La poca capacidad de gestión del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) fue duramente criticada durante la contaminación de agua potable en las comunidades de Guadalupe, Tibás y Moravia. El actual jerarca se suma a las críticas sin titubear.
Juan Manuel Quesada asumió la presidencia del AyA hace poco más de dos meses, mientras la institución trataba de apagar —con el poco agua disponible— el propio fuego que ellos empezaron a encender.
Quesada deja atrás las excusas y señala sin contenerse la mala planificación y ejecución de las administraciones anteriores. El presidente ejecutivo habló con EF e indicó que en los dos años que tiene para ordenar la institución se enfocarán en proyectos prioritarios, ya que se carecía de ello, en sus palabras.
“Las empresas que se administran bien tienen todo lo contrario al AyA: tienen un 90% de mantenimiento preventivo y el reactivo se reduce en tan solo un 10%”
— Juan Manuel Quesada, peridente ejecutivo del AyA.
P: ¿Qué cambios viene a hacer usted en temas de desabastecimiento de agua?
R: - Cuando hablamos de la incapacidad del AyA de poder planificar y ejecutar obra pública, dos cosas fundamentales estamos haciendo al cortísimo plazo y otra de mediano plazo.
Esa primera acción tiene que ver con nuestro plan de inversión en obra pública. El AyA no tenía en forma ordenada y articulada su portafolio de proyectos, pero ya hoy tenemos esa matriz, la cual tiene más de 42.000 datos que nos permite administrar nuestro portafolio que está constituido de 179 proyectos y 212 iniciativas.
A partir de ahí construimos un plan de aceleramiento de obra pública en infraestructura de acueducto y alcantarillado que está compuesto de aquellos proyectos que tenían un nivel de madurez importante, pero además que se tienen los recursos.
Para abordar esta crisis se tiene que partir de un diagnóstico que identifique cuáles son las causas. En primer lugar tenemos una infraestructura vieja, obsoleta y descuidada, lo cual ha implicado destinar más recursos a un mantenimiento reactivo que al preventivo.
La segunda causa: el AyA no tuvo la capacidad de planificar y ejecutar los proyectos de inversión de obra pública en acueducto de alcantarillado que necesitamos.
Tercera causa: crecimiento no planificado de ubanizaciones, comercios u hoteles que son focos de demanda que no se previeron y que crecieron de forma desordenada.
¿Cuáles son esos proyectos prioritarios del AyA?
- Uno de los planes es la solución de agua para San Ramón y Palmares. Es un proyecto de $15 millones que implica la construcción de 56 km de tubería y la construcción de siete tanques, la mejora de tres tanques adicionales, la construcción de tres estaciones de bombeo.
En Limón hay un proyecto de varias fases donde queremos dar un acueducto nuevo que permita tratar las aguas. Más que eso, significa fortalecer el sistema de acueducto al lado de la Ruta 32, desde la Estación de Bomberos hasta el centro. La inversión también ronda los $15 millones.
Hay proyectos que van a venir a solventar el problema de agua Alajuelita y Hatillos, que se traduce en la construcción de tanques y nos va a permitir ampliar la capacidad de almacenamiento y también de la línea de conducción.
“Aquí todo mundo estaba en los más de 500 proyectos e iniciativas, pero nadie estaba en nada porque no había una línea estratégica de priorización”
— Juan Manuel Quesada, presidente ejecutivo del AyA.
¿Tiene proyectado cuándo finalizarán estos proyectos?
- Proyectos que se visualizaban que iban a ejecutarse en dos años y medio, nosotros lo hemos acortado a un año. Es decir, la empresa que está dispuesta a llevar a cabo una obra pública tratándose de agua en mi administración y que es un proyecto que forma parte de plan de aceleramiento de inversión, tienen que tener la capacidad de hacerlo en un año porque la gente no puede seguir esperando.
Usted está ejecutando una reestructuración en la institución...
- La manera en la que se viene trabajando no es la correcta. No puede ser que una institución tenga recursos disponibles y que el año pasado la ejecución presupuestaria en inversión fue de un 50%.
Eso para mí me parece inaceptable y cuando usted se va a ver la evaluación del desempeño del personal el año pasado , ¿adivine cuál fue el resultado? 99.9%. No puede ser que la gente tenga una evaluación del desempeño casi perfecta y que un indicador tan importante como es el de inversión sea de un 50%.
Estamos cambiando totalmente la forma de hacer las cosas. Quiero implementar un modelo desconcentrado. ¿Por qué? porque ya hemos visto que un modelo concentrado, donde las decisiones están concentradas en la gente que está aquí en San José, no está dando los resultados.
¿Por qué no hay suficiente agua en el país para abastecer a las comunidades sin restricciones?
- El agua sobra en Costa Rica, lo que no ha habido es obra pública para sacar esa agua de donde sea y llevarla a los puntos de demanda. ¿Por qué no hay agua suficiente? Porque no hemos invertido en la obra pública para llevar el agua que sobra en este país.
¿Por qué se le ha dado prioridad a unas comunidades sobre otras?
- Los recursos lamentablemente no sobran para dar solución inmediata a todas esas necesidades y eso es algo básico en la gestión de cualquier empresa.
Nosotros tenemos múltiples necesidades con recursos limitados. Se tiene que hacer un ejercicio de priorización; eso es precisamente nuestro plan de aceleramiento inversión.
¿Cuánto es el monto de inversión al que equivalen las obras de saneamiento?
Nuestro plan de aceleramiento de inversión es cercano a los $500 millones. Hemos estimado que nos harían falta alrededor de $2.000 millones para poder ejecutar todos esos proyectos e iniciativas.
¿Cuántas solicitudes de cartas de disponibilidad otorgaron en el 2023 y lo que llevamos del 2024? ¿Cuántas aprobaron?
- Le podemos conseguir esos datos. *Al cierre de edición el AyA no envió la información*.
Cuando yo ingreso parte de los problemas que identificamos en el país es que como no hay obra pública, eso se ha convertido en un obstáculo para la inversión y la generación de empleo.
Las constancias de capacidad de la disponibilidad son una certificación que se emite cuando hay agua y hay infraestructura. Con el tema de la constancia de capacidad hídrica es cuando la institución le indica que hay agua pero no hay forma de llevarla, entonces ahí viene el privado y dice: “Mirá, yo estoy dispuesto a poner la infraestructura para traer el agua”. Es en estas constancias que ampliamos el plazo (de 12 meses a tres años).
¿Por qué se da el rechazo a las solicitudes de disponibilidad?
- Son dos las razones que pueden dar al traste en el rechazo disponibilidades: que no haya agua, cosa que implica hacer los estudios para ver dónde se podría sacar el agua; y el tema de falta de infraestructura para poder sacar el agua y llevarla a los puntos de demanda esas son las dos razones que motivan el rechazo. En algunos casos convergen los dos motivos.
¿Quién protege las fuentes de agua que alimentan la infraestructura de AyA?
- El tema de suministro de agua potable es un tema país donde están involucrados no solo el AyA como un actor importante sino las municipalidades, el Minae, el Sinac, la Aresep, las Asociaciones administradoras de los Sistemas de Acueductos y Alcantarillados comunales (Asadas) y también nosotros como ciudadanos responsables.
¿Por qué hablo de las municipalidades? Porque muchas de las cosas que han dado al traste con el problema del suministro de agua potable tiene que ver con el crecimiento desordenado que ha habido en los territorios de los gobiernos locales, pero también crecieron en zonas donde no tenían que crecer y que era necesario proteger las fuentes de agua para abastecer muchos poblados.