Guatemala irá a un balotaje en agosto para escoger a su próximo presidente, y la socialdemócrata Sandra Torres tiene un lugar asegurado en la nueva disputa, en la que seguramente enfrentará al derechista Alejandro Giammattei, en segundo lugar según los últimos recuentos electorales divulgados este lunes.
Los resultados del Tribunal Supremo Electoral (TSE), con 94% de las 21.099 mesas escrutadas, dan a Torres 25,27% de los sufragios, por delante Giammattei, con 14,08%. Se requería más del 50% de los votos para ganar en el primer turno.
Torres, de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), y Giammattei, del derechista Vamos, superan al abanderado del Partido Humanista, Edmund Mulet (11,32%), y a la izquierdista indígena Thelma Cabrera (10,47%).
Los magistrados del tribunal electoral tienen previsto dar a conocer resultados oficiales en una conferencia de prensa en las próximas horas.
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"La diferencia es muy alta, casi un 10%, ella (Sandra) tiene asegurado el primer lugar, y Giammattei el segundo porque lleva casi tres puntos de diferencia sobre Mulet. Va a ser difícil un cambio de posición", anticipó a la AFP el analista independiente Luis Linares.
Afirmó que la presencia de Giammattei en el balotaje del 11 de agosto está prácticamente asegurada porque faltan pocos votos por escrutar en zonas dispersas sin mayor peso electoral.
Limpiar la corrupción
Tras divulgarse los datos, Torres llamó a la “unidad nacional” porque “se necesita limpiar el Estado de corrupción”.
"No podemos seguir divididos como estamos ahora", sentenció la política, quien busca convertirse en la primera mujer presidente del país.
La dispersión de los sufragios impondrá al candidato victorioso un desafío de gobernabilidad, según indicaron analistas consultados por AFP.
El domingo, más de 8,1 millones de guatemaltecos estaban llamados a elegir al sucesor del impopular presidente Jimmy Morales, 340 alcaldes y 160 diputados para el periodo 2020-2024, así como 20 representantes al Parlamento Centroamericano.
Por primera vez, los residentes en Estados Unidos pudieron sufragar, aunque solo participaron en la elección presidencial.
La jornada transcurrió sin conflictos graves, pero con incidentes en algunos departamentos del país.
El presidente del TSE, Julio Solórzano, informó la tarde del domingo que se habían registrado incidentes en al menos cuatro departamentos, pese un fuerte operativo de seguridad policial y militar.
En San Jorge, en el departamento de Zacapa (este), la votación fue suspendida por la renuncia de la junta electoral debido a amenazas de muerte.
Solórzano agregó que se tomó la misma decisión por disturbios en Esquipulas Palo Gordo, departamento San Marcos (oeste). En esos lugares se repetirá la elección.
“Reto de legitimidad”
El analista político independiente Daniel Haering evaluó que “a pesar de que el proceso electoral registró incidentes de violencia, fueron pocos”, por lo que concluyó que “el balance es positivo”.
Aún así, la campaña estuvo marcada por la exclusión de la exfiscal general Thelma Aldana, una de las favoritas y abanderada de la lucha anticorrupción, por supuestas irregularidades cometidas cuando era jefa del Ministerio Público (2014-2018).
Además, la justicia dejó fuera de contienda a Zury Ríos, hija del fallecido exdictador Efraín Ríos Montt, por una disposición constitucional que impide la postulación de familiares directos de personas que hayan participado en golpes de estado.
Según Haering, este proceso "sucio y trapero" impondrá un "reto de legitimidad" al próximo presidente.
Además, ante la dispersión que confirmaban los resultados parciales, Christian Castillo, analista político del Instituto de Problemas Nacionales de la estatal Universidad de San Carlos, señaló que el próximo mandatario tendrá el desafío de "hacer pactos serios con diferentes sectores, empresariales, sociales y académicos para lograr gobernabilidad".
Desafíos urgentes
Los desafíos acuciantes de Guatemala se impusieron desde la campaña, con múltiples promesas para generar empleo y atajar la pobreza, que afecta al 59% de los de habitantes y empuja miles a emigrar a Estados Unidos.
Muchos se sumaron a caravanas migratorias desde 2018, que han provocado una crisis regional y la ira del presidente estadounidense, Donald Trump.
El presidente Morales, que finaliza su mandato en enero, recomendó a su sucesor trabajar en reducir ese flujo y en la desnutrición crónica que afecta a uno de cada dos menores de cinco años.
Entre los problemas estructurales que impiden el desarrollo, el Procurador de Derechos Humanos Jordán Rodas enumeró: "Desigualdad, discriminación y corrupción".
"Combatir esos tres males ayudaría mucho a tener una vida digna sin exclusiones; caso contrario, se estaría dando la espalda a la mayoría de la población, que es indígena", indicó.
En cuanto a la corrupción, según Transparencia Internacional, Guatemala se ubica en el puesto 144 en un ránking de 180 naciones evaluadas.
En 2015 fue el motivo de la renuncia del entonces presidente, Otto Pérez (2012-2015), que espera en prisión ser juzgado.
Más recientemente, la exfiscal Aldana y una comisión antimafias de la ONU (Cicig), pidieron investigar en dos ocasiones a Morales por sospechas de corrupción, de las que se libró por su condición de aforado. Luego dio por terminado el acuerdo de la ONU, cuya misión finalizará en septiembre.
La violencia es otro de los males a los que tendrá que hacer frente el próximo gobierno, con 5.000 muertos cada año, la mitad atribuidos al narcotráfico y a las temibles pandillas.