La posfascista Giorgia Meloni, primera mujer en dirigir Italia, tomó este domingo 23 de octubre el relevo del centrista y proeuropeo Mario Draghi a la cabeza de la tercera economía de la zona euro y llamó a su gobierno a permanecer unido.
"Debemos permanecer unidos, hay emergencias que el país tiene que afrontar. Tenemos que trabajar juntos", declaró Meloni, de 45 años, tras un primer consejo de ministros de media hora.
La nueva primera ministra encabeza una coalición con la Liga, la formación ultraderechista y anti-inmigración de Matteo Salvini, y con la declinante Forza Italia de Silvio Berlusconi. Pero la alianza ya está mostrando algunas grietas.
En la mañana, Meloni recibió del exjefe del Banco Central Europeo la simbólica campanilla de plata usada para dirigir los debates del consejo de ministros. También se reunió durante más de una hora con Draghi en el palacio Chigi de la capital, la sede del gobierno.
LEA MÁS: ¿Por qué es importante la presidencia del BID?
Un siglo después de la llegada al poder del dictador Benito Mussolini, esta exadmiradora del Duce tomó las riendas del gobierno más a la derecha que ha conocido el país desde la creación de la República en 1946.
La presidenta de la Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE, Ursula von der Leyen, dijo que esperaba una "cooperación constructiva" con su gobierno. En la misma línea se expresaron el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola.
La composición del nuevo ejecutivo refleja el deseo de tranquilizar a los socios de Roma. Meloni designó como ministro de Relaciones Exteriores y vice primer ministro a Antonio Tajani, expresidente del Parlamento Europeo, y puso al frente de la crucial cartera de Economía a Giancarlo Giorgetti, representante del ala moderada de la Liga y ministro con Mario Draghi.
Tareas de Meloni
"Hoy rezamos por la unidad y la paz de Italia en el comienzo de un nuevo gobierno", dijo el Papa Francisco al final de su tradicional oración dominical en la Plaza de San Pedro.
El sábado, Meloni y sus 24 ministros -- entre ellos seis mujeres-- juraron uno por uno "respetar la Constitución y las leyes" ante el presidente de la República, Sergio Mattarella, en el palacio del Quirinal.
La dirigente romana obtuvo una histórica victoria en las elecciones legislativas del 25 de septiembre, tras recortar las aristas más polémicas de su partido, Hermanos de Italia.
Estos comicios se convocaron de manera anticipada tras la dimisión de Draghi, que asumió como primer ministro en febrero de 2021, pero perdió el apoyo de sus socios.
Gracias a su coalición con la Liga y Forza Italia, dispone de mayoría absoluta tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado.
Pero el nuevo ejecutivo deberá lidiar con los numerosos desafíos que Italia tiene por delante, especialmente económicos.
Los márgenes de maniobra de Roma están limitados por una enorme deuda pública del 150% del Producto Interior Bruto (PIB), la proporción más alta de la zona euro después de Grecia.
Otro desafío será preservar la unidad entre una coalición que ya está mostrando sus grietas. Tanto Salvini como Berlusconi se resisten a aceptar la autoridad de Meloni, cuyo partido obtuvo el 26% de los votos en las elecciones, frente al 8% de Forza Italia y el 9% de la Liga.
La dirigente tuvo que lidiar esta semana con las declaraciones de Berlusconi, que anunció que había "reanudado" contactos con el presidente ruso, Vladimir Putin, y culpó a Ucrania de la guerra.
La nueva primera ministra se sintió obligada a aclarar el miércoles 19 de octubre que Italia “forma parte plenamente y con la cabeza en alto” de la UE y de la OTAN.
Un mensaje que fue recibido de manera positiva en Washington, Kiev y en la OTAN. Su secretario general, Jens Stoltenberg, felicitó a la dirigente y el presidente estadounidense dijo el sábado que estaba "deseando" trabajar con ella.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, dijo en Twitter que esperaba mantener una "cooperación fructífera" con Italia.
Meloni tuiteó en respuesta: "Italia está y siempre estará del lado del valiente pueblo de Ucrania que lucha por su libertad y por una paz legítima. ¡No está solo!".
El canciller de Alemania, Olaf Scholz, también la felicitó en Twitter y agregó: "Espero continuar trabajando en estrecha colaboración con Italia en la UE, la OTAN y el G7".
Las otras dos grandes capitales europeas, París y Madrid, han guardado silencio. Pero Emmanuel Macron, que viaja a Roma el domingo, podría aprovechar la oportunidad para reunirse con Meloni, aunque por el momento no hay conversaciones previstas.