El gobierno de Honduras pidió a Estados Unidos renegociar un tratado de libre comercio suscrito en 2004 para acabar con las exoneraciones al maíz y al arroz, en vigor desde hace un mes, con el objetivo de proteger a sus agricultores.
La eliminación de los aranceles está “exponiendo a nuestros productores a una ruina inminente y amenazando nuestra seguridad alimentaria”, dijo la presidenta Xiomara Castro en cadena de radio y televisión la noche del lunes.
Por tal razón, "he solicitado al gobierno de los Estados Unidos hacer una revisión de las cláusulas del comercio agrícola para proteger la producción nacional", agregó en un mensaje por su primer año de mandato.
El Tratado de Libre Comercio de Centroamérica y República Dominicana con Estados Unidos, conocido como Cafta-RD por sus siglas en inglés y vigente desde el 1 de abril de 2006, contemplaba la eliminación de los aranceles del maíz y el arroz a partir de este año.
Pero la mandataria izquierdista piensa que los pequeños productores hondureños no podrán competir con el maíz y el arroz importados.
"Para que no se produzca el desempleo masivo, espero el apoyo de los agricultores y ganaderos" en la renegociación con Estados Unidos, subrayó Castro.
Por su parte, el subdirector del Instituto Nacional Agrario, Rafael Alegría, dijo este martes que "es imposible para los pequeños agricultores competir en un mercado abierto con Estados Unidos o con la Unión Europea".
"Los productores nacionales desaparecerían, son 520.000 entre maíz, arroz y frijoles", por eso "debe ser urgente y de inmediato esa renegociación", declaró el funcionario a la AFP.
Explicó que Honduras importa de Estados Unidos el 20% del arroz que consume la población, el 50% del maíz y el 30% de los frijoles, los tres principales productos en la dieta de los hondureños.
Con la exoneración "estaríamos dependiendo el 100% de las importaciones de Estados Unidos, [porque] allá estos productos están altamente subsidiados por el Estado", afirmó el viceministro.
Alegría indicó que tras la firma del Cafta-RD en 2004, los sucesivos gobiernos de Honduras no se preocuparon de apoyar a sus agricultores para que pudieran competir al momento de que se eliminaran las exoneraciones de aranceles.