desató el cierre de los puertos rusos, se dedicaron a fortalecer mercados europeos desatando que las compras a otros suplidores disminuyeran.
A lo anterior se sumaron los obstáculos logísticos y financieros que los vendedores y compradores enfrentan en el comercio bananero en Rusia debido a la restricción en facilidades de cobro por la exclusión de determinadas instituciones financieras rusas del sistema de pagos Swift.
Del mismo modo mantener la fluidez comercial con Ucrania presentó limitaciones similares, por lo que el sector bananero optó por desviar el producto a la Unión Europea, Medio Oriente y Asia. Ahora aspiran a consolidarse en los dos últimos destinos para crecer sus envíos.
En el tercer trimestre del 2022 solamente alcanzaron $2.000 por exportaciones a Ucrania; cifra muy por debajo de lo obtenido en el mismo trimestre del 2021 que fue de $2 millones.
“Estamos realizando esfuerzos para que las cadenas de supermercados aumenten el precio de compra al productor, ya que desde hace 20 años el precio real no se ha incrementado. Por el contrario, en términos reales ha bajado, mientras que otras frutas si han experimentado ajustes al alza”, planteó Sauma como solución ante el descenso en las ganancias por ventas internacionales.