El 2 de mayo del 2019, en su primera rendición de cuentas como presidente de la República, Carlos Alvarado prometió un plan para modernizar el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE). El plazo era de tres meses.
Este 19 de junio, Irene Cañas, presidenta ejecutiva de la institución, presentó la Estrategia 4.0, un documento con tareas y metas que buscan alejar al ICE de los cierres financieros en rojo y aterrizarlo frente a las nuevas realidades que le plantea el mercado.
La promesa es que la septuagenaria institución alcance la estabilidad financiera, evolucione en sus negocios para dejar de depender de la electricidad, mejore su más que criticada atención al cliente y, de paso, se modernice de mano de la tecnología.
EF conversó con Cañas para entender cómo lograrán cumplir estos objetivos que tienen como meta final el 2023.
— Usted decidió detener el proyecto Diquís por considerarlo innecesario. ¿Va Costa Rica a quedarse con la matriz energética tal y como está, centralizada en la generación hidroeléctrica?
— Tenemos el compromiso de darle seguimiento al comportamiento de la demanda. El plan de expansión se publica cada dos años, pero el seguimiento es anual para definir si es necesario hacer actualizaciones.
“A finales de julio se va a inaugurar Pailas II, que es un proyecto geotérmico. En el plan de expansión sí se visualiza Borinquen I y, dependiendo de cómo se comporte la demanda, también Borinquen II, que son geotérmicos. Lo que sí arrojó el plan el año pasado es que parte de la demanda de los próximos años se puede satisfacer con proyectos eólicos y solares".
— La ministra de Planificación mencionó que uno de los mecanismos para reactivar la economía es repensar el modelo tarifario eléctrico. ¿Tienen un plan respecto a esto?
— Hay una hoja de ruta con acciones responsables que buscan la estabilidad financiera. Desde que empezamos a trabajar, la línea clara fue que todas las medidas que tomemos para la estabilidad tienen que afectar positivamente las tarifas.
“Entre las medidas más importantes está la renegociación de deuda. Ya nos hemos acercado a todas las entidades financieras y estamos hablando de plazos, tasas y condiciones. Conforme vayamos logrando estas renegociaciones, se impacta positivamente la tarifa".
— ¿Está pagando el ICE las deudas demasiado rápido?
— En algunos casos, sí. En este momento la institución tiene varias deudas de obras con vida útil de hasta 50 años, pero estamos pagándolas a 12 años.
“Hay obras que tienen una composición variada de financiamientos en las que no hay solo un acreedor, sino hasta cinco, como es el caso de Reventazón, y con cada uno hay condiciones diferentes. Tenemos que sentarnos con cada acreedor y definir cómo podemos mejorar la parte financiera".
— ¿Cuántas y cuáles deudas están en renegociación?
— La más importante y la que nos pesa más es Reventazón. Ahí tenemos bancos, multilaterales y nacionales. Con cada uno nos estamos sentando a ver cómo podemos mejorar las condiciones. En algunos casos será plazo; en otros casos será interés.
— La estrategia detalla que los ingresos por generación centralizada de electricidad decaen, pero que podrían compensarse con nuevos servicios de distribución. ¿Cuáles son estos servicios?
— Son los servicios que podemos ofrecer con las redes inteligentes. Tenemos un negocio que estamos por lanzar; es de servicio a la industria en gestión de energía. También entran todos los servicios que podemos dar al transporte eléctrico y a la red de carga.
“El nuevo negocio que trabajaremos en conjunto con Incofer es el aporte en el desarrollo del tren de pasajeros y el tren eléctrico de carga (Telca), más los negocios en convergencia con telecomunicaciones.
“Hablamos también de ciudades inteligentes y municipios inteligentes. Ahí entramos a brindar soluciones conjuntas. Estos son nuevos negocios independientes de vender kilowatt por hora”.
— ¿Qué puede aportar el ICE a las ciudades inteligentes? ¿Cuáles son estos otros negocios en detalle?
— Tenemos ya algunos proyectos con municipalidades. Aprovechando la infraestructura de la red eléctrica, se colocan, por ejemplo, cámaras para seguridad. Entonces, ofrecemos un circuito de seguridad a las municipalidades. Tenemos un equipo vigilando y que se comunica con la Fuerza Pública; esto permite reaccionar de manera más rápida.
