De continuar la trayectoria actual, es probable que el agua sea uno de los recursos más disputados en las próximas décadas, especialmente cuando el Instituto de Recursos Mundiales (WRI, por sus siglas en inglés) proyecta que para el 2050 los países en los que vive el 31% de la población tendrán un estrés hídrico clasificado de “alto a extremadamente alto”.
El estrés hídrico es un indicador que busca ilustrar la proporción de agua extraída para uso en la industria, la agricultura o los hogares privados en relación con el agua disponible en una zona.
El indicador se separa en las siguientes categorías de estrés:
- Bajo (menor que 1)
- Bajo-medio (entre 1 y 2)
- Medio-alto (entre 2 y 3)
- Alto (entre 3 y 4)
- Extremadamente alto (mayor que 4)
Para el año 2050, se espera que 51 de los 164 países analizados sufran de estrés hídrico de alto a extremadamente alto. Este escenario corresponde a una proyección bajo la categoría de “negocios como de costumbre”, un punto en el medio entre el escenario optimista y el pesimista en el que se proyectan aumentos de temperatura entre 2,8 y 4,6 grados Celsius para el año 2100 y un mundo que permanece con la misma desigualidad.
En esta estimación países del sur de Europa como Portugal (3,67) e Italia (3,49) tendrán un alto estrés hídrico, según los parámetros del indicador, mientras que en España (4,49) llegará a ser extremadamente alto.
También se espera que toda la Península Arábiga, Irán (4,70) e India (4,02), además de la mayoría de los países del norte de África, consuman al menos el 80% de su agua disponible para el año 2050, lo que los pondría con un estrés extremadamente alto.
Estados Unidos (2,78) tampoco está libre de riesgo, ya que caería bajo la etiqueta de estrés de medio a alto, lo que corresponde a una tasa de consumo del 20% al 40% de los recursos disponibles.
¿Cómo está Costa Rica?
Costa Rica, por su parte, estaría dentro de los países en la categoría de estrés hídrico bajo (0,93) en 2050. Esto quiere decir que consumiría menos de un 10% de los recursos disponibles. Según las proyecciones del WRI, el país en 2050 sería número 46 con el mejor indicador en el mundo y el octavo con mejor calificación de América Latina y el Caribe.
Estos son los resultados para el 2050, sin embargo para el 2080 se vería un desgaste, haciendo que la categoría de estrés hídrico suba de “bajo” a “bajo a medio” con un indicador de 1,31; el equivalente a un consumo entre el 10% y el 20% de los recursos.
Sin embargo, no todo es positivo para Costa Rica, y, en cambio, ya se empieza a notar un desgaste a nivel interno. El último Informe Estado de la Nación (IEN) de 2023 encontró mayores presiones sobre los recursos hídricos con más agua extraída y concesionada, mayor déficit entre la producción reportada y la demanda estimada en zonas de importante concentración de población y presencia de actividades económicas, además de una reducción en la cobertura de agua potable para consumo humano.
En el informe se mencionó que la cobertura de agua potable bajó de 95,7% a 89,9% de la población entre 2021 y 2022, una reducción atípica en comparación con las décadas anteriores, con mayor afectación en sistemas comunales.
A esto se le suma que el país en diez años cayó del puesto 5 al 68 en el índice de desempeño ambiental de las universidades Yale y Columbia, en parte por las bajas calificaciones en el manejo de aguas residuales, señaló el IEN.
Tampoco se pueden olvidar los escándalos que se han vivido en el último año, más recientemente los casos de agua contaminada en Tibás, Moravia, Goicoechea y Oreamuno, además de los problemas de abastecimiento en Hatillo. Esto sin sumar las debilidades para suministrar agua en Guanacaste, las cuales llevan una cola de años.
Resultados por provincia
En el indicador de la WRI también toma en cuenta una desagregación por provincia. En este caso las provincias de San José (1,34), Heredia (1,30) y Guanacaste son las que tendrían mayor estrés hídrico, aunque todavía bajo la categoría de bajo a medio. Por el otro lado, Limón es la que mejor puntuó con apenas un estrés de 0,08 en la escala del indicador, seguida de Cartago (0,24).