“Colocamos sensores y pantallas que permitan dar información importante, por ejemplo, la temperatura, si va a llover, las rutas de los autobuses y distinta información que para los usuarios es útil y está a la mano.
“Tenemos también un servicio que hemos trabajado con Acueductos y Alcantarillados (AyA) y es que, con nuestros medidores inteligentes de electricidad, también podemos medir el consumo de agua. Podemos darles el servicio en tiempo real, del consumo y de las fugas”.
— ¿Dónde están estos planes piloto?
— En municipalidades en Grecia y en Tibás. Con AyA tenemos un piloto en Cartago.
— ¿Tienen una proyección de cuánta demanda significaría la electricificación de los trenes y si el ICE la podría abastecer?
— Tenemos proyecciones y es un aumento al que con la capacidad instalada que tenemos ahora le podemos hacer frente.
“El tren que va a ponerse a operar más rápido es el Telca y hemos hecho escenarios donde puede representar un aumento en la demanda de entre 50 y 60 megas. Es una potencia importante y la capacidad instalada que tenemos la absorbe".
— En el documento se habla de una apertura china en contraste con el proteccionismo estadounidense. ¿Cuál es esa apertura que ven en China y cómo podría aprovecharla el ICE?
— Vemos el tema con cautela. Somos un país pequeño, pero cualquier cosa que suceda entre estos dos gigantes nos va a afectar a nosotros. Tampoco nos conviene paralizarnos y somos conscientes de que, en esta nueva era, la base de todo son los datos y el manejo que se les dé.
“Tenemos que tomar nuestras previsiones, porque, así como tenemos negocios con plataformas estadounidenses, tenemos negocios con plataformas chinas, pero también francesas y otras”.
— ¿Deben tomar previsiones, por ejemplo, con Huawei que es proveedor del ICE? ¿Cuáles son los otros proveedores?
— Definitivamente nuestro interés es siempre cumplir con esa neutralidad tecnológica. Tenemos otras plataformas.
“Nosotros no solo somos tecnología móvil o televisión. En servicios administrados tenemos varias plataformas, por ejemplo, la del Sicop o el desarrollo que hicimos para la Caja (CCSS) con el Edus (Expediente Digital Único en Salud)".
— ¿Cómo mejorar la atención al cliente?
— Es parte del segundo pilar de la estrategia. Sabemos que la experiencia al cliente es fundamental y ahora tenemos una diversidad de clientes gigantesca: desde la persona que todavía necesita ir a sentarse en una agencia hasta la que pide que le resolvamos todo remotamente.
“Esta estrategia definitivamente es cliente-céntrica”.
— ¿Qué tanto falla el ICE en atención al cliente?
— Hemos venido trabajando y lo hemos hecho por sectores y por agencias. Ya sabemos que la atención al cliente no es solo el frontal, sino que es el técnico de la instalación, el que llega a hacer una reparación, el que atiende el teléfono; es toda la cadena.
“Ya logramos abarcar una cantidad importante de sectores. Todavía nos falta, es cierto, pero hemos tenido avances importantes”.
— ¿Entra en este cambio la agilización de los servicios de Internet y móviles? Por ejemplo, el avance en fibra óptica, donde hay demanda.
— Hay una oportunidad muy grande; eso lo tenemos claro. Hemos estado encima de lograr reducir los tiempos y, de hecho, en la estrategia está muy claro: debemos reducir los tiempos de atención y de instalación en fibra óptica.
“Lo que pasa con la fibra es que tenemos que capacitar a más técnicos porque nuestros técnicos están acostumbrados a instalar cobre, que es muy distinto. Hemos pasado por un proceso de aprendizaje en la instalación de fibra”.
— ¿Cuánto es el avance?
— Quisiéramos llegar a todos los rincones con fibra. Es un compromiso para reducir la brecha tecnológica, pero sabemos que no vamos a llegar en un corto plazo a todos los sectores. Por eso estamos dotando de soluciones temporales a las áreas a las que todavía no vamos a llegar.
“La meta estamos tratando de acortarla y llegar más rápido a los lugares estratégicos, tanto con medidores inteligentes como con fibra. En medidores inteligentes la idea es llegar al 100% de los clientes del ICE y de la CNFL”.